Casino boy
—Casi no voy. Vos sabés que estoy tratando de cuidar un poco más mis escenas de sexo... Pero, cuando me enteré de lo que pagaban, me produje y fui. Por esa plata voy a la cama con Shrek y el Oso Yogui, sin preservativos. Además, me dijeron que la dirige Martin. Tal vez mato dos pájaros de un tiro —, respondió Sharon Stone, cuando su agente le preguntó si había ido al casting para elegir el elenco de la película Casino.
—Si está la mía, cuenten conmigo —, fue la respuesta de Robert de Niro.
Concisa y contundente. El actor sabe que necesita dinero para mantener su estilo de vida y lo comunica con claridad. Tal vez por eso es tan exitoso.
—Nuestro trabajo siempre va a ser elogiado, criticado o ignorado. Eso no tiene que preocuparnos. Con el tiempo, será olvidado o tendrá un lugar de mayor o menor privilegio en el océano de los archivos digitales de la historia de la humanidad. El verdadero arte es ganar dinero haciendo lo que nos gusta. Por eso dije que sí —, le confesó Scorsese a Joe Pesci, mientras jugaban una mano de póker.
Al conocer estas intimidades de los artistas de Hollywood, nos damos cuenta de que a ellos les gusta la tarasca tanto como a nosotros.
La tentación de obtener dinero sin dar nada a cambio —o dando lo mínimo posible— es enorme y afecta a grandes cantidades de la población. Es por eso que las loterías y los casinos funcionan tan bien.
Brindar un servicio significativo para otros puede ser muy gratificante, pero ¿a quién no le gustaría hacerlo teniendo ya algunos millones en el banco?
—Si está la mía, cuenten conmigo —, fue la respuesta de Robert de Niro.
Concisa y contundente. El actor sabe que necesita dinero para mantener su estilo de vida y lo comunica con claridad. Tal vez por eso es tan exitoso.
—Nuestro trabajo siempre va a ser elogiado, criticado o ignorado. Eso no tiene que preocuparnos. Con el tiempo, será olvidado o tendrá un lugar de mayor o menor privilegio en el océano de los archivos digitales de la historia de la humanidad. El verdadero arte es ganar dinero haciendo lo que nos gusta. Por eso dije que sí —, le confesó Scorsese a Joe Pesci, mientras jugaban una mano de póker.
Al conocer estas intimidades de los artistas de Hollywood, nos damos cuenta de que a ellos les gusta la tarasca tanto como a nosotros.
La tentación de obtener dinero sin dar nada a cambio —o dando lo mínimo posible— es enorme y afecta a grandes cantidades de la población. Es por eso que las loterías y los casinos funcionan tan bien.
Brindar un servicio significativo para otros puede ser muy gratificante, pero ¿a quién no le gustaría hacerlo teniendo ya algunos millones en el banco?