Bienvenidos al medio de la nada

Con tantas personas soñando con estar en otro lado, se hace difícil encontrar alguien con quien charlar.

No hablemos de establecer una unión mística: eso es casi una utopía revolucionaria.

Tengo la esperanza de que por lo menos los adolescentes sigan experimentando esa estampida hormonal que se parece tanto al amor o al entusiasmo.

Lo que es yo, estoy detenido en el tiempo.

Veo pasar las cosas como si fueran pájaros que se repiten una y otra vez.

Eso sí: la esperanza no la pierdo. No me lo permito. Es una especie de arreglo que hice conmigo mismo.

Magia o nada, hasta el final.

Mi plan es que las inclemencias de la realidad no consigan apagar esa llama por lo menos hasta que llegue mi última respiración.

Después, veremos.

Siguiendo los consejos de Napoleon Hill, tengo un objetivo principal definido.

Siguiendo los de Ikkyu, al no ir a ninguna parte nunca estoy perdido.

A veces imagino que pronuncio las palabras que tocan el corazón de la mujer que amo.

Otras, que gano la Lotería y que ya nada me importa más que pasar los días haciendo cualquier cosa que se me ocurra en el momento.

Soy una casa dividida.

Estoy perdido en el medio de la nada, o en el medio de todo, lo que para los fines prácticos es más o menos lo mismo.

Por suerte, tengo la costumbre de meditar y una gran capacidad de entrega consciente a lo inevitable.

Bueno, por suerte no. Lo fui creando, un poco por resignación y otro por parecerme que es lo mejor que puedo hacer (siempre y cuando no gane la Lotería, claro).

El otro día me enamoré de una profesora de yoga. Fue una fantasía, lamentablemente.

Qué lindo hubiera sido poder decirle a mis seres queridos que mi suerte había cambiado, que había encontrado a mi media naranja.

Me trató como a un buen amigo. Qué feo. Yo quería que me dijera "Papi, me volvés loca".  No pasó.

Por suerte, por lo menos, no me dijo señor.

Voy cerrando.

Ya va a caer el sol y con el abandono de un preso empiezo a prepararme para escribir en la pared una marca que me recuerde que pasó otro día y todavía estoy acá.

Me gustaría decirte que estoy fascinado por la vida, pero sería engañarte y engañarme.

Además, tengo la impresión de que vos no estás ahí.

Y lo peor es que me parece que yo tampoco.












Entradas populares