Estoicismo cotidiano

Aquí una traducción libre del libro "Estoicismo Cotidiano: 366 reflexiones sobre la sabiduría, la perseverancia y el arte de vivir".  (The Daily Stoic, Ryan Holiday). 

Son 366 reflexiones basadas en la sabiduría de los estoicos, una para cada día del año (pensando que uno puede hacer esto en un año bisiesto, o que algún día quiere hacer dos).

Cuando traduje, aproveché para editar de acuerdo a mi mejor parecer, conservando lo que me pareceía esencial y descartando sin autorización ni piedad lo que consideré que no era interesante para mi en ese momento.

Si ves que el material te interesa, te sugiero que consigas el original.

Buena lectura!

Claridad

1 - Control y elecciones
Diferenciar entre lo que puedo cambiar y lo que no. Lo que puedo controlar y lo que no.
Enfocarme en lo que está en mi círculo de influencia.

2 - Educación es libertad
El conocimiento, y el autoconocimiento en particular, es libertad.

3 - Se despiadado con las cosas que no importan
Sabe decir "no" a lo que no tiene importancia para ti.

4 - Las tres grandes:
Juicio correcto en el momento presente
Acción por el bien común en el momento presente
Gratitud en el momento presente por cualquier cosa que aparezca.

Percepción, acción, voluntad. Controla tus percepciones. Dirige tus acciones con propiedad.
Acepta graciosamente aquello que está fuera de tu control.

5 - Aclara tus intenciones.
Ten objetivos claros, esto te permite saber qué tienes que hacer y qué no.

6 - Adónde, quién, qué y por qué.
Saber adónde estoy, quién soy, qué hago y por qué. Seguir caminos con corazón, elegidos a conciencia.

7 - Siete funciones claras de la mente
Elegir: hacer y pensar correctamente.
Rechazar: la tentación.
Anhelar: ser mejor.
Repeler: la negatividad, las malas influencias, lo que no es cierto.
Prepararse: para lo que se avecina o lo que sea que pase.
Tener un propósito: nuestro principio rector y máxima prioridad.
Aceptar: para estar libre de engaños sobre lo que está dentro y fuera de nuestro control (y estar preparados para aceptar lo último).

8 - Observa tus adicciones. 
¿Cuáles son? ¿Protestar, comerte las uñas, Internet?
Adicción es "perder la libertad de abstenerse".
En esa libertad están la claridad y el autocontrol.

9 - Lo que controlamos y lo que no.
Controlamos nuestra opinión, elecciones, deseo, aversión.
No controlamos nuestro cuerpo, propiedades, reputación, posición en la sociedad.
No controlamos las situaciones, pero sí la interpretación que hacemos de ellas.
Todo lo que sucede tiene una contraparte que podemos controlar: nuestra interpretación.
Todo lo que tenemos es nuestra mente.

10 - Si quieres ser estable
La esencia del bien es una cierta especie de elección razonada.
Lo que ocurre en el exterior es apenas el material crudo de la realidad.
Nuestra interpretación de lo que ocurre hace que nuestras elecciones sean buenas o malas.
No es necesario escaparse a la quietud y la soledad.
Nuestro buen juicio puede poner orden allí donde haya confusión.

11 - Si quieres ser inestable
La serenidad y la estabilidad son el resultado de tus elecciones y juicio, no de tu entorno. 
Si intentas evitar todo lo que pueda interrumpir tu tranquilidad (otras personas, situaciones complejas, etc) nunca serás exitoso. Pero si evitas los juicios negativos que haces de esos problemas estarás estable y fuerte en cualquier lugar, pase lo que pase.

12 - El camino a la serenidad
El camino a la serenidad es abandonar el apego a todo aquello que no está bajo nuestro control, entendiendo que lo único que poseemos es nuestra capacidad de decidir, de hacer elecciones. El resto se lo entregamos a Dios y al Destino.
Y recordar que nuestro destino no depende sólo de nuestras decisiones y acciones. Hay otras fuerzas en acción que pueden llevarnos aquí o allá.
Piensa hasta dónde llegan tus elecciones.
Entrégate a la vida con confianza, como quien se entrega al sueño.

13 - Círculo de control
Controlamos nuestras elecciones razonadas y los actos que dependen de  nuestra voluntad moral. No controlamos el cuerpo, las posesiones, los parientes, los niños o el país, nada con lo que podamos asociarnos.
Es muy fácil recordar qué es lo que podemos controlar: NUESTRA MENTE.
Esto reduce drásticamente la cantidad de cosas de las que debemos preocuparnos.
Hay claridad en la simpleza.
Sólo tienes una cosa por la que debes preocuparte: tus elecciones, tu voluntad, tu mente. 

14 - Corta las cuerdas que tiran de tu mente

El hombre es empujado por los deseos pero atraído por los valores. Esos valores y consciencia hacen que no seamos títeres de las circunstancias sino capitanes de nuestro propio destino. Piensa en qué pensamientos están ocupando tu mente. Hay muchos intereses que están compitiendo por un poco de tu atención o tu dinero. Trata de observar cuáles son tus intereses. Presta atención para poder tomar el control de tus decisiones y actuar en función de tus propias elecciones. No ingieras alimentos solo porque llegaste a creer que son "sabrosos". Pregúntate antes si son nutritivos, si después de ingerirlos vas a sentirte mejor o peor que antes. 

15 - La paz está en mantener el rumbo
La tranquilidad sólo puede ser alcanzada por quienes tienen un juicio firme y decidido. El resto vacila entre la aceptación y el rechazo; por no tener nada claro, se fundamenta en la guía más incierta: la opinión común. Cree en tí mismo y confía en que estás en el camino correcto. Observa, escucha, aprende, pero saca tus propias conclusiones.

16 - Nunca hagas algo por hábito
Estudiamos filosofía para liberarnos de los hábitos insensatos.
Cuando hagas algo, pregúntate si es la mejor manera de hacerlo o si lo estás haciendo así porque así es como lo hacen todos. Sabe por qué haces lo que haces, y hazlo por las razones correctas.

17 - Vuelve al trabajo real
Volver a ser completos, libres de autolimitaciones y conductas compulsivas, floreciendo sin vergüenza, viendo a Dios en las cosas grandes y en las pequeñas. Es posible hacer este trabajo, y es la única cosa en tu poder. Deja ir el pasado. Pon todo lo que tengas. Sólo debes comenzar. El resto seguirá. 

18 - Observa el mundo como un poeta o un artista
Hay claridad y alegría cuando encontramos gracia y armonía en cosas o eventos a los que de costumbre
no les prestaríamos atención. Es mejor enfocarnos en percibir la belleza que ver el mundo como un lugar oscuro. Pasemos nuestro breve tiempo sobre la Tierra en armonía con la naturaleza, agradecidos por esta oportunidad de madurar y crecer.

19 - Donde sea que vayas, puedes elegir
Ya sea en la adversidad o la prosperidad, hay sólo una cosa que podemos hacer: definir qué podemos controlar y qué no. En las cambiantes fortunas del tiempo, sólo una cosa permanece constante: nuestra libertad de elección. Esto es claridad. Sea quien sea que seamos, o dondequiera que estemos, lo que importa son nuestras elecciones. ¿Cuáles son? ¿Cómo las evaluaremos? ¿Cómo obtendremos de ellas el máximo beneficio? Esas son las preguntas que la vida nos hace, independientemente de nuestro estado. ¿Cómo vas
a responder?

20 - Reenciende tus pensamientos
¿Tuviste un par de malas semanas? ¿Te alejaste de los principios y creencias que acostumbran guiarte?
No importa lo que pase, no importa cuánto nos hayamos desviado de las conductas que nos parecen más apropiadas, los principios que defendemos permanecen inalterados. Podemos volver a ellos y abrazarlos en cualquier momento. Lo que pasó ayer, o hace cinco minutos, es el pasado. Siempre podemos empezar de nuevo. ¿Por qué no hacerlo ahora mismo?

21 - Un ritual para la mañana
Cuando te levantes, pregúntate estas cosas:

¿Qué me falta para liberarme de la pasiones?
¿Y para tener más paz?
¿Qué soy yo? ¿Un simple cuerpo, un propietario, una reputación? Ninguna de estas cosas.
¿Entonces qué? Un ser racional.
¿Qué se exige de mí entonces? Medita en tus acciones.
¿Cómo me alejé de la serenidad?
¿Qué hice que fue poco amistoso, antisocial o indiferente?
¿Qué no hice en todas estas cosas?

Muchas personas exitosas tienen un ritual matutino. Para algunos, es la meditación. Para otros, el ejercicio. 
Para muchos, es un diario, solo unas pocas páginas donde escriben sus pensamientos, miedos, esperanzas. 
En estos casos, el punto no es tanto la actividad en sí como la reflexión contínua. La idea es tomarse un tiempo para mirar hacia adentro, observar y reflexionar. De esta práctica surgen las mejores decisiones.

 Día 22 – Revisar cada día

Al comenzar cada día, plantéate alcanzar algunos objetivos, ya sean grandes o pequeños, lo importante es que dirijas tus acciones hacia fines que te parezcan apropiados.

Al finalizar cada día, analízalo haciéndote alguna variación de las siguientes preguntas: ¿Qué mal hábito logré vencer hoy? ¿De qué manera mejoré? ¿Fueron justas mis acciones? ¿Cómo puedo mejorar mañana?

Escribe un diario. Tómate un tiempo para analizar los eventos del día. Evalúalos con objetividad. Observa qué contribuyó a tu bienestar y el de los demás, y qué no. Toma nota de los puntos en donde te gustaría mejorar. Agrega alguna cita que te haya llamado la atención.

Como valor agregado, con el tiempo tendrás un registro con el cual poder medir tu progreso.

Día 23 – La verdad acerca del dinero

Es evidente que facilita muchos aspectos de la vida, pero no resuelve todos los problemas que a la gente que no lo tiene le parece que resolverá. En realidad, ninguna posesión material lo hará. El dinero y el sexo parecen más importantes cuando no los tenemos.

Día 24 – Busca una comprensión profunda

Lee atentamente y no te contentes con una comprensión superficial y aproximada de las cosas. No te apresures a estar de acuerdo con aquellos que tienen mucho que decir acerca de algo. Lee como si el autor estuviera respondiendo en un juicio por su vida. Absorbe los conocimientos de tal manera que se vuelvan parte de tu ADN. Es por eso que aquí leemos una página por día, para poder tomarnos el tiempo de leer atenta y profundamente.

Día 25 – El único premio

Limitar nuestra acción o inacción sólo a lo que está de acuerdo con las necesidades de nuestra propia preparación. Si hacemos esto, dejaremos de intentar obtener todas las otras cosas. Si no lo hacemos, no seremos libres, auto-suficientes o inmunes a la pasión, sino que estaremos llenos de envidia, celos y sospechas por cualquiera que tenga el poder de tomarlas, y conspiraremos contra aquellos que tienes lo que deseamos. Algunos millonarios viven vidas simples. No esperes a convertirte en millonario para comenzar a disfrutar de las cosas que no tienen precio.

Día 26 – El poder de un mantra

Borra las falsas impresiones de tu mente diciéndote recordando constantemente que tienes el poder de mantenerte fuera del alcance de todo tipo de perturbación. Viendo la verdadera naturaleza de las cosas, puedes darles apenas lo que les corresponde. Un mantra es una palabra, una frase, un pensamiento, o incluso un sonido, que tiene como objetivo conectarnos con un estado de claridad o guía espiritual. Nos ayuda a concentrarnos en lo que es importante para nosotros. Cada vez que sientas el peso de la vida diaria apartándote de tu camino, repite este mantra: “tengo el poder dentro mío para no permitir que esta circunstancia me afecte, puedo ver la verdad”. Puedes cambiar las palabras a tu gusto. Elije las que mejor representen tus sentimientos. Pero construye un mantra que pueda ayudarte cuando necesites claridad.

Día 27 – Las tres áreas de entrenamiento

Primero, debemos considerar qué deberíamos desear y qué no, para poder desear lo que nos conviene y evitar lo que no. No es suficiente con apenas escuchar nuestro cuerpo, porque las cosas a las que se siente atraído pueden ser perjudiciales para nosotros.

Después, debemos examinar nuestros impulsos para actuar, nuestras motivaciones. Analizar si estamos haciendo las cosas por las razones correctas o porque no hemos parado para pensar, o porque creemos que tenemos que hacer algo.

Por último, está nuestro juicio. Nuestra habilidad para ver las cosas con claridad llega cuando usamos ese gran regalo de la naturaleza: nuestra razón.

Son tres áreas de entrenamiento, pero están íntimamente relacionadas. Nuestro juicio afecta lo que deseamos, nuestros deseos afectan nuestras acciones, y nuestras opiniones determinan cómo actuamos. Tenemos que poner pensamiento y energía en cada área de nuestra vida. Si lo hacemos, encontraremos claridad y éxito.

Día 28 – Observando a los sabios

Presta atención a los valores que guían a las personas, especialmente a las más sabias, y observa qué evitan y qué buscan. Séneca dijo: “sin una regla de referencia, no puedes enderezar lo que está torcido”. Ese es el rol de la gente sabia en nuestra vida, servir como modelo e inspiración. Puede que sea tu padre o tu madre, tal vez un pensador o un escritor, tal vez es imaginar qué haría Cristo en una determinada situación. Elige un modelo y observa qué hace y qué no, y haz lo mejor que puedas para imitarlo.

Día 29 – Mantenlo simple

Encuentra claridad en la simplicidad de hacer tu trabajo de hoy. Cualquier cosa que hagas, hazla con dignidad, cariño, libertad y justicia, concentrándote en lo que estás haciendo. Puedes hacerlo enfrentando cada tarea como si fuera tu última acción sobre la Tierra, abandonando toda distracción y todo drama, toda vanidad y protesta por la suerte que te toca. Haciendo unas pocas cosas bien podrás vivir una vida honesta y abundante.

Día 30 – Tu no tienes que estar en primer lugar en todo

Si quieres mejorar, conténtate con parecer despistado o estúpido en materias que no conoces, no trates de aparentar competencia. Si alguien te ve como importante, desconfía de ti mismo. Ten el coraje de decir “no sé”. En el mundo actual, parece que uno tuviera que estar al tanto de todo, de todas las series, eventos y noticias, para poder presentarse como una persona informada. Claro, es importante tener una idea general de lo que está pasando en el mundo, pero ¿cuánta más energía y poder cerebral tendrías disponible si consumieras un poco menos de los medios de comunicación? ¿Cuánto más descansado y presente te sentirías si no estuvieras excitado y enfurecido por cada escándalo o crisis potencial que podría nunca llegar a materializarse?

Día 31 – La filosofía como una medicina del alma

No llegues a la filosofía como un capataz, sino como un paciente que busca alivio para una quemadura o un dolor de ojos. Cuanto más trabajamos, leemos y aprendemos, más podemos alejarnos del sendero de la claridad. Puede parecer que estamos en un ritmo positivo, pero, si nos olvidamos de los valores esenciales, nuestra visión puede nublarse y podemos perder el equilibrio. Si eso ocurriera, es importante retornar a las prácticas que sabemos están basadas en la claridad, el buen juicio, los buenos principios y la buena salud. El estoicismo está diseñado para funcionar como un remedio para el alma. Nos alivia de las vulnerabilidades de la vida moderna. Nos devuelve el vigor que necesitamos para prosperar en la vida. Úsalo hoy, y permítele que practique su medicina.

Pasiones y emociones

Día 32 - Para quien tenga “temperamento caliente”

Fuerza es la habilidad para mantener el control sobre nuestras pasiones, en vez de ser dominados por ellas. La amabilidad y la civilidad son más humanas que la ira. No te detengas en la rabia, la queja y el descontento. Si permaneces en calma, aumentarán tu efectividad y tu poder para realizar las cosas que quieres realizar. La ira es una debilidad.

Día 33 – Una actitud correcta

No nos gusta que otras personas nos digan lo que tenemos que hacer, sin embargo, cuando se trata de nuestros impulsos, ya sean internos o motivados por circunstancias externas, nos movemos como títeres que no tienen ningún control sobre sus propias acciones. Cuando pasa algo malo, estamos obligados a sentirnos tristes, deprimidos o preocupados. Cuando se trata de algo bueno, de repente estamos contentos, excitados y queremos más. Deja de protestar o preocuparte por el futuro. Elévate por sobre tus estados de ánimo y toma las riendas de tu propia vida.

Día 34 – La fuente de tu ansiedad

Epicteto dijo: “cuando veo a una persona ansiosa, me pregunto qué es lo que quiere. Porque si una persona no estuviera queriendo algo que está fuera de su control no tendría motivo para ser poseída por la ansiedad. Mirar el reloj no hace que la cola del supermercado avance más rápido, tocar bocina no hace que un embotellamiento desaparezca. A veces, parece que perteneciéramos a un culto religioso que cree que los dioses del destino sólo nos darán lo que queremos si sacrificamos nuestra paz mental. Hoy, cuando sientas ansiedad, pregúntate por qué sientes nudos en tu interior, pregúntate si eres tú quien esta en control o si es tu ansiedad, y, lo más importante, pregúntate si tu ansiedad te está ayudando de alguna forma.

Día 35 – Sobre ser invencible

Invencible es quien no pueda ser perturbado por nada que esté fuera de su elección razonada. Así como un profesional maneja a la prensa, nosotros debemos enfrentar nuestro día a día. Ninguna pregunta es muy difícil, ningún tono insultante. Como maestros de Aikido, administramos esas energías con humor, elegancia y paciencia. Decidimos no reaccionar emocionalmente, porque sabemos que tornará las situaciones peores.

Es posible que muchos de nosotros no tengamos que enfrentar a la prensa, pero podemos recordar el ejemplo, en caso de que tengamos que enfrentar alguna situación difícil. Y, así como un profesional de la comunicación, después de responder, podremos decir “próximo”. 

36 – Estabiliza tus impulsos

Piensa antes de actuar. No vayas rebotando de un lado para el otro de acuerdo a los impulsos del momento. Tu trabajo es controlarlos, establecer un conjunto de principios que te guíen a través de las circunstancias.

37 - No busques conflictos

La persona sabia podrá soportar las dificultades, pero no las elegirá, preferirá la paz antes que la guerra. Si todavía no aprendiste a estar en calma, buscarás los conflictos y la acción como una distracción. Nuestras luchas cotidianas son admirables, pero sólo si las enfrentamos con ecuanimidad y por las razones correctas. Cuando aparezcan situaciones difíciles, actúa con la mayor elegancia, calma y eficiencia de la que dispongas, pero no las busques de manera compulsiva. Te cansarás y difícilmente lograrás resultados que te hagan sentir bien o aporten al bien común.

38 – El miedo es una profecía auto-cumplida

Muchos son perjudicados por el miedo, y muchos se encuentran con su destino temiéndolo (Séneca, Oedipus). La próxima vez que tengas miedo de un eventual resultado desastroso, recuerda que si no controlas tus impulsos, si pierdes el auto-control, puedes convertirte en la propia fuente del desastre que temes. Esto le ha pasado a gente muy inteligente, poderosa y exitosa. Puede pasarnos a nosotros también. Como dice una conocida marca de ropa deportiva: “Just do it”.

39 – ¿Eso te hizo sentir mejor?

La próxima vez que alguien se enoje cerca tuyo y esté gritando, rompiendo algo o siendo cruel, observa cómo esta frase lo calmará: “espero que esto esté haciendo que te sientas mejor”. Sólo en la burbuja de la emoción extrema puede justificarse ese tipo de conductas, y, en cuanto nos llaman la atención sobre ellas, por lo general nos sentimos avergonzados.

La próxima vez que te encuentres estallando, protestando o quejándote con síntomas parecidos a los de la gripe, pregúntate: ¿Esto está haciendo que me sienta mejor? ¿Está realmente aliviando algunos de los síntomas que me gustaría evitar?

40 – No estás obligado a tener una opinión

Tenemos el poder de abstenernos de tener una opinión acerca de algo, y de no permitirle a una circunstancia que altere nuestro estado mental.

Aquí hay un ejercicio gracioso: piensa en todas las cosas que podrían molestarte, pero de las que no sabes nada: cosas que la gente puede haber dicho de ti a tus espaldas, errores que puedes haber cometido sin darte cuenta, etc. ¿Cuál es tu reacción? Ninguna, porque no sabes nada al respecto.

En otras palabras, es posible no tener una opinión sobre un suceso negativo. Lo que tienes que hacer es cultivar ese poder, en vez de aprovecharlo accidentalmente. Principalmente, cuando tener una opinión te haga sentir como víctima de una ofensa. Actúa como si no supieras que lo que te molesta hubiera ocurrido alguna vez. Permite que se vuelva irrelevante para ti. De ese modo, el asunto va a ser mucho menos poderoso.

41 – La ira es un mal combustible

Si tiene éxito, nada es más arrogante, si fracasa, nada es más insensato, cuando las ruedas de la fortuna la liberan de su adversario, vuelve sus dientes contra sí misma. Enojarse rara vez resuelve algo. Por lo general, empeora las cosas. Nos enojamos, los otros se enojan, de repente estamos todos enojados y cada vez más lejos de resolver los problemas. En algunos casos, la ira ayudó a alguien a bajar de peso, hacer dinero o terminar una carrera universitaria. Pero, sin dudas, no fue el mejor combustible, porque cuando se alcanzaron los éxitos buscados, la necesidad de más ira como motivación para seguir avanzando se hizo algo tan normal que se convirtió en el único estímulo para la acción, con todos los problemas que eso implica. El costo de usar la ira como combustible es muy alto. Prueba con la alegría, la compasión, el amor. Son energía limpias y renovables que hacen que todos los involucrados se sientan cada vez mejor.

42 – ¿Reyes o tiranos?

Nuestra alma es a veces un rey, a veces un tirano. ¿Qué vamos a ser hoy? Reyes si respondemos a lo que es honorable, cuidamos la salud del cuerpo y no tomamos decisiones o damos órdenes que lo perjudiquen. Pero un alma movida por el deseo se convierte rápidamente de un rey sabio en un tirano. El poder no siempre corrompe. Depende de la fuerza interior y la consciencia de los individuos. Tus valores y entendimiento de la justicia pueden contrarrestar las tentaciones en las que puedas caer en caso de que te encuentres en una situación de poder.

43 – Protege tu paz mental

Vigila constantemente tus percepciones. No es algo pequeño lo que estás protegiendo. Se trata de tu integridad, firmeza, y libertad del dolor y el miedo. Un trabajo que te estresa, una relación conflictiva, excesos. El estoicismo, al ayudarnos a observar y administrar nuestras reacciones emocionales, puede hacer que esas situaciones sean más fáciles de sobrellevar. Pero la pregunta es: ¿Por qué estas involucrado en esas situaciones? Sí, el estoicismo puede ayudarte a sobrellevarlas, pero recuerda siempre preguntarte: ¿Es esta la vida que quiero? ¿Es así cómo quiero invertir este recurso precioso que es mi tiempo? No tengas miedo de cambiar cuando sea necesario.

44 – El placer puede convertirse en un castigo

Cada vez que tengas la impresión de que algo que tuvo en el pasado un resultado negativo puede llegar a ser placentero, presta atención para que ese deseo no te arrastre y te saque de tu centro. Haz una pausa. Después, recuerda las veces en que disfrutaste de ese placer y las veces en las que luego te arrepentiste porque el costo resultó más alto que el beneficio. Aquí no sólo hablamos de una indigestión con chocolate, sino también de las conductas que terminan perjudicándonos. Cuando entendemos que caer en la tentación puede ser peor que resistirla, la urgencia comienza a perder su atractivo. De esta forma, el auto-control es el verdadero placer, y la tentación el arrepentimiento.

45 – Piensa antes de actuar

¿Por qué hice eso?, tal vez te preguntaste alguna vez. Todos lo hicimos. ¿Cómo pude ser tan tonto? ¿En qué estaba pensando?

No estabas pensando. Ese es el problema. Dentro de tu cabeza están toda la razón y la inteligencia que necesitas. Lo difícil es utilizarlas. Es asegurarse de que tu mente está en control y no tus emociones o tus sensaciones físicas inmediatas, tus hormonas.

Fija tu atención en tu inteligencia. Déjala que haga su trabajo.

46 – Sólo malos sueños

Limpia tu mente y retoma el control de ti mismo, así como cuando te despiertas y te das cuenta de que había sido sólo un mal sueño, despiértate ahora y entiende que lo que ves ahí fuera es como ese sueño. (Marco Aurelio)

“Nunca miré hacia atrás, a pesar de haber pasado varias dificultades mirando hacia adelante.” (Raymond Chandler)

“Cuánto sufrimos por los problemas que nunca ocurrieron.” (Thomas Jefferson)

“No hay nada más seguro en nuestros miedos que el hecho de que la mayor parte de las cosas que tememos nunca se realiza.” (Séneca)

Los estoicos creían que la mayor parte de las cosas que nos perturban provienen de la imaginación y no de la realidad. Así como los sueños, parecen vívidas y reales mientras las experimentamos, pero pierden sustancia cuando las observamos con desapego.

En los sueños no paramos para preguntarnos si las cosas tienen sentido, soñamos. Lo mismo ocurre cuando nuestras emociones se desbordan.

Enojarse es como seguir soñando después de haberte despertado. Lo que te provocó no era real, pero tu reacción sí. Y así, de lo irreal nacen consecuencias reales.

Es por eso que debes despertar ahora mismo en vez de crear una pesadilla.

47 – No hagas las cosas más difíciles de lo que son

La vida nos presenta suficientes dificultades. No las hagamos más difíciles de lo que son al agregarles una carga emocional a asuntos insignificantes, no vayamos por ahí asumiendo batallas que no nos interesan, ni permitamos que la emoción se interponga en el camino de las acciones simples y justas que llevan a la virtud.

La vida está compuesta por una sumatoria de actos individuales. Presta atención a cada uno de ellos mientas cumples con tu deber. Intenta resolver las situaciones sin gruñir. Dedícale más tiempo a resolver y avanzar que a protestar por lo que no es exactamente como tu quieres.

48 – El enemigo de la felicidad

Es casi imposible unir la felicidad con el deseo por lo que no tenemos. La felicidad tiene todo lo que quiere, y, pareciéndose a los bien alimentados, no siente ni hambre ni sed.

Voy a ser feliz cuando consiga esto, cuando me libere de esta situación, cuando la dieta funcione, cuando tenga todo el dinero que mis padres nunca tuvieron. Los psicólogos llaman a esta actitud “Felicidad Condicional”. Es como el horizonte, puedes caminar hacia él todo lo que quieras, pero nunca lo alcanzarás.

Por más maravilloso que sea el futuro que imaginas, al vivir en la expectativa de su realización te estás privando de la oportunidad de ser feliz que tienes aquí y ahora.

49 – Prepárate para la tormenta

Las impresiones que recibimos y los juicios que hacemos sobre ellas, pueden compararse a un viento huracanado capaz de revolearnos por el aire, pero piensa cómo enfrentamos el clima en los tiempos modernos. Hoy tenemos servicios meteorológicos que pueden anticipar las tormentas con bastante exactitud. Sólo estamos indefensos ante un tornado si nos negamos a prepararnos cuando nos advierten que vendrá. Si no tenemos un plan, si no preparamos nuestra casa, estaremos a la merced de los elementos externos (e internos). Todavía somos débiles e indefensos al compararnos con un viento de 200 kilómetros por hora, pero tenemos una ventaja: nuestra capacidad de prepararnos, de ser capaces de luchar contra ellos en una forma nueva.

Día 50 – El banquete de la vida

Compórtate en la vida como si estuvieras en un banquete. Cuando el mozo te ofrezca algo, toma una porción moderada. Si no se acerca, no lo vayas a buscar. No te desesperes, espera a que llegue a ti. Actúa de la misma forma con los niños, tu pareja, tu posición, con la riqueza. Algún día, esa manera de actuar te hará merecedor de un banquete con los dioses.
Esta metáfora tiene varias interpretaciones posibles, puedes usarla para: agradecer porque te han invitado a una fiesta maravillosa, disfrutar del momento presente al saborear cada bocado que llega hasta ti, recordar que excederte en comidas y bebidas no va a hacerte sentir bien, practicar tu generosidad al ayudar a limpiar después de la fiesta y al organizar fiestas para homenajear a otros de la misma forma en que ellos te han tratado, o incluso mejor, si fuera posible.
Disfruta de la comida.

Día 51 – El gran desfile del deseo

Juzgar a las personas no es un hábito aconsejable, pero vale la pena tomarse unos instantes para investigar cómo funciona una vida dedicada apenas a entregarse a los caprichos e impulsos del momento. “Si quieres saber qué piensa Dios sobre el dinero, mira a las personas a las que se lo da”, dice Anne Lamott. Lo mismo se aplica al placer. Observa al dictador, mira cómo las fiestas de los ricos y famosos rápidamente degeneran en adicciones físicas, mentales y emocionales. Pregúntate si vale la pena, si es ese el placer que buscas. Considera eso cuando sientas un deseo o analices la idea de entregarte a algún vicio “inofensivo”. 

Día 52 – No desear – No querer

Los deseos por riquezas y poder no son los únicos que nos dominan. Desear paz, tiempo libre, viajes, amor y aprendizajes, puede encadenarnos de la misma forma. No importa qué sea, el valor que le damos a las cosas que están fuera de nuestro control es lo que nos domina. Esto no significa que la paz, los viajes y el aprendizaje sean malos, sino que el deseo ardiente por estas cosas puede traernos más problemas que soluciones. Lo que deseamos nos vuelve vulnerables. Las expectativas son el comienzo de la frustración. Cuando se trate de alcanzar tus objetivos, pregúntate si eres tú quien controla el proceso de alcanzarlos, o si eres controlado por ellos. 

Día 53 – Lo que es mejor si no es dicho

Cuando Cato, el gran orador, era criticado por su silencio, respondía: “es mejor que no me culpen por mis actos. Empiezo a hablar sólo cuando estoy seguro de que lo que voy a decir no es mejor si no es dicho”.
Es fácil actuar impulsivamente. Es más difícil parar, hacer una pausa, y pensar. Cuando Cato entró a la política, todos esperaban discursos emocionantes, análisis inteligentes, ataques tempestuosos. Él se resistió a la tentación de complacer a las masas (y a su propio ego) con su capacidad para la oratoria. En vez de eso, esperaba y se preparaba. Observaba sus pensamientos para asegurarse de que no estaba reaccionando de modo egoísta, emocional, ignorante o prematuro. Sólo entonces hablaba, cuando estaba seguro de que valía la pena que sus palabras fueran escuchadas.
Hacer eso requiere consciencia. Requiere que paremos y nos evaluemos a nosotros mismos con honestidad. 

Día 54 – A las circunstancias no les importan nuestros sentimientos

No deberías darles a las circunstancias el poder de despertar tu ira, porque a ellas no les importa en absoluto. Los eventos externos no son seres sensibles, no pueden responder a nuestros gritos o nuestras plegarias. No vale la pena volvernos locos por causas y fuerzas mucho más grandes que las nuestras. 

Día 55 – La verdadera fuente del daño

Las situaciones requieren nuestra participación, contexto y categorización para poder ser definidas como “malas”. Probablemente, recibiríamos una crítica de manera diferente si viniera de nuestra pareja o de alguien que no conocemos. La mayoría de las veces es nuestra reacción la que define cuánto daño se ha producido. Si nos enojamos y levantamos la voz, es muy probable que se inicie un conflicto, pero si mantenemos el control somos nosotros quienes definimos si algo fue bueno o malo. De hecho, si una misma cosa nos ocurriera en distintos momentos de nuestra vida podríamos tener reacciones diferentes. Entonces, podemos ahora decidir cómo evaluamos las situaciones, podemos elegir no reaccionar. 

Día 56 – El humo y el polvo del mito

Marco Aurelio siempre señalaba que los emperadores que habían ocupado el cargo antes que él eran apenas recordados unos pocos años después. Para él, esto era un recordatorio de que sin importar lo mucho que pudiera conquistar, o imponer su voluntad sobre el mundo, sería como construir un castillo de arena. El mismo destino tendría cualquiera que se dejara llevar por la ira, la obsesión o el perfeccionismo. Le gustaba recordar que Alejandro, El Grande, fue enterrado en la misma tierra en donde fue enterrado el hombre que conducía sus mulas. Eventualmente, todos pasaremos y seremos lentamente olvidados. Deberíamos disfrutar nuestro breve paso por la Tierra sin ser esclavizados por emociones que nos hacen sentir miserables e insatisfechos. 

Día 57 – A cada uno lo que le corresponde

“¿Alguien te hizo mal? Deja que se encargue de ello. Tiene sus propias tendencias y sus propios asuntos. Lo que tú tienes es lo que la naturaleza te dio, y lo que te esfuerzas por lograr es lo que tu naturaleza quiere.” (Marco Aurelio).
Abraham Lincoln se enojó una vez con uno de sus generales, alguien que consideraba incluso como un amigo. En lugar de desquitarse directamente con él, le escribió una larga carta, describiendo su punto de vista, explicando por qué creía que su amigo estaba equivocado y detallando qué quería que supiera. Entonces, puso la carta en un sobre, la guardó en un cajón de su escritorio, y nunca la envió. 
Durante su vida, escribió muchas de estas cartas, y la gran mayoría sobrevivieron sólo por casualidad. Sabía que es fácil contraatacar, que es tentador responder, pero que casi siempre uno termina arrepintiéndose. Casi siempre desearíamos no haber enviado la carta. 
Piensa en la última vez que perdiste el control. ¿Cuál fue el resultado? ¿Hubo algún beneficio?

Día 58 – Cultivando indiferencia donde otros cultivan pasiones

Imagina el poder que tendrías si las cosas que les preocupan a todos (qué tan delgados están, cuánto dinero tienen, cuánto tiempo les queda de vida, cómo van a morir) no te importaran tanto. ¿Qué pasaría si, allí donde otros estuvieran molestos, fueran posesivos o codiciosos, tú fueras objetivo, tranquilo y lúcido? ¿Puedes imaginar eso? Imagínate lo que lograrías en tus relaciones en el trabajo, en tu vida amorosa o tus amistades.
No se trata de evitar o rechazar, sino de no otorgarle a ningún resultado posible más atención de la que merece. Esto no es fácil, claro, pero si lo pudieras hacer, ¿cuánto más relajado estarías?

Día 59 – Cuando pierdes el control

“El alma es como un cuenco de agua, y nuestras impresiones son como el rayo de luz que cae sobre el agua. Cuando el agua se agita, parece que la luz en sí también se mueve, pero no es así. Entonces, cuando una persona pierde la compostura, no son sus habilidades y virtudes las que se ven afectadas, sino el espíritu en el que existen, y cuando ese espíritu se calma, también lo hacen esas cosas ". (Epicteto)
Te equivocaste un poco. O quizás te equivocaste mucho. ¿Entonces? Eso no cambia la filosofía que conoces. No es como si tu elección razonada la hubiera abandonado permanentemente. Más bien, fuiste tú quien la abandonó temporalmente. Recuerda que las herramientas y objetivos de nuestro entrenamiento no se ven afectados por las turbulencias del momento. Detente. Recupera la compostura. Te esta esperando.

Día 60 – No siempre puedes obtener lo que quieres

“Podemos tenerlo todo”es el mantra de nuestra vida moderna. Trabajo, familia, propósito, éxito, tiempo libre: queremos todo ya, y para empezar.
En Grecia, la sala de conferencias era un centro de ocio donde los estudiantes contemplaban las cosas superiores (lo bueno, lo verdadero y lo bello) con el propósito de vivir una vida mejor. Se trataba allí de establecer prioridades, de cuestionar las prioridades del mundo exterior. Hoy en día, estamos demasiado ocupados comprando cosas como para hacernos ese tipo de cuestionamientos.
"No pongas tu corazón en demasiadas cosas", dice Epicteto. Entrena tu mente para preguntarse: ¿Necesito esto? ¿Qué pasará si no lo consigo? ¿Puedo arreglármelas sin esto?
Las respuestas a estas preguntas te ayudarán a relajarte, te ayudarán a eliminar todas las cosas innecesarias que te mantienen ocupado, demasiado ocupado para estar equilibrado o feliz.

Consciencia

Día 61 – Donde comienza la filosofía

“Un buen punto para comenzar en la filosofía es este: tener una percepción clara de los principios que nos guían". Epicteto. 
La filosofía intimida. ¿Por dónde empezar? ¿Con libros? ¿Conferencias? ¿Con la venta de tus posesiones terrenales? Ninguna de estas cosas. 
Epicteto dice que uno se convierte en filósofo cuando comienza a ejercitar la razón que lo guía y a cuestionar las emociones y creencias —e incluso el lenguaje—  que otros dan por sentado. Se cree que un animal tiene conciencia de sí mismo cuando es capaz de reconocerse plenamente en un espejo. Quizás podríamos decir que comenzamos nuestro viaje hacia la filosofía cuando nos damos cuenta de la capacidad que tenemos de analizar nuestras propias mentes.
¿Puedes hacer eso hoy? Si lo haces, descubrirás que sólo así vivimos vidas que realmente valen la pena ser vividas.

Día 62 – Autoevaluación precisa

Goethe dijo “es un gran error verte a ti mismo como más de lo que eres. Pero también es un error valorarte menos de lo que vales”. Tenemos que hacer un inventario honesto y no tener miedo de analizar aquellas características en donde no somos tan buenos como nos gustaría. Osando siempre crecer y mejorar, no nos engañemos a nosotros mismos pensando que somos mejores que lo que somos. Observemos y veamos qué hace falta para desbloquear nuestro potencial. Ni más, ni menos. Mientras tanto, disfrutemos del viaje.

Día 63 – (Des) integración

Trabaja en tu propio razonamiento o en lo que está fuera de tu control, en “el filósofo interno” o en “los intereses del mundo”. Todos tenemos miedos y deseos. El mundo externo no es menos complicado y contradictorio. Si no permanecemos atentos, esas fuerzas terminan desintegrándonos. No podemos ser El Dr. Jekyll y Mr. Hide al mismo tiempo. Tenemos una opción: ser el filósofo y concentrarnos en el interior, o comportarnos como un líder popular, convirtiéndonos en lo que sea que el mundo quiera en determinado momento. Si no nos enfocamos en la integración interna, la autoconciencia, corremos el riesgo de sufrir una desintegración externa. 

Día 64 – Conciencia es libertad

Es triste considerar cuánto tiempo pasan muchas personas haciendo cosas que "tienen" que hacer, no obligaciones necesarias como el trabajo o la familia, sino las obligaciones que aceptan innecesariamente por vanidad o ignorancia. 
Consideremos lo que hacemos para impresionar a otras personas, o los extremos a los que llegamos para satisfacer impulsos o saciar deseos que ni siquiera cuestionamos. 
En una de sus famosas cartas, Séneca observa con qué frecuencia los poderosos son esclavos de su dinero, sus posiciones, sus amantes, o incluso —como era legal en Roma— de sus propios esclavos. "Ninguna esclavitud es más vergonzosa", decía, "que una que se autoimpone".
Haz un inventario de tus obligaciones. ¿Cuántas son autoimpuestas? ¿Cuántas son realmente necesarias? ¿Eres tan libre como crees?

Día 65 – Administrando los costos

Observa tus posesiones y pregúntate: ¿Necesito esto? ¿Es superfluo? ¿Cuánto vale realmente? ¿Cuánto me está costando? Es posible que las respuestas te sorprendan y que descubras lo mucho que estás pagando por algunas cosas sin siquiera darte cuenta. Lo mismo se aplica a situaciones y relaciones. Presta atención. Si estás pagando muy caro, piensa en la posibilidad de administrar mejor tus recursos.

Día 66 – No te cuentes historias a ti mismo

Y tampoco a los demás… Tus historias pasadas pueden llegar a ser aburridas y demasiado auto-referenciales. Puede que te sientas bien al dominar la conversación que te tiene como centro, pero ¿cómo crees que se sienten los demás? ¿Crees que a la gente realmente le interesan tus hazañas en el equipo de fútbol de la secundaria? ¿Tus exageradas descripciones de tus aventuras sexuales? Escucha y conecta con las personas, no actúes para ellas. 

Día 67 – No confíes en los sentidos

La autoconciencia es la capacidad de evaluarse objetivamente a uno mismo. Es la capacidad de cuestionar nuestros propios instintos, patrones y suposiciones. El auto-engaño, u opinión arrogante e indiscutida, requiere que sometamos todas nuestras opiniones a un escrutinio riguroso; hasta nuestros ojos pueden engañarnos. Debido a que nuestros sentidos a menudo están equivocados, nuestras emociones se alarman de más, nuestras proyecciones son demasiado optimistas. Es mejor no apresurarnos a sacar conclusiones sobre nada. Podemos tomarnos un respiro en todo lo que hacemos, y ser conscientes de lo que está sucediendo para poder tomar la decisión correcta.

Día 68 – No entregues tu libertad sin darte cuenta

Instintivamente, protegemos nuestro cuerpo. No dejamos que la gente nos toque, nos empuje, o controle a dónde vamos. Pero cuando se trata de la mente, somos menos disciplinados. La entregamos voluntariamente a las redes sociales, a la televisión, o a lo que otras personas están haciendo, pensando o diciendo. Nos sentamos a trabajar y a los pocos minutos estamos navegando en Internet. Nos juntamos con nuestras familias, pero en seguida tenemos nuestros teléfonos en las manos. Vamos a un parque, pero en lugar de disfrutar de la naturaleza, juzgamos a las personas que pasan. Y ni siquiera sabemos que estamos haciendo esto. No nos damos cuenta de lo que estamos perdiendo, de lo ineficientes y distraídos que este tipo de conductas nos vuelve. Y lo que es peor, nadie está haciendo que esto suceda. Es totalmente auto-infligido. Para los estoicos, esto es una abominación. Saben que el mundo puede controlar nuestros cuerpos: podemos ser encarcelados o arrastrados por un tornado. Pero la mente está bajo nuestro control, debemos protegerla. Es nuestra posesión más preciada.

Día 69 – Crea el escenario correcto

Goethe decía: "Dime con quién andas y te diré quién eres". Observa a quién permites que entre en tu vida, no como un elitista sino como alguien que está tratando de vivir la mejor vida posible. Pregúntate acerca de las personas que conoces y con las que pasas tu tiempo: ¿Me están ayudando a mejorar? ¿Me animan a seguir adelante y hacerme responsable? ¿O me arrastran a un nivel más bajo? Ahora, con esto en mente, pregúntate: ¿Debería pasar más o menos tiempo con estas personas? Goethe seguía: "Si sé cómo inviertes tu tiempo, sé lo que podría ser de ti".

Día 70 – Sigue un modelo

Elige a alguien que pueda servirte como modelo para guiar tus acciones incluso cuando no están presentes. Puede ser alguien vivo o un personaje histórico. Adam Smith llamaba al suyo “el testigo indiferente”. Lo importante es que este modelo pueda funcionar como un modelo que nos advierta cuando estamos considerando hacer algo deshonesto o egoísta.
Si actuamos de acuerdo a ese modelo, además de mejorar nuestras propias vidas, podremos incluso convertirnos en ejemplo para otros que lo necesiten. 

Día 71 – Vivir sin restricciones

Cualquiera que tenga que actuar en contra de su voluntad es un esclavo. Observa el precio que tienen que pagar algunas personas por ser exitosas, las negociaciones y concesiones que tienen que hacer. En general, pagan con su libertad. Tienen que usar un traje, ir a ciertas fiestas, ser simpáticos con personas que no les agradan. No pueden decir lo que piensan. Tendrán que aparentar ser otros o incluso hacer cosas incorrectas. Puede que ganen mucho dinero, pero es posible que no hayan analizado bien la transacción que están haciendo. Si estás en ese camino, reconsidera.

Día 72 – Ver las cosas como las ven aquellos que consideramos que están equivocados

Nadie hace el mal a propósito. En general, las personas piensan que lo que hacen es lo mejor que podrían hacer, incluso cuando esto pueda ser perjudicial para otros. Si pudiéramos ver las acciones de otros como intentos de hacer lo correcto, seríamos más comprensivos y tolerantes. Ya sea que estemos de acuerdo con esto o no, este lente cambiaría nuestra visión de las situaciones de forma radical, y podría llevarnos a evitar situaciones que de otra forma asegurarían un conflicto. 

Día 73 – Algún día todo va a tener sentido

Parte de la razón por la que luchamos contra las cosas que suceden es que estamos tan concentrados en nuestro plan que olvidamos que podría haber un plan más grande que no conocemos. ¿No es cierto que muchas veces algo que pensamos que era un desastre resultó ser, con el paso del tiempo, un golpe de suerte? También olvidamos que no somos las únicas personas que importan y que nuestra pérdida podría ser la ganancia de otra persona.
Esta sensación de ser agraviado es un simple problema de conciencia. Debemos recordar que todas las cosas están guiadas por la razón, pero que es una razón vasta y universal que no siempre podemos ver. 

Día 74 – El autoengaño es nuestro enemigo

Autoengaño, delirios de grandeza: no son sólo rasgos molestos de la personalidad. El ego es más que algo desagradable. Es el enemigo jurado de nuestra capacidad para aprender y crecer.
Como dijo Epicteto, "Es imposible que una persona comience a aprender algo que cree que ya sabe". 
No seremos capaces de mejorar, ni podremos aprender o ganarnos el respeto de los demás si pensamos que ya somos perfectos. En este sentido, el ego y el autoengaño son enemigos de las cosas que deseamos tener porque nos engañamos creyendo que ya las poseemos.
De modo que debemos enfrentar al ego con la misma hostilidad y desprecio que insidiosamente despliega contra nosotros, para mantenerlo alejado, aunque sólo sea por veinticuatro horas seguidas.

Día 75 – El presente es todo lo que tenemos

Hoy, observa cuán a menudo estás queriendo que el pasado sea más de lo que fue —diferente, mejor, todavía aquí, etc—,  o queriendo que el futuro se desarrolle exactamente como tú quieres —sin dedicarle siquiera un pensamiento a cómo eso podría afectar a otras personas—.
Cuando haces eso, te estás olvidando del momento presente. Y este presente es lo único que tienes, y tiene fecha de vencimiento. Si lo disfrutas todo, será suficiente. Puede durar una vida entera.

Día 76 – Esa parte tuya que es sagrada

El hecho de que puedes pensar te da la capacidad de volverte mejor y de mejorar tus circunstancias. Es importante que aprecies esa habilidad. No todo el mundo tiene la suerte de tenerla. Tómate un tiempo hoy para recordar que has sido bendecido con la capacidad de usar la lógica y la razón. Eso te da un poder impensable para alterar tus circunstancias y las de los demás. Recuerda también que con el poder viene la responsabilidad.

Día 77 – La belleza de la capacidad de elegir

Tú no eres tu cuerpo o tu peinado, sino tu capacidad para elegir bien. Si tus elecciones son bellas, tú también lo serás. Es fácil confundir la imagen que presentamos al mundo con quien realmente somos, especialmente cuando los medios de comunicación deliberadamente tratan de desenfocar esa distinción.
Puede que hoy tengas una apariencia agradable, pero si tu apariencia fuera el resultado de una obsesión vana frente al espejo esta mañana, los estoicos se preguntarían si tu belleza es real. Un cuerpo ejercitado con trabajo duro es admirable, pero uno creado para impresionar a otros en el gimnasio no lo es. 
Eso es lo que los estoicos nos invitan a considerar. No las apariencias de las cosas, sino el esfuerzo, la actividad y las elecciones de las que son resultado.

Día 78 – Imposible sin tu consentimiento
No podemos culpar a otras personas por hacernos sentir estresados o frustrados más de lo que podemos culparlos por nuestros celos. La causa del estrés, la frustración o los celos, está dentro de nosotros. 
Como dijo Marco Aurelio: “Hoy me escapé de la presión de las circunstancias, o mejor dicho, la dejé salir, porque la presión no estaba fuera de mí, sino en mis propias suposiciones”.

Día 79 – Sabiduría atemporal
Cada individuo tiene una opción. Siempre eres tú quien tiene el control. La causa de la irritación, o la noción de que algo está mal, proviene de nosotros, de nuestras etiquetas o expectativas. Podemos cambiar nuestro punto de vista y decidir aceptar y amar lo que sucede a nuestro alrededor. Y esta sabiduría se ha repetido y descubierto de forma independiente en cada siglo y país desde que comenzó el tiempo.

Día 80 – Listo y en casa
Estaríamos locos si buscáramos dificultades, pero estaríamos igualmente locos si fingiéramos que no van a suceder. Por eso, cuando toquen a nuestra puerta, como podría ocurrir hoy o mañana, asegurémonos de estar preparados para responder. No como cuando llega un visitante de sorpresa a altas horas de la noche, sino como cuando estamos esperando a un invitado importante: vestidos, concentrados, listos para partir.
No debemos desear las adversidades, sino la virtud que las hace soportables.

Día 81 – El mejor retiro es adentro, no afuera
Adonde sea que vayas, ahí estarás. No vas a encontrar más paz en las montañas que en tu propia alma. Si estás esperando las vacaciones para sentirte en paz, va a ser difícil que la sientas. La paz no está en el futuro, y no está afuera. Tienes que experimentarla aquí y ahora. Tómate unos minutos, respira, desconéctate de tus problemas. Tú eres ese centro que puede estar en calma incluso en medio de la agitación. Sólo esa conciencia te dará paz. 

Día 82 – La educación verdadera
Tener puestos los zapatos no significa que estás caminando. Tener un título en la pared no significa que estás educado. Es un comienzo, pero no es suficiente. Si lo fuera, ¿cómo podrían tantas personas “educadas” tomar decisiones irracionales? ¿O no entender cosas obvias? En parte, se debe a que olvidan que deben centrarse únicamente en aquello que pueden controlar.
Así como puedes caminar bastante bien sin zapatos, no necesitas entrar en un aula para comprender la realidad básica y fundamental de la naturaleza y tu papel en ella. Empieza por la conciencia y la reflexión. No solo una vez, sino cada segundo de cada día.

Día 83 – El alma con camisa de fuerza
Las enfermedades del alma racional son como vicios fuertes y duraderos. La codicia y la ambición han puesto al alma en una camisa de fuerza y han empezado a convertirse en males permanentes en su interior. Son enfermedades distorsionan el juicio y hacen que las personas les dediquen mucha energía a cosas que son apenas deseables.
¿Qué errores de juicio podrían estar provocando tus “vicios”? ¿Qué "enfermedades" podrías tener? ¿Y cómo podría intervenir tu mente racional para regularlos?
Sereno y desprendido, vivo en libertad.

Día 84 – Hay filosofía en todo
Come como un ser humano, bebe como un ser humano, vístete, cásate, ten hijos, sé activo políticamente, sufre abuso, relaciónate con un hermano, padre, hijo, vecino o compañero testarudo. Muéstranos estas cosas para que podamos ver que realmente has aprendido de los filósofos.
Esto es lo que Epicteto quiere decir sobre el estudio de la filosofía. Estudia, sí, pero ve a vivir tu vida también. Es la única forma en que realmente comprenderás lo que significa. Y lo que es más importante, es solo a partir de tus acciones y elecciones a lo largo del tiempo que será posible ver si tomaste en serio alguna de las enseñanzas.
Sé consciente de eso hoy, cuando vayas a trabajar, o a una cita, cuando decidas por quién votar, llames a tus padres por la noche, saludes a tu vecino mientras caminas hacia tu puerta, le des propina al repartidor, le des las buenas noches a alguien a quien amas. Todo eso es filosofía. Todo es experiencia que les da sentido a las palabras.

Día 85 – La salud y la libertad son gratis

Hay dos formas de ser rico: conseguir todo lo que quieres o disfrutar de lo que ya tienes. ¿Qué es más fácil aquí y ahora? Lo mismo ocurre con la libertad. Si te irritas y luchas por más, nunca serás libre. Si pudieras descubrir y apreciar la libertad que ya tienes serías libre aquí y ahora.

Día 86 - ¿Qué influye sobre tu razonamiento?

¿Quién vigila a los vigilantes?

Nosotros podemos preguntarnos algo parecido: ¿Qué factores influyen en los razonamientos que guían nuestra vida? Esto podría implicar una exploración de temas como biología evolutiva, psicología, neurología, o incluso el subconsciente. Porque estas fuerzas moldean incluso las mentes racionales más disciplinadas. Puedes ser la persona más paciente del mundo, pero si la ciencia muestra que tomamos malas decisiones con el estómago vacío, ¿de qué sirve toda esa paciencia?

Y no te detengas en el estoicismo, explora también las fuerzas que lo impulsan y lo hacen posible. Observa en qué se basa esta filosofía que estás estudiando, cómo funcionan el cuerpo y la mente. Trata de comprender no sólo tu razón dominante —los vigilantes— sino también a quienquiera y lo que sea que la gobierne.

Día 87 – Paga por lo que las cosas realmente valen

Las cosas buenas de la vida cuestan lo que cuestan. Las cosas innecesarias no valen la pena a ningún precio. La clave es ser conscientes de la diferencia.

Invierte tu tiempo, tu trabajo y tu dinero en personas, cosas y actividades que sean realmente valiosas y que vayan a mejorar tanto tu vida como las de los demás.

Día 88 – La cobardía es un problema de diseño

La vida sin diseño es errática. Tener principios y planes es imprescindible. No hay nada más vergonzoso que una conducta vacilante y una retirada cobarde, pero esto sucederá en todos nuestros asuntos a menos que eliminemos las causas que detienen nuestro espíritu, impidiéndole seguir adelante y hacer un esfuerzo total.

El equipo contrario sale a ganar, establece una ventaja temprana y el tuyo no tiene tiempo de recuperarse. Entras en una reunión de negocios, te encuentra desprevenido y todo sale mal. Una delicada conversación se convierte en una pelea de gritos. Cambiaste de especialización a la mitad de la universidad y tuviste que comenzar de nuevo tus estudios y te graduaste tarde. ¿Te suena familiar? Es el caos que resulta de no tener un plan. No porque los planes sean perfectos, sino porque las personas sin planes, así como una línea de soldados de infantería sin un líder fuerte, tienen muchas más probabilidades de sentirse abrumadas y desmoronarse.

No intentes inventar un plan sobre la marcha. Ten uno preparado.

Día 89 - ¿Por qué necesitas impresionar a otras personas?

¿Hay algo más triste que los enormes esfuerzos que hacemos para impresionar a alguien? Las cosas que hacemos para ganarnos la aprobación de alguien pueden parecer, cuando las examinamos en retrospectiva, el resultado de alguna forma de locura temporal. De repente, estamos usando ropa incómoda y ridícula porque nos dijeron que está de moda, comemos de manera diferente, hablamos de manera diferente, esperamos ansiosamente una llamada o un mensaje de texto. Si hiciéramos estas cosas porque nos gustan, estaría bien. Pero eso no es lo que sucede. Es solo un medio para conseguir que alguien nos dé el visto bueno.

La ironía, como Marco Aurelio señala repetidamente, es que las personas cuya opinión codiciamos no son tan buenas. Tienen defectos, están distraídas y cautivadas por todo tipo de tonterías. Sabemos esto y, sin embargo, no queremos pensar en ello.

Este tipo de conductas nos lleva muy lejos de la tranquilidad y la seguridad que esta filosofía nos puede proporcionar.

Día 90 – Razón en todas las cosas

Si nuestras vidas no se rigen por la razón, ¿qué las rige? ¿Impulso? ¿Capricho? ¿Mimetismo? ¿Hábitos irreflexivos? Mientras examinamos nuestro comportamiento pasado, es triste la frecuencia con la que encontramos que ese es el caso, que no estábamos actuando consciente o deliberadamente, sino movidos por fuerzas que ni nos molestamos en evaluar. También es probable que esos sean los momentos de los que más nos arrepintamos.

Día 91 – Eres un producto de tu entrenamiento

Un perro al que se le permite perseguir autos, persigue autos. Un niño al que nunca se le ponen límites, se echa a perder. Un inversor sin disciplina no es un inversor, es un jugador. Una mente que no se controla a sí misma, que no comprende su poder para regularse, será sacudida por eventos externos e impulsos no cuestionados.

Presta atención y comienza a crear buenos hábitos ahora para reemplazar la ignorancia y la mala disciplina. Solo así comenzarás a comportarte y actuar de manera diferente.

Solo así dejarás de buscar lo imposible y lo que no es necesario.

Día 92 – El color de tus pensamientos
“Tu mente tomará la forma de tus pensamientos frecuentes, porque el espíritu humano se colorea con esas impresiones”, dijo Marco Aurelio.
Si te sientas en una mala posición durante algunos años, la curvatura de tu columna cambiará. Viendo una radiografía (o una autopsia), un médico puede saber si alguien se sentó en un escritorio para ganarse la vida. Si usas zapatos pequeños, tus pies comenzarán a tomar esa forma.
Lo mismo ocurre con la mente. Si te parece que todo es negativo, todo lo que encuentres te parecerá negativo. 

Día 93 – Ten cuidado con lo que dejas entrar
¿Cuánto más difícil es hacer lo correcto cuando te rodean personas con estándares bajos? ¿Cuánto más difícil es ser positivo y empático cuando estás dentro de la burbuja de negatividad de la charla televisiva? ¿Cuánto más difícil es concentrarte en tus propios problemas cuando estás distraído con el drama y el conflicto de otras personas?
Inevitablemente, en algún momento estaremos expuestos a ese tipo de influencias, sin importar cuánto tratemos de evitarlas. Pero cuando lleguen, recuerda que no estamos obligados a permitir que esas influencias penetren en nuestras mentes. Tenemos la capacidad de poner la guardia en alto y decidir qué es lo que queremos que entre. Es posible que personas no invitadas lleguen a tu casa, pero no tienes por qué pedirles que se queden a cenar. No tienes por qué dejarlos entrar a tu mente.

Día 94 – Engañados y divididos
Dices que quieres formar una pareja estable, pero pasas tu tiempo en fiestas a las que sólo van personas a las cuales esa idea no les interesa. Dices que quieres hablar chino, pero no sabes ni dónde lo enseñan. Pruebas dos estrategias contradictorias y te sorprendes cuando no funcionan. 
Una mano está trabajando contra la otra. 
Hay una guerra civil en tu interior, y es causada por deseos contrapuestos, juicios errados y pensamientos basados en prejuicios. 
Pregúntate si esto es realmente lo que estás buscando, si es lo que realmente quieres.
Sé consistente y deja de trabajar en contra de ti mismo.

Día 95 – No dejes que esto se te suba a la cabeza
“Asegúrate de no ser nombrado "Emperador", evita esa mancha imperial. Puede sucederte, así que mantente simple, bueno, puro, amigo de la justicia, amable, cariñoso y fuerte en tu propio trabajo. Lucha por seguir siendo la persona que la filosofía ha querido hacer de ti. La vida es corta. El fruto de esta vida es un buen carácter y poder trabajar para el bien común", escribió Marco Aurelio.
Es difícil incluso concebir cómo debe haber sido la vida de Marco Aurelio: no nació emperador, ni obtuvo el puesto deliberadamente. Simplemente le fue impuesto. De repente, se convirtió en el hombre más rico del mundo, jefe del ejército más poderoso de la tierra, y se vio gobernando el imperio más grande de la historia, siendo considerado un dios entre los hombres.
No es de extrañar que escribiera pequeños mensajes como este. Sin ellos, podría haber perdido el sentido de lo que era importante y caído presa de las mentiras de todas las personas que necesitaban cosas de él. 
Si tenemos éxito, debemos asegurarnos de que no nos cambie, de que continuemos manteniendo nuestro carácter a pesar de la tentación de no hacerlo. 
La razón debe marcar el camino sin importar la buena suerte que se nos presente.

Día 96 – Confía, pero verifica
Una de las maravillas de nuestra mente es la rapidez con la que puede comprender y categorizar cosas. Constantemente tomamos decisiones en una fracción de segundo, basándonos en años de experiencia y conocimiento, pero usamos la misma habilidad para confirmar prejuicios, estereotipos y suposiciones. Claramente, la primera capacidad es una fuente de fortaleza, mientras que la segunda es una gran debilidad.
Perdemos muy poco al tomarnos un momento para considerar nuestros propios pensamientos. ¿Es esto realmente tan malo? ¿Qué sé realmente de esta persona? ¿Por qué tengo sentimientos tan fuertes aquí? ¿La ansiedad realmente contribuye mucho a la situación? 
Al hacernos estas preguntas, al poner a prueba nuestras impresiones, es menos probable que nos dejemos llevar por ellas y que tomemos una decisión equivocada. Somos libres de usar nuestros instintos, pero siempre debemos, como dice el proverbio ruso, "confiar, pero verificar".

Día 97 – Prepárate para la negatividad
Puedes estar seguro de que en algún momento del día vas a interactuar con alguien que te parezca un idiota (como todos lo hemos sido). La pregunta es: ¿Estarás preparado para ello?
Alguien recomendaba tragarse un sapo en el desayuno, para estar ya inmunizados desde la mañana contra cualquier otra cosa repugnante que pueda suceder durante el día. ¿No sería mejor comprender desde el principio, justo cuando te despiertas, que otras personas a menudo se comportan de manera egoísta o ignorante (el sapo) que irlo descubriendo a lo largo del día?
Esa es una buena práctica, pero también recuerda que nadie puede implicarte en la fealdad, ni necesitas enojarte con tus parientes u odiarlos. El objetivo de esta preparación no es descartarlos a todos por adelantado. Es, tal vez, que por el hecho de haberte preparado, podrás actuar con paciencia, perdón y comprensión.

Día 98 – Espera poder cambiar tus opiniones
“Hay dos cosas que deben erradicarse en los seres humanos: la opinión arrogante y la desconfianza. La opinión arrogante cree que nada más es necesario, y la desconfianza asume que bajo el torrente de las circunstancias no puede haber felicidad”, dijo Epícteto. 
¿Con qué frecuencia comenzamos algún proyecto con la certeza de que sabremos exactamente cómo irá? ¿Con qué frecuencia conocemos personas y creemos que sabemos exactamente cómo son? ¿Y con qué frecuencia se demuestra que estas suposiciones son total y absolutamente incorrectas?
Por eso debemos luchar contra nuestros prejuicios: porque son una carga. Pregúntate: ¿Qué no he considerado? ¿Por qué esta situación es como es? ¿Soy parte del problema o de la solución? ¿Podría estar equivocado aquí? Sé doblemente cuidadoso al considerar lo que no sabes, y luego compara eso con el conocimiento que realmente tienes.
La enseñanza fundamental de esta filosofía es que es posible que no seamos tan inteligentes y sabios como nos gustaría pensar que somos. Si queremos alcanzar la sabiduría, lo haremos a partir del cuestionamiento y la humildad; no, como a muchos les gustaría pensar, a través de la certeza, la desconfianza y la arrogancia.

Día 99 – El costo de aceptar falsificaciones
Cuando se trata de ver si los dólares son auténticos o falsos, extremamos todas las medidas de precaución, pero cuando se trata de observar la solidez de nuestros principios, bostezamos y nos quedamos dormidos, aceptando cualquier apariencia sin preocuparnos por el costo.
Deberíamos observar nuestros pensamientos y actitudes con tanta atención como el cajero de una casa de cambio observa el dinero. Porque la primera y más grande tarea del filósofo es evaluar y separar las apariencias, y no actuar sobre nada que no haya pasado por el filtro de su razón.

Día 100 – Pon a prueba tus impresiones
Los líderes audaces dicen "confíen en su instinto". Un gurúes espirituales afirman que es importante "dejar que nuestro cuerpo nos guíe". Un amigo que intente ayudarnos con una decisión difícil podría preguntar: "¿Cómo te sientes al respecto?"
Estos enfoques para la toma de decisiones contradicen los voluminosos estudios de casos en los que los instintos de las personas las han metido en problemas. 
¡Nuestros sentidos nos llevan por mal camino la mayor parte del tiempo! 
Como animales sometidos a la lenta fuerza de la evolución, hemos desarrollado todo tipo de prejuicios y respuestas emocionales que podrían haber funcionado bien en la sabana, pero son totalmente contraproducentes en el mundo actual.
Parte del estoicismo es cultivar la conciencia que nos permite dar un paso atrás y analizar nuestros propios sentidos, cuestionar su precisión y proceder sólo con las acciones que consideramos positivas y constructivas. 
Claro, es tentador abandonar la disciplina y hacer sólo lo que se siente bien, pero si nuestros muchos arrepentimientos juveniles son una indicación, lo que se siente bien ahora mismo no siempre se siente bien con el tiempo. 
Preste mucha atención a lo que le dicen sus sentidos. 
De nuevo, confía, pero siempre verifica.

Día 101 – Lo que nos perturba son los juicios
"No son los eventos en sí mismos los que nos perturban, sino los juicios que hacemos sobre ellos", dijo Epicteto. 
Tenemos un "ojo que percibe" y un "ojo que observa". El que observa ve lo que es. El que percibe ve lo que supuestamente significan las cosas. ¿Cuál crees que nos causa más angustia?
Un evento es inanimado. Es objetivo. Simplemente es lo que es. Eso es lo que ve nuestro ojo observador.
Esto me arruinará. ¿Cómo pudo pasar esto? ¡Uf! Es culpa de tal y tal. 
Ese es nuestro ojo perceptor en acción. 
Traerá disturbios y luego culpará por ellos a lo que sea que haya pasado.

Día 102 – Si quieres aprender, sé humilde
“Desecha tus opiniones soberbias, porque es imposible que una persona comience a aprender lo que cree que ya sabe”, dijo Epícteto. De todos los estoicos, él es el que está más cerca de ser un verdadero maestro. Tenía una escuela. De hecho, su sabiduría se nos transmite a través de un estudiante que tomó notas durante sus clases. 
Una de las cosas que más frustraban a Epícteto acerca de los estudiantes de filosofía, y que ha frustrado a todos los profesores universitarios desde el comienzo de los tiempos, era ver cómo los estudiantes afirmaban querer que les enseñen, mientras que en secreto creían que ya lo sabían todo.
La realidad es que todos somos culpables de pensar que lo sabemos todo, y todos aprenderíamos más si pudiéramos dejar de lado esa actitud. Por más inteligentes o exitosos que seamos, siempre hay alguien que es más inteligente, más exitoso y más sabio que nosotros. 
Si quieres aprender, si quieres mejorar tu vida, buscar profesores y grandes libros es un buen comienzo. Pero ese enfoque solo será eficaz si eres humilde y estás dispuesto a dejar de lado las opiniones que ya tienes.

Día 103 – Rechaza regalos tentadores
Lo que parece nuevo y brillante puede meternos en serios problemas.
A veces, ofertas tentadoras y promesas de futuros venturosos pueden transformarse en trampas que nos lleven a experimentar situaciones que nunca hubiéramos deseado experimentar.
Presta atención. No te dejes engañar con espejitos de colores. Usa lo que necesitas. Pon tu energía en las cosas que son verdaderamente importantes.

Día 104 - Menos es más
"No actúes a regañadientes, egoístamente, sin la debida diligencia. No intentes inflar tus pensamientos con un lenguaje refinado. No seas una persona de demasiadas palabras y demasiados hechos. . . . Sé alegre, y no busques ayuda externa o el alivio que otros te puedan brindar. Una persona necesita pararse por sí misma, no estar apoyada en otros". (Marco Aurelio).
En la mayoría de las áreas de la vida, el dicho "Menos es más" es cierto. Por ejemplo, los escritores que admiramos tienden a ser maestros de la economía y la brevedad. Lo que omiten es tan importante, a veces hasta más importante, que lo que dicen. Hay un poema de Philip Levine titulado "Él nunca usaría una palabra allí donde ninguna sería suficiente". Y en Hamlet, lo ejemplifica la réplica de la reina Gertrudis después de un largo discurso retórico de Polonio: “Más contenido con menos arte”, le dice.
Imagine al emperador de Roma, con su audiencia cautiva y su poder ilimitado, diciéndose a sí mismo que no debe ser una persona de "demasiadas palabras y demasiados hechos". Que sea un recordatorio la próxima vez que te sientas complaciente o un poco lleno de ti mismo, la próxima vez que desees impresionar a la gente.

Día 105 – Ser expertos en lo que importa
“Créeme, es mejor hacer el balance de tu propia vida que el del mercado de granos”, dijo Séneca.
Algunas personas logran ser expertas en resultados deportivos, trivialidades de celebridades o hábitos de higiene del clero del siglo XIII.
Podemos ser muy buenos en lo que nos pagan por hacer, o ser expertos en un pasatiempo por el que desearíamos que nos pagaran. Sin embargo, nuestras propias vidas, hábitos y tendencias, pueden ser un misterio para nosotros.
Séneca estaba escribiendo este importante recordatorio a su suegro, que estuvo durante un tiempo a cargo del granero de Roma. Luego, su cargo fue revocado por motivos políticos. 
¿A quién le importa?, le dijo Séneca, ahora puedes enfocar esa energía en tu vida interior.
Al final de tu estadía en este planeta, ¿qué experiencia será más valiosa: tu comprensión de los asuntos de la vida y la muerte, o tu conocimiento sobre la historia del club Boca Juniors? ¿Qué ayudará más a sus hijos, tu percepción de la felicidad y el significado de la vida, o que seguiste las últimas noticias políticas todos los días durante treinta años?

Día 106 – Paga tus impuestos

“Pago mis impuestos con mucho gusto. Las cosas que nos molestan o nos causan angustia son como los impuestos de la vida, cosas de las cuales nunca debemos esperar librarnos”, dijo Séneca.

Cuando llega la hora de pagar los impuestos, es posible que tú seas como muchas personas, y te quejes de cuánto tienes que entregarle al gobierno. ¿El cuarenta por ciento de todo lo que gano va para esas personas? ¡¿Y para qué?!

En primer lugar, los impuestos van a muchos programas y servicios que es muy probable que tú des por sentados. Segundo, ¿crees que eres tan especial? La gente se ha estado quejando de sus impuestos durante miles de años. Supéralo. En tercer lugar, es un buen problema. Mucho mejor que, digamos, ganar tan poco que no te quede nada para pagar al gobierno, o vivir en una anarquía y tener que pagar por cada servicio básico en una lucha contra la naturaleza.

Pero, lo que es más importante, los impuestos sobre la renta y la propiedad no son los únicos que tenemos que pagar en la vida. Son sólo la forma financiera. Todo lo que hacemos tiene un peaje. Esperar es un impuesto al viajar. Los rumores y las habladurías son los impuestos que se derivan de adquirir una personalidad pública. Los desacuerdos y la frustración ocasional son impuestos que gravan incluso las relaciones más felices. El robo es un impuesto sobre la abundancia y las cosas que otras personas quieren. El estrés y los problemas son tarifas que vienen asociadas al éxito. Y sigue y sigue y sigue.

Hay muchas formas de impuestos en la vida. Puede discutir con ellos, puede hacer todo lo posible para evadirlos, o, simplemente, puedes pagarlos y disfrutar de los frutos de lo que puedes conservar.

Día 107 – Observa causa y efecto

“En la conversación, presta mucha atención a lo que se dice, y en la acción, a sus consecuencias. En la acción, busca inmediatamente el objetivo, en las palabras, escucha atentamente lo que se está señalando", dijo Marco Aurelio.

Identifica patrones destructivos para que, con el tiempo, puedas orientar tu conducta en una dirección más positiva.

Marco Aurelio te sugiere que te conviertas en un observador de tus propios pensamientos y de las acciones que esos pensamientos provocan. ¿De dónde vienen? ¿Qué prejuicios contienen? ¿Son constructivos o destructivos? ¿Te hacen cometer errores o participar en comportamientos que luego lamentas? Busca patrones hasta encontrar el lugar en donde la causa se encuentra con el efecto.

Sólo así se pueden romper los patrones de comportamiento negativos; solo entonces se pueden realizar mejoras en la vida real.

Día 108 – No hay daño, no hay falta

“Acaba con la opinión de que estás siendo perjudicado, y el daño desaparecerá. Olvídate de la idea de ser lastimado y nadie podrá lastimarte", dijo Marco Aurelio.

Una palabra puede tener varios significados, puede ser un insulto o una muestra de amistad. De la misma manera, algo dicho con humor es diferente de algo que fue dicho con un estilo directo y mezquino.

La interpretación que hacemos de un comentario tiene un poder inmenso. Puede ser la diferencia entre unas risas y unos sentimientos heridos. El motivo para empezar una pelea o dos personas pasando un buen momento.

Por eso es tan importante controlar los puntos de vista que están detrás de nuestras interacciones. Cuando escuchas o ves algo, ¿con qué lente interpretas? ¿Cuál es tu interpretación predeterminada de las intenciones de otras personas?

Si estar molesto o herido es algo que te gustaría experimentar con menos frecuencia, asegúrate de que tus interpretaciones de las palabras de los demás lo hagan posible. 

Día 109 – Las opiniones son como…

“¿Qué es la mala suerte? Una opinión. ¿Qué son conflicto, disputa, culpa, acusación, irreverencia y frivolidad? Todas opiniones que se encuentran fuera de nuestra propia elección razonada, presentadas como si fueran buenas o malas. Deje que una persona opine sólo sobre lo que pertenece al campo de su propia elección, y le garantizo que esa persona tendrá tranquilidad, pase lo que pase a su alrededor", dijo Epícteto.

Opiniones. Todos tienen las suyas. 

Piensa en las opiniones que tienes: sobre si el clima de hoy es conveniente, sobre lo que creen los liberales o los conservadores, sobre si el comentario de alguien es grosero o no, sobre si alguien tiene éxito (o no), y así sucesivamente. 

Constantemente miramos el mundo que nos rodea y ponemos nuestra opinión por encima de él. Y nuestra opinión a menudo está formada por dogmas (religiosos o culturales), expectativas y, en algunos casos, ignorancia.

¡No es de extrañar que nos sintamos molestos y enojados con tanta frecuencia! Pero, ¿y si dejamos ir estas opiniones? Intentemos eliminarlas de nuestras vidas para que las cosas simplemente sean. 

Día 110 – Nuestra esfera de impulsos

Nuestros impulsos deben ser observados y encaminados, de acuerdo a su valor, hacia acciones que deriven en el mayor bien de todos los que serán afectados por ellos.

Ya sea que estemos en una situación de poder, o que no lo tengamos en absoluto, es fundamental dejar espacio para lo que pueda suceder y mantener el bien común y el valor real de las cosas al frente y al centro. Y, sobre todo, estar dispuestos a aprender de todos y cada uno, independientemente de su posición en la vida.

Día 111 – Lo verdaderamente bueno es simple

Si comienzas por poner tu mente en cosas que son indudablemente buenas —sabiduría, autocontrol, justicia, coraje—, ya no podrás escuchar el refrán popular de que hay demasiadas cosas buenas que hacer o experimentar en la vida”, dijo Marco Aurelio.

¿Es muy polémico decir que hay cosas que la gente valora —y te presionan a valorar—  y que hay cosas que son realmente buenas? ¿O cuestionar si la riqueza y la fama son todo lo que dicen ser? 

Como observó Séneca en una de sus obras: “¡Si tan solo el corazón de los ricos se abriera a todos! Qué grandes son los temores que el dinero despierta en ellos".

Durante siglos, la gente asumió que la riqueza sería una maravillosa respuesta para su infelicidad o sus problemas. ¿Por qué otra razón habrían trabajado tan duro para lograrlo? Pero cuando las personas realmente adquirieron el dinero y el estatus que ansiaban, descubrieron que no era exactamente lo que esperaban. Lo mismo ocurre con tantas otras cosas que codiciamos sin pensar.

Por otro lado, el “bien” que defienden los estoicos es más sencillo y directo: sabiduría, dominio propio, justicia, coraje. Nadie que adquiere estas virtudes silenciosas experimenta el remordimiento del comprador.

Día 112 – No dejes que tu atención se disperse

Einstein no inventó la teoría de la relatividad mientras realizaba múltiples tareas en la oficina de patentes suiza. Lo hizo cuando realmente tuvo tiempo para concentrarse y estudiar. 

La atención es importante, y en una era en la que cada nueva aplicación, sitio web, artículo, libro, tweet y publicación están luchando por nuestra atención, su valor solo ha aumentado.

La atención es un hábito, y dejar que se desvíe y divague aumenta la posibilidad de cometer errores.

Nunca completarás todas sus tareas si te distraes con cada pequeña interrupción. Tu atención es uno de tus recursos más importantes. ¡No la malgastes!

Día 113 – Las características de una persona racional

“Estas son las características del alma racional: autoconciencia, autoanálisis y autodeterminación. Recoge su propia cosecha. . . . Tiene éxito en su propio propósito. . . ", dijo Marco Aurelio. Para ser racionales hoy, tenemos que hacer solo tres cosas: Primero, debemos mirar hacia adentro. A continuación, debemos examinarnos críticamente. Finalmente, debemos tomar nuestras propias decisiones, sin estar inhibidos por prejuicios o nociones populares.

Día 114 – La mente es toda tuya

El cuerpo puede ser deteriorado por una enfermedad, o incapacitado en un accidente repentino. Puede ser encarcelado o sometido a tortura. La respiración puede cesar repentinamente porque ha llegado nuestro momento o porque alguien nos la ha quitado. La respiración también puede volverse más laboriosa debido al esfuerzo o la enfermedad. Pero nuestra mente es nuestra hasta el final.No es que nuestro cuerpo y nuestra respiración no importen. Son simplemente menos "nuestros" que nuestra mente. No pasarías mucho tiempo arreglando una casa que alquilas, ¿verdad? Nuestra mente es nuestra, libre y clara. Asegurémonos de tratarla bien.

Día 115 – Un uso constructivo del desprecio

“Así como cuando se nos ofrece carne u otros alimentos, pensamos que se trata de un pez, un pájaro o un cerdo muertos; y cuando nos ofrecen vino vemos solo el jugo de un racimo de uvas,  o cuando pensamos en el sexo, recordamos que solo es una fricción de las partes íntimas, seguidas de un espasmo, de la misma manera nuestras impresiones perciben los hechos reales y los impregnan, de modo que los vemos como realmente son", dijo Marco Aurelio. Hay un ejercicio estoico que bien podría describirse como “expresiones de desprecio”. Los estoicos usan un lenguaje casi cínico para desmitificar algunas cosas o situaciones. La broma de Marco Aurelio sobre el sexo... ¿por qué diría algo así? Bueno, si te tomas un segundo para considerar el sexo bajo una luz tan absurda, es menos probable que hagas algo vergonzoso para conseguirlo. Es un contrapeso al impulso natural que sentimos hacia algo bueno. Podemos aplicar esta misma forma de pensar a muchas cosas que la gente valora. Considera esa foto que ves en las redes sociales y te hace sentir envidia; imagina a la persona escenificándola minuciosamente. ¿Qué pasa con esa promoción laboral que significa tanto? Observa las vidas de otras personas supuestamente exitosas. ¿Todavía crees que tienen un poder mágico? Dinero, billetes y monedas de los que siempre queremos más y de los que somos tan reacios a desprendernos, piensa en qué manos estuvo. Este ejercicio no te convertirá en un cínico, pero te proporcionará una objetividad muy necesaria.

Día 116 – No hay nada de malo en estar equivocado

“Si alguien puede demostrarme y probar que estoy equivocado, con gusto cambiaré, porque busco la verdad, por la cual nadie fue dañado jamás. El que más sufre es el que permanece en el engaño y la ignorancia", dijo Marco Aurelio. Alguien intentó una vez discutir con el filósofo Cicerón, citando algo que había dicho o escrito. Afirmaba que Cicerón estaba diciendo una cosa ahora, pero que había creído algo diferente en el pasado. Su respuesta fue: “¡Vivo de un día para otro! Si algo me parece probable, lo digo; y así es como, a diferencia de los demás, sigo siendo libre". Nadie debería avergonzarse por cambiar de opinión; para eso está la mente. "Una coherencia tonta es la característica de las mentes pequeñas", dijo Emerson. Es por eso que hacemos todo lo posible para aprender y exponernos a la sabiduría. Sería vergonzoso si no acabáramos descubriendo que nos equivocamos en el pasado. Recuerda: eres libre. Cuando alguien te señala una falla legítima en tus creencias o en tus acciones, no te está criticando. Te presenta una alternativa mejor. Acéptalo.

Día 117 – En el entrenamiento pasan cosas

“Cuando tu compañero de entrenamiento te golpea, no protestas, ni sospechas de él como si estuviera conspirando contra ti, pero lo vigilas, no como a un enemigo, sino con una sana precaución. Debes actuar de esta manera con todas las cosas en la vida", dijo Marco Aurelio. Al ver cada día y cada situación como una especie de entrenamiento, lo que está en juego se vuelve mucho menor. La forma en que interpretas tus propios errores y los de los demás de repente se vuelve más generosa. Cuando recibas un codazo o un golpe injusto hoy, sacúdete el dolor y recuerda: estoy aprendiendo. Mi compañero de entrenamiento también está aprendiendo. Esta es una práctica para los dos, eso es todo. Ahora sabes un poco más sobre él o ella, y por ti reacción, ellos también aprenderán un poco más sobre ti.

Día 118 – Dalo vuelta

“Míralo desde otro punto de vista y observa cómo es: cómo se vuelve cuando está viejo, enfermo o se prostituye. Qué efímeros son el que elogió y el elogiado, el que recuerda y el recordado. Recordado en algún perdido rincón, e incluso allí no de la misma manera por todos, ni siquiera por uno. Y la tierra entera no es más que una mota de polvo”, dijo Marco Aurelio. El estoicismo consiste en mirar las cosas desde todos los ángulos. Ciertas situaciones son más fáciles de entender desde diferentes perspectivas. En situaciones potencialmente negativas, la mirada objetiva, incluso superficial, puede ser superior. Esa vista podría permitirnos ver las cosas con claridad sin sumergirnos demasiado en lo que podría representar o lo que podría haberlas causado. En otras situaciones, particularmente aquellas que involucran algo impresionante o digno de elogio, es útil otro enfoque, como el de las expresiones de desprecio. Al examinar las situaciones de adentro hacia afuera, podemos sentirnos menos intimidados por ellas, es menos probable que nos influyan. Profundiza en tu miedo a la muerte o a la oscuridad, y ¿qué encontrarás? 

Día 119 – Los deseos te esclavizan

En el mundo moderno, nuestras interacciones con la tiranía son un poco más voluntarias que en la antigüedad. Aguantamos a nuestro jefe controlador, aunque probablemente podríamos conseguir un trabajo diferente si quisiéramos. Cambiamos nuestra forma de vestir o nos abstenemos de decir lo que realmente pensamos porque queremos encajar en determinado grupo social. ¿Nos aguantamos críticos o clientes crueles? Es porque queremos su aprobación. En estos casos, su poder existe debido a nuestros deseos. Si cambias eso, eres libre.Recuerda: aceptar dinero, querer dinero —proverbial o literalmente— te convierte en un sirviente de las personas que lo tienen. La indiferencia hacia él, dijo Séneca, deja a los poderosos sin poder, al menos en lo que respecta a tu vida.

Día 120 – Quitándole el polvo a la vida

“Observa las estrellas en sus trayectorias e imagínate corriendo junto a ellas. Piensa constantemente en cómo se transforman los elementos, porque tales pensamientos le quitan el polvo de la vida terrena”, dijo Marco Aurelio.

Es casi imposible mirar las estrellas y no sentir algo. El cosmos nos llena de emociones complicadas. Por un lado, sentimos que somos muy pequeños en comparación con el vasto universo; por el otro, sentimos una conexión extrema con ese todo más amplio.

Obviamente, dado que estamos en nuestro cuerpo todos los días, es tentador pensar que eso es lo más importante del mundo. Pero contrarrestamos esa sensación mirando a la naturaleza, a cosas mucho más grandes que nosotros.

Mirar la hermosa extensión del cielo es un antídoto contra la irritante mezquindad de las preocupaciones terrenales.

Y es bueno y aleccionador perdernos en esa contemplación tan a menudo como podamos.

Día 121 - ¿Qué está de acuerdo con tu carácter?

“Así como lo que se considera racional o irracional difiere para cada persona, de la misma manera lo que es bueno o malo, y útil o inútil, es diferente para cada uno. Por eso necesitamos educación, para que aprendamos a ajustar nuestras nociones preconcebidas de lo racional y lo irracional en armonía con la naturaleza. Para lograr esto, no nos basamos simplemente en nuestra estimación del valor de las cosas externas, sino que también aplicamos la regla de lo que está de acuerdo con el carácter de uno", dijo Epícteto.

Es fácil quedar envueltos en nuestras propias opiniones sobre las cosas. Es como si nos adhiriéramos a guiones invisibles, siguiendo instrucciones o patrones que ni siquiera entendemos. Cuanto más cuestiones esos guiones y más los sometas a la rigurosa prueba de tu educación, más serás tu propia brújula. Tendrás convicciones y pensamientos que son tuyos y que no pertenecen a nadie más.

El carácter es una defensa poderosa en un mundo al que le encantaría poder seducirte, comprarte, tentarte y cambiarte. Si sabes lo que crees y por qué lo crees, evitarás las relaciones venenosas, los trabajos tóxicos y la mayoría de los males que afligen a las personas que no han pensado en sus preocupaciones más profundas. Esa es tu educación. Por eso haces este trabajo.

LA DISCIPLINA DE LA ACCIÓN

Acción correcta

Día 122 - Haz de tu carácter tu declaración más fuerte

“Porque la filosofía no consiste en una exhibición exterior, sino en prestar atención a lo que se necesita y ser conscientes de ello”, dijo Musonius Rufus.

El monje se viste con su túnica. Un banquero usa un traje caro y lleva un maletín. Un estoico no tiene uniforme y no se parece a ningún estereotipo. No es identificable por la vista o el sonido.

¿Hay forma de reconocerlos? Sí, por su carácter.

Día 123 – Sé la persona que quieres ser

“Primero, decide qué tipo de persona quieres ser, luego haz lo que tengas que hacer para convertirte en esa persona. Porque en casi todas las búsquedas vemos que ese es el camino. Aquellos que quieren ser atletas, primero eligen un deporte y luego se entrenan”, dijo Epícteto.

Es muy poco probable que un arquero alcance un objetivo al que no apuntó. Lo mismo ocurre con cualquiera, independientemente de lo que sea que busque. Y es seguro que no le acertarás al blanco si ni te molestas en apuntar y disparar.

Nuestras percepciones nos guían en la elección de lo que queremos, pero, en última instancia, son nuestras acciones las que determinan si llegaremos allí o no.

Así que dedica algo de tiempo, real e ininterrumpido, a pensar en lo que es importante para ti, cuáles son tus prioridades. Luego, trabaja en eso y abandona todos los demás. No es suficiente desear y esperar. Uno debe actuar, y actuar correctamente.

Día 124 – Muestra lo que sabes, no lo digas

“Aquellos que reciben la teoría de esta filosofía, inmediatamente quieren vomitarla, como hace el estómago cuando recibe comida en mal estado. Primero mastica bien tus teorías y así no las vomitarás. De lo contrario, estarán crudas y no serán nutritivas. Después de haberlas digerido, muéstranos los cambios en tus elecciones razonadas, al igual que los hombros de los gimnastas muestran su dieta y su entrenamiento”, dijo Epícteto.

Muchos de los aforismos estoicos son fáciles de recordar e incluso suenan inteligentes cuando se citan. Pero la filosofía no tiene ese objetivo. Su objetivo es convertir estas palabras en obras, combinar una enseñanza sólida con una conducta sólida.

Hoy, o en cualquier momento, cuando te des cuenta de que quieres mostrar algún conocimiento que tienes, agárralo y pregúntate: ¿Sería mejor decir estas palabras, o dejar que mis acciones y elecciones ilustren ese conocimiento por mí?

Día 125 – Lo que realmente impresiona

“¿Cuánto mejor es ser conocido por hacer las cosas bien que por vivir de manera extravagante? ¿Cuánto más valioso que gastar en lujos es gastar en personas?”, dijo Musonius Rufus.

Piensa en todo lo que sabes sobre el estilo de vida de los ricos y famosos. Ese compró una casa por tantos millones. Ese otro viaja con su propio peluquero. Ese tiene un tigre o un elefante como mascota.

Lo mismo pasaba siglos atrás. Ciertos romanos eran conocidos por los miles de sestercios que gastaban en sus estanques de carpas Koi. Otros eran famosos por sus orgías y suntuosas fiestas.

Los ricos obtienen lo que quieren con su manera de gastar: reputación. ¡Pero qué vacía! ¿Es realmente tan impresionante gastar, gastar y gastar? Teniendo el dinero, ¿quién no podría hacer eso?

Marco Aurelio vendió valientemente algunos de los muebles imperiales para pagar las deudas de guerra. Más recientemente, José Mujica, expresidente de Uruguay, se destacó por entregar el 90 por ciento de su salario presidencial a obras de caridad y por conducir un auto de veinticinco años. ¿Quién puede hacer cosas así? No todo el mundo. Entonces, ¿quién es más impresionante?

Día 126 – Tú eres el proyecto

“La materia prima para el trabajo de una buena persona es su propio motivo rector, el cuerpo es el del médico y el del preparador físico, y la finca el del agricultor”, dijo Epícteto.

Los profesionales no tienen que justificarse porque dedican tiempo a capacitarse o practicar su disciplina. Es lo que hacen, y la práctica es el medio por el cual se vuelven buenos en lo que hacen. Las materias primas varían de una carrera a otra, al igual que las ubicaciones y la duración varían según la persona y la profesión. Pero el trabajo de esos materiales y las mejoras graduales son una constante.

Según los estoicos, tu mente es el activo en el que más se debe trabajar y el que se debe comprender mejor.

Día 127 – La virtud es hermosa

“Entonces, ¿qué hace a un ser humano hermoso? ¿No es la presencia de la excelencia? Joven amigo, si quieres ser hermoso, trabaja con diligencia sobre tu personalidad. ¿Y qué es eso? Observa a aquellos a quienes elogias. ¿Prefieres al justo o al injusto? Al justo. ¿Al ecuánime o al indisciplinado? Al ecuánime. ¿Al que se auto controla o al descontrolado? Al que se auto controla. Al convertirte en ese tipo de persona, te volverás hermoso, pero en la medida en que ignores esas cualidades, serás feo, incluso si usas todos los trucos posibles para parecer hermoso”, dijo Epícteto.

Las nociones actuales de belleza son ridículas. Nuestros estándares de lo que es atractivo son muy poco estoicos, ya que valoramos las cosas sobre las que la gente casi no tiene control: pómulos, complexión, estatura, ojos.

¿Es realmente hermoso ganar la lotería genética? ¿O la belleza debería depender de las elecciones, acciones y atributos que desarrollamos? Equilibrio, sentido de la justicia, compromiso con el deber. Estos son rasgos hermosos y van mucho más allá de las apariencias.

Hoy puedes optar por no tener prejuicios, por actuar con justicia, mantener la calma, tener el control de ti mismo, incluso cuando eso signifique dedicación y sacrificio.

Si eso no es hermoso, ¿qué es?

Día 128 – Cómo tener un buen día

"Si querés algo bueno, generalo vos mismo", dijo Epícteto.

Para garantizar que vas a tener un buen día, hacé cosas buenas. Cualquier otra fuente de alegría está fuera de tu control o no es renovable. Esta es la forma suprema de autosuficiencia.

Día 129 – Bueno o malo: observa tus opciones

“¿Dónde está el bien? En nuestras elecciones razonadas. ¿Dónde está el mal? En nuestras elecciones razonadas. ¿Dónde está lo que no es ni bueno ni malo? En las cosas que están fuera de nuestra propia elección razonada”, dijo Epícteto.

Hoy, mientras suceden cosas y tú te preguntas qué significan, mientras evalúas varias decisiones posibles, recuerda: lo correcto siempre proviene de nuestra elección razonada. No del hecho de que sea eventualmente recompensado, o de que pueda tener éxito, sino de si es o no la elección correcta.

El dicho de Epicteto nos ayuda a superar todo esto con claridad y confianza. ¿Es algo bueno o malo? ¿Está bien o mal? Ignora todo lo demás. Concéntrate solo en tus elecciones.

Día 130 – Carpe diem – Disfruta del momento

"Pongámonos, pues, de todo corazón, dejando a un lado nuestras muchas distracciones y esforzándonos en este único propósito, antes de que nos demos cuenta demasiado tarde de la rápida e imparable fuga del tiempo y nos quedemos atrás. A medida que surge cada día, dale la bienvenida como si fuera el mejor día de todos, y hazlo tuyo. Hay que apoderarse de lo que huye”, dijo Séneca.

Solo tendrás una oportunidad hoy. Tienes sólo veinticuatro horas para tomarla. Y luego se fue y se perdió para siempre. ¿Vivirás plenamente todo el día de hoy? ¿Dirás en voz alta "Lo tengo" y harás todo lo que puedas para ser y hacer de la mejor manera posible?

¿Qué lograrás hacer hoy antes de que el día se te escape de los dedos y se convierta en pasado? Cuando alguien te pregunta qué hiciste ayer, ¿realmente quieres que la respuesta sea "nada"?

Día 131 – No busques ser inspirado, inspirá.

“Produzcamos nuestros propios actos de valor, y sumémonos a las filas de los más emulados”, dijo Séneca.

En la época griega y romana era común que los políticos complacieran a sus audiencias. Elogiaban a la multitud, a su país, y celebraban las victorias militares del pasado. ¿Cuántas veces ha escuchado a un candidato político decir: "Este es el mejor país de la historia del mundo"?

Como señaló el orador Demóstenes, con mucho gusto nos sentaremos durante horas para escuchar a un orador que se para frente a un lugar famoso o sagrado, "alabando a nuestros antepasados, describiendo sus hazañas y enumerando sus trofeos".

Pero, ¿qué logra ese halago? Nada. Peor aún, la admiración de esos elogios y trofeos nos distrae de su verdadero propósito: invitarnos a copiar su ejemplo.

Lo mismo pasa con las citas de este libro y con otras palabras inspiradoras que puedas escuchar. No te limites a admirarlos. Usalos. Seguí su ejemplo.

Día 132 – La culpa es peor que la cárcel

“La mayor parte de la paz mental viene de no hacer nada malo. Aquellos que carecen de autocontrol viven vidas desorientadas y perturbadas”, dijo Séneca.

Piense en los fugitivos que voluntariamente se entregan después de estar años huyendo. ¿Por qué lo hacen? Eran libres, un paso por delante de la ley, ¡pero se entregaron! Porque la culpa y el estrés de la vida fugitiva se vuelven peores que la perspectiva de perder la libertad; de hecho, la culpa era su propio tipo de prisión.

Es la misma razón por la que un niño confiesa una mentira a padres completamente desprevenidos. Es la razón por la que uno de los miembros de la pareja puede admitir voluntariamente una infidelidad sin que su pareja la sospechara.

No hay nada como la tranquilidad que viene al hacer lo correcto.

Día 133 - La amabilidad es siempre la respuesta correcta

"La bondad es invencible, pero solo cuando es sincera, sin hipocresías ni falsificaciones. Porque, ¿qué puede hacer incluso la persona más maliciosa si sigues mostrando amabilidad y, si tienes la oportunidad, indicas con delicadeza dónde se equivocaron, ya que están tratando de hacerte daño?", dijo Marco Aurelio.

¿Qué pasaría si la próxima vez que te trataran mal, no te limitaras a defenderte? ¿Y si respondieras con una amabilidad absoluta? ¿Qué pasaría si pudieras “amar a tus enemigos, hacer bien a los que te odian”? ¿Qué tipo de efecto crees que tendría?

La Biblia dice que cuando puedes hacer algo agradable y cariñoso con un enemigo odioso, es como “amontonar carbones encendidos sobre su cabeza”. La reacción esperada al odio es más odio. Cuando alguien dice algo directo o cruel, espera que se le responda de la misma manera, no con amabilidad. Cuando eso no sucede, se sienten avergonzados. Es un shock para su sistema, los hace a ellos y a usted mejores.

La mayor parte de la rudeza, la mezquindad y la crueldad son una máscara para la debilidad profundamente arraigada. La bondad en estas situaciones solo es posible para personas de gran fuerza. Tienes esa fuerza. Úsala.

Día 134 – Alimentando la hoguera del hábito

“Todo hábito y capacidad se confirma y crece con sus acciones correspondientes, caminar crece caminando, y correr, corriendo. Por lo tanto, si quieres hacer algo, conviértelo en un hábito, si no quieres hacerlo, no lo hagas, pero cámbialo por otro hábito. El mismo principio actúa en nuestro estado mental. Cuando te enojas, no sólo has experimentado ese mal, sino que también has reforzado un mal hábito, echando más leña al fuego”, dijo Epícteto.

"Somos lo que hacemos repetidamente", dijo Aristóteles, "por lo tanto, la excelencia no es un acto sino un hábito". Los estoicos añaden a eso que somos un producto de nuestros pensamientos.

Piensa en tus actividades de la última semana, así como en lo que has planeado para hoy y la semana siguiente. ¿Hasta qué punto se corresponden esas acciones con las de la persona que te gustaría ser? ¿Qué fuego estás alimentando? ¿En qué persona te estás convirtiendo?

Día 135 – Nuestro bienestar está en nuestras acciones

“Aquellos obsesionados con la gloria atribuyen su bienestar a la consideración de los demás, los que aman el placer lo vinculan a los sentimientos, pero quienes tienen verdadera comprensión lo buscan sólo en sus propias acciones. . . . Piensa en el carácter de las personas a las que deseas complacer, las posesiones que pretendes obtener y las tácticas que empleas para tales fines. Con qué rapidez el tiempo borra esas cosas...”, dijo Marco Aurelio.

Si tu felicidad depende del logro de ciertos objetivos, ¿qué pasa si el destino interviene? ¿Qué pasa si te desairan? ¿Qué pasa si logras todo pero descubres que nadie está impresionado? Ese es el problema de dejar que tu felicidad esté determinada por cosas que no puedes controlar. Es un riesgo insano.

Si un actor sólo piensa en la opinión del público, ya sea que les guste a los críticos o que sea un éxito, se sentirá constantemente decepcionado y herido. Pero si ama su profesión, y pone todo lo que tiene para hacerlo lo mejor que pueda, siempre encontrará satisfacción en su trabajo. Al igual que ellos, deberíamos disfrutar de nuestras acciones, de realizar las acciones correctas, en lugar de preocuparnos por los resultados que se derivan de ellas.

Nuestra ambición no debe ser ganar, entonces, sino poner lo mejor de nosotros mismos. Nuestra intención no es que se nos agradezca o se nos reconozca, sino ayudar y hacer lo que creemos correcto. Nuestro enfoque no está en lo que nos sucede, sino en cómo respondemos. En esto, siempre encontraremos satisfacción y resiliencia.

Día 136 – Cuenta tus bendiciones

“No pongas tu mente en cosas que no posees, como si fueran tuyas, pero cuenta las bendiciones que realmente posees y piensa cuánto las desearías si no las tuvieras. Y ten cuidado de no valorar tanto estas cosas como para preocuparte demasiado si las pierdes”, dijo Marco Aurelio.

Regularmente codiciamos lo que tienen otras personas. Intentamos desesperadamente ser como los demás, mientras que los demás son miserables tratando de ser como nosotros.

Sería gracioso si no fuera tan triste. Así que deja hoy de intentar conseguir lo que tienen otras personas. Lucha contra tu impulso de recolectar y acumular. Esa no es la forma correcta de vivir y actuar. Aprecia y aprovecha lo que ya tienes y deja que esa actitud guíe tus acciones.

Día 137 – El método de la cadena

"Si no quieres ser irritable, no alimentes el hábito. Intenta, como primer paso, mantener la calma y contar los días que no te has enojado. Primero te enojas todos los días, después, cada dos, luego cada tres o cuatro. . . y si llegas a los 30 días, ¡gracias a Dios! Porque el hábito primero se debilita y luego desaparece. Cuando puedas decir: 'Hoy no perdí la paciencia, esta semana no la perdí, ni durante tres o cuatro meses, y siempre mantuve la calma ante la provocación', tu salud habrá mejorado", dijo Epícteto.

Jerry Seinfeld le dio una vez a un joven cómico consejos sobre cómo escribir y crear material. Mantén un calendario, le dijo, y cada día que escribas chistes, pon una X. Muy pronto, pones en marcha una cadena, y luego tu trabajo es simplemente no romper la cadena. El éxito se convierte en una cuestión de impulso. Una vez que obtienes un poco, es más fácil mantenerlo.

Mientras que Seinfeld usó el método de la cadena para construir un hábito positivo, Epícteto decía que también se puede usar para eliminar uno negativo. Es como el “sólo por hoy”. Comienza con un día haciendo lo que sea, ya sea controlando su temperamento, o combatiendo la procrastinación. Luego haz lo mismo al día siguiente, y al otro. 

Construye una cadena y luego trabaja para no romperla. No arruines tu racha.

Día 138 – El estoicismo es un trabajo siempre en marcha

“Muéstrame a alguien enfermo y feliz, en peligro y feliz, moribundo y feliz, exiliado y feliz, deshonrado y feliz. ¡Muéstrame! Por Dios, cuánto me gustaría ver a un estoico. Pero como no puedes mostrarme a alguien que esté perfectamente formado, al menos muéstrame a alguien que se esté formando activamente, inclinado de esa manera. . . . ¡Muéstrame!", dijo Epícteto.

En lugar de ver la filosofía como un fin al que uno aspira, mírala como algo que uno aplica. No ocasionalmente, sino a lo largo de la vida, progresando gradualmente a lo largo del camino. 

A Epícteto le encantaba sacar a sus alumnos de su presumida satisfacción con su propio progreso. Quería recordarles, y ahora a tí, el trabajo constante y el entrenamiento serio que se necesitan todos los días si alguna vez queremos acercarnos a esa forma perfecta.

Es importante que recordemos en nuestro propio viaje hacia la superación personal que uno nunca llega. 

El sabio, el estoico perfecto que se comporta perfectamente en cada situación, es un ideal, no un fin.

Día 139 – La forma en que haces algo, es como haces todo

“Presta atención a lo que tienes frente a ti: el principio, la tarea o lo que se está representando”, dijo Marco Aurelio

Es divertido pensar en el futuro. Es fácil recordar el pasado. Es más difícil poner esa energía en lo que tenemos frente a nosotros en este momento, especialmente si es algo que no queremos hacer. Pensamos: esto es solo un trabajo; no es quien soy. No importa. Pero importa. Quién sabe, podría ser lo último que hagas. Aquí yace Pedro, enterrado vivo bajo una montaña de asuntos pendientes.

Hay un viejo dicho: "Cómo haces algo es cómo haces todo". Es verdad. Cómo manejas el hoy es cómo manejarás todos los días. Cómo manejas este minuto es cómo manejarás cada minuto.

Día 140 – Aprende, practica, entrena

“Por eso los filósofos nos advierten que no nos conformemos con el mero aprendizaje, sino que agreguemos práctica y luego entrenamiento. Porque a medida que pasa el tiempo olvidamos lo que hemos aprendido y terminamos haciendo lo contrario, y mantenemos opiniones contrarias a lo que deberíamos”, dijo Epícteto.

Muy pocas personas pueden simplemente ver un video instructivo o escuchar una explicación y luego saber, hacia atrás y hacia adelante, cómo hacerlo. La mayoría de nosotros tenemos que hacer algo varias veces para aprender de verdad. Uno de los sellos distintivos de las artes marciales, el entrenamiento militar y el entrenamiento atlético de casi cualquier tipo son las horas y horas de práctica monótona. Un atleta del más alto nivel se entrenará durante años para realizar movimientos que pueden durar unos segundos o menos. Simplemente saber no es suficiente. El conocimiento debe ser absorbido por los músculos y el cuerpo. Debe convertirse en parte de nosotros. O corremos el riesgo de perderlo en el momento en que experimentamos estrés o dificultad.

También es cierto con los principios filosóficos. No puedes escuchar algo una vez y esperar depender de ese conocimiento cuando el mundo se derrumbe a tu alrededor. Recuerda, Marco Aurelio no escribía sus meditaciones para otras personas. Lo hacía para sí mismo. Incluso como hombre exitoso, sabio y experimentado, estuvo hasta los últimos días de su vida practicando y entrenando para hacer lo correcto. Siendo cinturón negro, seguía apareciendo todos los días para practicar; como un atleta profesional, todavía se presentaba a practicar cada semana, aunque otros probablemente pensaban que era innecesario.

Día 141 – Calidad sobre cantidad

“¿Qué sentido tiene tener innumerables libros y bibliotecas, cuyos títulos difícilmente se podrían leer en una vida? El alumno no consigue aprender, sino que se siente abrumado por el gran volumen de conocimiento disponible. Es mejor plantar firmemente las semillas de unos pocos grandes autores que una noción superficial de muchos”, dijo Séneca.

No vamos a recibir un premio por haber leído la mayor cantidad de libros antes de morir. Incluso si fueras el lector más dedicado del mundo, tu colección probablemente nunca sería más grande que una pequeña biblioteca de barrio. Ni siquiera te acercarás a lo que está almacenado en los servidores de Google Books, ni te mantendrás al día con los cientos de miles de títulos nuevos publicados en Amazon cada año.

¿Y si, en lo que respecta a la lectura y el aprendizaje, priorizaras la calidad sobre la cantidad? ¿Qué pasaría si lees unos pocos grandes libros en profundidad en lugar de hojear brevemente todos los libros nuevos? Tus estantes podrán estar más vacíos, pero tu cerebro y tu vida estarán más llenos.

Día 142 – ¿Qué clase de boxeador eres?

Pero, ¿qué es la filosofía? ¿No significa simplemente prepararnos para lo que pueda venir? ¿No entiendes que eso realmente equivale a decir que si yo me preparara para soportarlo, dejaría que suceda cualquier cosa? De lo contrario, sería como si el boxeador saliera del ring porque recibió algunos golpes. En realidad, puedes dejar el ring de boxeo sin consecuencias, pero ¿qué ventaja obtendría abandonar la búsqueda de la sabiduría? Entonces, ¿qué deberíamos decir cada uno de nosotros ante cada prueba que enfrentamos? ¡Para esto me entrené, para esto sirve mi disciplina!, dijo Epícteto.

A los estoicos les encantaba usar metáforas del boxeo y la lucha libre de la forma en que usamos hoy las analogías del béisbol y el fútbol. Séneca escribe que la prosperidad intacta es débil y fácil de derrotar en el ring, pero "un hombre que ha estado en constante disputa con las desgracias adquiere una piel encallecida por el sufrimiento". Este hombre, dice, lucha hasta caer al suelo y nunca se rinde. Eso es lo que también quiere decir Epícteto. ¿Qué tipo de boxeador eres si te vas porque te golpean? ¡Esa es la naturaleza del deporte! ¿Eso te impedirá continuar?

Día 143 – Hoy es el día

“Recibes lo que mereces. En lugar de ser una buena persona hoy, eliges convertirte en una mañana ", dijo Marco Aurelio.

“No me quejo de la falta de tiempo. . . lo poco que tengo será suficiente. Hoy voy a hacer lo que ningún mañana podrá. Asediaré a los dioses y sacudiré el mundo ", dijo Séneca.

Casi siempre sabemos qué es lo correcto. Sabemos que no debemos enfadarnos, que no debemos tomar esto como algo personal, que tenemos que sentarnos y concentrarnos durante una hora. 

La parte más difícil es decidir hacerlo en un momento dado.

¿Qué nos detiene? La ilusión del futuro.

Hoy, no mañana, es el día en que podemos empezar a ser buenos.

Día 144 – Muéstrame cómo vivir

"Muéstrame que la buena vida no consiste en su duración, sino en su uso, y que es posible, no, demasiado común, que una persona que ha tenido una vida larga haya vivido muy poco", Séneca.

La mejor manera de vivir una vida plena es centrándose en lo que está aquí ahora mismo, en la tarea que tenemos entre manos, ya sea grande o pequeña. 

Al poner toda nuestra atención en el momento presente, suavizamos el paso del precipitado vuelo del tiempo.

Día 145 – Creando tu propia buena suerte

“Dices que antes tenías mejor suerte. Pero la persona afortunada es la que hace su propia suerte. Y la buena suerte es un alma bien afinada, buenos impulsos y buenas acciones ", dijo Marco Aurelio

¿Cuál es la definición de buena suerte? ¿Una que esté definida por factores totalmente aleatorios, fuera de tu control, o una cuya probabilidad pueda incrementarse, aunque no esté garantizada, con las decisiones correctas y la preparación adecuada? Evidentemente, esta último. Ésta es la razón por la que la gente exitosa, misteriosamente "afortunada", parece gravitar hacia éxito.

“Soy un gran creyente en la suerte. Cuanto más trabajo, más parezco tener ”.

"La suerte es donde el trabajo duro se encuentra con la oportunidad".

Hoy, puedes esperar a que la buena fortuna venga mágicamente a tu camino. O puedes prepararte para tener suerte centrándote en hacer lo correcto en el momento adecuado e, irónicamente, hacer que la suerte sea casi innecesaria en el proceso.

Día 146 – Dónde encontrar alegría

“La alegría para los seres humanos radica en hacer el trabajo adecuado para el ser humano. Y el trabajo humano consiste en: realizar actos de bondad hacia los demás seres humanos, prestar poca atención a los impulsos que llegan a través de los sentidos, identificar impresiones dignas de confianza y contemplar el orden natural y todo lo que sucede conforme a él”, dijo Marco Aurelio.

Cuando los adiestradores de perros son contratados para trabajar con un perro disfuncional o infeliz, generalmente comienzan con una pregunta: "¿Lo sacas a pasear?" Preguntan porque los perros fueron criados para realizar ciertas tareas, para hacer un trabajo, y cuando se les priva de esta parte esencial de su naturaleza, sufren y se portan mal. Esto es cierto sin importar lo malcriada y agradable que sea su vida.

Lo mismo pasa con los humanos. 

Cuando escuchas a los estoicos dejar de lado ciertas emociones o lujos materiales, no es porque no los disfruten. No es porque la vida estoica carezca de felicidad o diversión. Los estoicos simplemente quieren ayudarnos a encontrar nuestra esencia, a experimentar la alegría de nuestro propio trabajo humano.

Día 147 – Deja de preocuparte por lo que la gente piensa

“Me sorprende constantemente la facilidad con la que nos amamos a nosotros mismos por encima de todos los demás, pero damos más importancia a las opiniones de los demás que a nuestra propia estimación de nosotros mismos. ¡Cuánta credibilidad le damos a las opiniones que nuestros compañeros tienen de nosotros y qué poco a las nuestras!”, dijo Marco Aurelio.

Con qué rapidez podemos ignorar nuestros propios sentimientos sobre algo y adoptar los de otra persona. Creemos que una camisa se ve bien en la tienda, pero la veremos con vergüenza y desprecio si nuestro cónyuge o un compañero de trabajo hace un comentario casual que la desmerece. Podemos ser inmensamente felices con nuestras propias vidas, hasta que descubramos que alguien que ni siquiera nos agrada tiene más que nosotros. O no nos sentimos bien con nuestros logros o talentos hasta que un tercero los valida.

Como la mayoría de los ejercicios estoicos, este intenta enseñarnos que, aunque controlamos nuestras propias opiniones, no controlamos lo que piensan los demás, y menos lo que piensan sobre nosotros. Por esta razón, ponernos a merced de esas opiniones y tratar de obtener la aprobación de los demás es un esfuerzo peligroso.

No pierdas mucho tiempo pensando en lo que piensan los demás. En lugar de eso, dedícate a pensar en si lo que haces es lo correcto, en el impacto que tendrá, en cómo mejorarte a ti mismo y a tu actuación en el mundo.

Día 148 – Las cosas pequeñas

“El bienestar se logra con pequeños pasos, pero dar esos pasos no es poca cosa", dijo Zeno

Las pequeñas cosas suman. Alguien es una buena persona no porque diga que lo es, sino porque realiza buenas acciones. Uno no consigue ser una buena persona de manera mágica, es una cuestión de muchas elecciones individuales. Es cuestión de levantarse en el momento adecuado, hacer la cama, resistir los atajos, invertir en uno mismo, hacer su trabajo. Y no te equivoques: si bien la acción individual es pequeña, su impacto acumulativo no lo es.

Piensa en todas las pequeñas opciones que se le presentarán hoy. ¿Sabes cuál es la forma correcta y cuál es la más fácil? 

Elige el camino correcto y observa cómo todas estas pequeñas cosas se suman para provocar la transformación.

Día 149 – Las primeras dos cosas que debes hacer antes de actuar

Lo primero que tenés que hacer es no preocuparte. Porque todo sucede de acuerdo con los movimientos de la naturaleza, y en poco tiempo no serás nadie ni estarás en ninguna parte, así como ahora los grandes emperadores Adriano y Augusto. Lo siguiente es considerar cuidadosamente la tarea que tenés entre manos por lo que es, mientras recordás que tu propósito es ser un buen ser humano. Empezá a hacer lo que la naturaleza te pide y hablá como te parezca más justo y apropiado: con amabilidad, modestia y sinceridad", dijo Marco Aurelio.

Imagínate, por un segundo, cómo debe haber sido la vida de Marco Aurelio como emperador. Presidía el Senado. Dirigía las tropas en la batalla, dirigía la gran estrategia del ejército como su máximo comandante. También escuchaba apelaciones de ciudadanos, abogados, gobiernos extranjeros. En otras palabras, como la mayoría de las personas en el poder, estaba llamado a tomar decisiones: todo el día, todos los días, decisión tras decisión.

Su fórmula para tomar decisiones es un método simple y probado para actuar correctamente. Por eso deberíamos intentar usarlo nosotros mismos.

En primer lugar, no te enojes ni te preocupes, porque eso influirá negativamente en tu decisión y la hará más difícil de lo necesario.

En segundo lugar, recuerda el propósito y los principios que más valoras. 

Ejecutar acciones potenciales a través de este filtro eliminará las malas elecciones y resaltará las correctas.

No te enojes.

Haz lo correcto.

Es eso.

Día 150 – El trabajo es terapéutico

“El trabajo nutre las mentes nobles”, dijo Séneca.

¿Conoces esa sensación que tienes cuando no has ido al gimnasio por unos días? Irritable. Incómodo. Otros tienen una sensación similar cuando han estado de vacaciones durante demasiado tiempo, o justo después de jubilarse. La mente y el cuerpo están hechos para ser utilizados; comienzan a volverse contra sí mismos cuando no se les da un fin productivo.

Es triste pensar que este tipo de frustración es una realidad cotidiana para mucha gente. Dejan una gran parte de su potencial sin realizar porque tienen trabajos en los que realmente no hacen mucho o porque tienen demasiado tiempo libre. Y lo peor es cuando intentamos alejar estos sentimientos comprando cosas, saliendo, peleando, creando dramas, complaciéndonos con las calorías vacías de la existencia en lugar de encontrar el alimento real.

La solución es simple y, afortunadamente, siempre al alcance de la mano: Salí y trabajá.

Día 151 – ¿Trabajando duro o apenas trabajando?

“No puedo llamar trabajador duro a alguien sólo porque escucho que está trabajando toda la noche. Hasta que no sepa para qué trabaja, no puedo considerarlo un buen trabajador. Sólo puedo hacerlo si sé que trabaja sobre su propio principio rector, en constante armonía con la naturaleza ", dijo Epícteto.

¿Cuáles son las posibilidades de que la persona más ocupada que conoces sea realmente la más productiva? Tendemos a asociar el ajetreo con la bondad, y creemos que pasar muchas horas en el trabajo debe ser recompensado.

Evalúa lo que estás haciendo, por qué lo estás haciendo y adónde te llevará lograrlo. 

Si no tienes una buena respuesta, detente.

Día 152 – Tenemos una sola obligación

“¿Cuál es tu vocación? Ser una buena persona”, dijo Marco Aurelio.

Los estoicos creían, sobre todo, que nuestro trabajo en esta tierra es ser buenos seres humanos. 

Es un deber básico, pero somos expertos en encontrar excusas para evitarlo.

En síntesis: haz tu trabajo.

RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

Día 153 – Mantén una actitud mental abierta

“Nadie puede frustrar los propósitos de tu mente, porque no pueden ser tocados por el fuego, el acero, la tiranía o la calumnia", dijo Marco Aurelio.

Los obstáculos son parte de la vida: las cosas pasan, se interponen en nuestro camino, a veces salen mal. Pero nada puede detener la mente estoica cuando está operando correctamente, porque en cada situación puede encontrar una visión alternativa.

¿Que es eso? Es una opción de respaldo. Si un amigo nos traicionara, trataríamos de entender qué pasó y encontrar la forma de perdonar el error de esta persona. Si nos encarcelan, podemos negarnos a ser quebrantados por la circunstancia y tratar de servir a nuestros compañeros de prisión. Cuando una falla técnica borra nuestro trabajo, podemos comenzar de nuevo y hacerlo mejor. Nuestro progreso puede verse obstaculizado o interrumpido, pero la mente siempre se puede reorientar para darle sentido a lo que nos toca vivir.

Día 154 – La visión de Platón

“Cuán bellamente lo expresó Platón... Siempre que quieras hablar sobre la gente, es mejor tener una vista de pájaro y ver todo de una vez: reuniones, ejércitos, granjas, bodas y divorcios, nacimientos y muertes, salas de audiencias ruidosas o espacios silenciosos, todos los extranjeros, las vacaciones, monumentos, mercados, todo mezclado y organizado en un par de opuestos”, dijo Marco Aurelio.

Al ver la Tierra desde una nube, todo se vuelve insignificante en perspectiva.

En la antigüedad, este ejercicio era solo teórico: el lugar más alto al que se podía ir era a la cima de una montaña, o a un edificio de unos pocos pisos de altura. Pero con el avance de la tecnología, los humanos podemos tener esa vista de pájaro y más.

Edgar Mitchell, un astronauta, fue una de las primeras personas en ver la Tierra desde el espacio exterior. Al volver, dijo: “En el espacio exterior se desarrolla una conciencia global instantánea, una orientación hacia las personas, una intensa insatisfacción con el estado del mundo y una compulsión por hacer algo al respecto. Desde la luna, la política internacional parece muy mezquina. Quieres agarrar a un político por el cuello y arrastrarlo un cuarto de millón de millas y decirle: 'Mira eso, hijo de puta".

Muchos problemas pueden resolverse con la perspectiva de la visión de Platón. Úsalo.

Día 155 – Es bueno ser flexible

¿No puede servir en el ejército? Que busque un cargo público. ¿Debe trabajar en el sector privado? Que sea un hombre de palabra. ¿Está condenado al silencio? Que ayude a sus conciudadanos con un testimonio público silencioso. ¿No puede trabajar en el Senado? Que se muestre en casas particulares, en eventos públicos y reuniones, como un buen socio, amigo fiel y compañero de mesa moderado. ¿Ha perdido la posibilidad de ejercer los deberes del ciudadano? Que ejercite los de un ser humano”, dijo Séneca.

Poco antes de su muerte, cuando la victoria en la Guerra Civil estaba finalmente a su alcance, Lincoln contó una historia a una audiencia de generales y almirantes sobre un hombre que se le había acercado para pedirle un nombramiento de alto rango en el gobierno. Primero, el hombre preguntó si podría ser nombrado ministro de Relaciones Exteriores. Al ser rechazado, el hombre pidió un puesto más modesto. Al ser rechazado nuevamente, solicitó trabajo como oficial de aduanas de bajo nivel. Al darse cuenta de que no podía conseguir ni siquiera eso, finalmente le pidió a Lincoln un par de pantalones viejos. "Ah", se rió Lincoln al concluir la historia, "es bueno ser humilde".

Esta historia encarna la flexibilidad y determinación del estoicismo. Si no podemos hacer esto, entonces quizás podamos intentarlo. Y si no podemos hacer eso, quizás podamos intentar otra cosa. Y si eso es imposible, siempre hay otra cosa que podemos intentar. Incluso si lo último es ser un buen ser humano, siempre tenemos la oportunidad de practicar nuestra filosofía, de hacer alguna contribución.

Día 156 – Esto es por lo que estamos aquí

“¿Entonces por qué nos ofendemos? ¿Por qué nos quejamos? Para eso estamos aquí”, dijo Séneca.

Nadie dijo que la vida iba a ser fácil. Nadie dijo que sería justa.

Sin embargo, no olvides que provienes de una larga e ininterrumpida línea de antepasados que sobrevivieron a adversidades, dificultades y luchas inimaginables. Son sus genes y su sangre los que recorren tu cuerpo en este momento. Sin ellos, no estarías aquí.

Eres un heredero de una tradición impresionante y, como tal, eres capaz de hacer tanto o más de lo que ellos fueron capaces de hacer. Estás destinado a eso. Criado para eso.

Esto es algo a tener en cuenta si las cosas se ponen difíciles.

Día 157 – Sonate la nariz

“Clamamos a Dios Todopoderoso: ¿cómo puedo escapar de esta agonía? Tonto, ¿no tienes manos? ¿O será que Dios se olvidó de darte un par? Siéntate y reza para que no se te caigan los mocos. O, más bien, suena tu nariz y deja de buscar un chivo expiatorio”, dijo Epícteto.

El mundo es injusto. Me están haciendo trampa. Fulano está en mi contra. Tal vez estas teorías sean ciertas, pero hablando en la práctica, para el aquí y ahora, ¿de qué sirven para ti? Ese informe del gobierno o ese artículo de noticias comprensivo no va a pagar tus facturas ni a rehabilitar tu pierna rota ni a encontrar el préstamo que necesitas. La autocompasión y a la narrativa del “ay, pobre de mí” no logran nada excepto agotar tu energía y la motivación que necesitas para hacer algo acerca de tu problema.

Tenemos dos opciones: o nos enfocamos en las formas en las que nos han agraviado, o nos ponemos manos a la obra. 

Día 158 – Cuándo seguir adelante y cuándo abandonar

“Piense en aquellos que, no por inconsistencia, sino por falta de esfuerzo, son demasiado inestables para vivir como desean, y sólo siguen el camino que les tocó”, dijo Séneca.

En la fila del supermercado, se ven tres tipos de personas. Uno se pone en la fila más corta y se apega a ella sin importar cuán lenta sea o cuán rápido parezcan ir las demás. Otro cambia de línea repetidamente en función de lo que crea que podría ahorrarle unos segundos. Y un tercero cambia sólo una vez, cuando está claro que su línea está retrasada y que hay una alternativa clara, luego, continúa con su día. Tú, ¿De qué tipo eres?

Séneca también nos aconseja que seamos del tercer tipo. El hecho de que haya comenzado por un camino no significa que esté comprometido con él para siempre, especialmente si ese camino resulta ser defectuoso u obstaculizado. Al mismo tiempo, esto no es una excusa para ser voluble o incesantemente evasivo. 

Se necesita valor para decidir hacer las cosas de manera diferente y hacer un cambio, así como disciplina y conciencia para saber que la noción de "Oh, pero esto se ve aún mejor" es una tentación que tampoco se puede complacer sin cesar.

Día 159 – Encontrando los maestros correctos

“Nos gusta decir que no podemos elegir a nuestros padres, que nos los dio la casualidad; sin embargo, podemos elegir ser los hijos que nos gustaría ser”, dijo Séneca.

Somos lo suficientemente afortunados de que algunos de los hombres y mujeres más grandes de la historia hayan registrado su sabiduría (y locura) en libros y revistas. Muchos otros han tenido sus vidas narradas por un cuidadoso biógrafo. La literatura disponible en una biblioteca promedio asciende a millones de páginas y miles de años de conocimiento, conocimiento y experiencia.

Quizás tus padres fueron malos modelos a seguir, o te faltó un buen maestro. Sin embargo, si lo decidimos, podemos acceder fácilmente a la sabiduría de aquellos que vinieron antes que nosotros.

Día 160 – Ladrillo a ladrillo

“Debes construir tu vida acción por acción, y estar contento si logras tus objetivos, en la medida de lo posible. Eso nadie podrá impedírtelo. ¡Pero habrá obstáculos externos! Quizás, pero eso no será un obstáculo para actuar con justicia, autocontrol y sabiduría. Pero, ¿qué pasa si se frustra alguna otra área de mi acción? Bueno, acepta con gusto el obstáculo por lo que es y cambia tu atención a lo que se te da, y otra acción tomará su lugar inmediatamente, una que se adapte mejor a la vida que estás construyendo”, dijo Marco Aurelio.

Los atletas de élite en los deportes universitarios y profesionales siguen cada vez más una filosofía conocida como "El Proceso". Es una filosofía que enseña a los deportistas a ignorar el panorama general (juegos importantes, ganar campeonatos, la enorme ventaja del oponente) y a concentrarse en hacer bien las cosas más pequeñas: practicar con todo el esfuerzo, terminar una jugada específica. Una temporada dura meses, un juego dura horas. Ponerse al día en un torneo puede demorar meses, pero una jugada sólo unos segundos. Y los juegos y las temporadas están constituidos por segundos.

Si los equipos siguen el proceso, tienden a ganar. Superan obstáculos y finalmente llegan a la cima sin siquiera haberse centrado directamente en los obstáculos. 

Si sigues “El Proceso” en tu vida, realizando las acciones correctas en el orden correcto, una tras otra, también te irá bien. 

Día 161 – Resuelve los problemas cuanto antes

“No hay vicio del cual no podamos defendernos, ninguno que al principio no sea pequeño y fácil de erradicar, pero con el tiempo todos crecen. Si permites que comience, no podrás controlar cuándo se detendrá. Toda emoción es al principio débil. Más tarde se despierta y cobra fuerza a medida que avanza; es más fácil frenarla que suplantarla”, dijo Séneca.

Los ríos son más fáciles de cruzar en la naciente. Las aguas embravecidas y las corrientes mortales de los malos hábitos, la mala disciplina y el caos, en algún lugar comenzaron como nada más que un leve goteo. En algún lugar hay un plácido lago o estanque, incluso un sereno manantial subterráneo.

¿Qué preferirías hacer, casi ahogarte en un cruce peligroso dentro de unas pocas semanas, o cruzar ahora mientras aún es fácil? Tú decides.

Día 162 – Tú puedes hacerlo

“Si algo te parece muy difícil, no lo imagines imposible, porque tú puedes lograr fácilmente cualquier cosa que sea posible y apropiada para otra persona”, dijo Marco Aurelio.

Hay dos tipos de personas en este mundo: el primero mira a quienes han logrado cosas y piensa: ¿Por qué? ¿Por qué no yo? El otro mira a esas mismas personas y piensa: si ellos pueden hacerlo, ¿por qué no voy a poder yo?

Unos piensan “si tú ganas, yo pierdo”. Los otros piensan “hay mucho para todos” y ven el éxito de los demás como una inspiración. 

¿Qué actitud te impulsará hacia adelante y hacia arriba? ¿Qué te llevará a la amargura y la desesperación?

¿Quien serás?

Día 163 – No empeores las cosas

"¡Cuánto más dañinas son las consecuencias de la ira y el dolor que las circunstancias que las despertaron en nosotros!", dijo Marco Aurelio.

La primera regla de los pozos es: "si te encuentras en un pozo, deja de cavar". Esta podría ser la regla de sentido común más violada en el mundo. Porque lo que la mayoría de nosotros hacemos cuando algo sale mal, o se nos inflige, es empeorar las cosas: primero, enojándonos o sintiéndonos agraviados, y luego, agitándonos antes de que tengamos algo que se parezca a un plan para resolver la situación.

Hoy, realiza la tarea más simple: simplemente, no empeores las cosas. Pase lo que pase, no agregues emociones negativas a la ecuación. No reacciones por el simple hecho de reaccionar. Déjalo así. Deja de cavar. 

Desde esa actitud, planifica tu salida.

Día 164 – Una mente entrenada es mejor que cualquier guión

“Debes entender lo ridículo que es decir: '¡Dime qué hacer!'. ¿Qué consejo podría darte? No... una petición mucho mejor sería "Entrena mi mente para que pueda adaptarse a cualquier circunstancia". . . De esa forma, si las circunstancias te desvían del guión, no estarás desesperado por recibir nuevas indicaciones”, dijo Epícteto.

Sería bueno si alguien pudiera mostrarnos exactamente qué hacer en cada situación. De hecho, esto es lo que hacemos una buena parte de nuestra vida: prepararnos para esto, estudiar para aquello. Ahorrar o anticipar para algún punto arbitrario en el futuro. Pero los planes, como señaló el boxeador Mike Tyson, duran solo hasta que te golpean en la cara.

Los estoicos no buscan tener la respuesta para cada pregunta o un plan para cada contingencia. Sin embargo, tampoco están preocupados. ¿Por qué? Porque tienen la confianza en que podrán adaptarse y cambiar con las circunstancias. En lugar de buscar instrucciones, cultivan habilidades como la creatividad, la independencia, la confianza en sí mismos, el ingenio y la capacidad de resolver problemas. De esta forma, son resistentes en lugar de rígidos. Podemos practicar lo mismo.

Hoy, nos centraremos en lo estratégico más que en lo táctico. Nos recordaremos a nosotros mismos que es mejor ser flexibles que ceñirse a un guión.

Día 165 – La vida es un campo de batalla

"La vida es como un campo de batalla. Uno debe hacer guardia, otro reconocimiento, otro debe estar en la primera línea. . . . Es igual para nosotros: la vida de cada persona es una especie de batalla.. y una larga y variada. Debes vigilar como un soldado y hacer todo lo que te manden. . . . Has sido destinado a un puesto clave, no a un lugar humilde, y no por un tiempo breve, sino de por vida”, dijo Epícteto.

El escritor Robert Greene a menudo usa la frase "Así como en la guerra, así en la vida". Es un aforismo que vale la pena mantener cerca, porque nuestra vida es una batalla tanto literal como figurativamente. Como especie, luchamos por sobrevivir en un planeta indiferente a nuestra supervivencia. Como individuos, luchamos por sobrevivir entre una especie cuya población asciende a miles de millones. Incluso dentro de nuestros propios cuerpos, diversas bacterias luchan contra él. Vivir es luchar.

Hoy, lucharás por tu objetivo, lucharás contra los impulsos, lucharás por ser la persona que quieres ser. Entonces, ¿cuáles son los atributos necesarios para ganar tantas guerras?

Disciplina

Fortaleza

Valor

Claridad mental

Desinterés

Sacrificio

¿Y qué atributos pierden las guerras?

Cobardía

Temeridad

Falta de organización

Exceso de seguridad

Debilidad

Egoísmo

Así como en la guerra, estos atributos son importantes en la vida diaria.

Día 166 – Prueba con la otra manija

“Cada evento tiene dos manijas: una con la que es posible dirigirlo y otra con la que no. Si tu hermano te hace mal, no lo agarres por el lado de su maldad, porque esa es la manija que será incapaz de levantarlo. En su lugar, usa la otra: que él es tu hermano, que fueron criados juntos, y con ese entendimiento encontrarán el mejor camino para resolver la situación”, dijo Epícteto.

El famoso periodista William Seabrook sufría de un alcoholismo tan debilitante que en 1933 se internó en un manicomio, que era entonces el único lugar para recibir tratamiento para la adicción. En sus memorias, “Asylum”, cuenta la historia de la lucha por cambiar su vida dentro de las instalaciones. Al principio, se apegó a su forma de pensar y, como resultado, era un extraño, constantemente metiéndose en problemas y rebelándose contra el personal. Casi no hizo ningún progreso y estuvo a punto de que le pidieran que se fuera.

Entonces, un día, escuchó esta misma cita de Epicteto, acerca de que todo tiene dos manijas. 

"Encaré la situación tomándola por la otra manija", relató más tarde, "y seguí adelante". 

De hecho, comenzó a divertirse allí. Se centró en su recuperación con verdadero entusiasmo. “De repente, estar sobrio me pareció maravilloso, extraño y hermoso. Era como si me hubieran quitado un velo que cubría todo lo visual y lo auditivo". Esta es una experiencia compartida por muchos adictos, cuando finalmente dejan de hacer las cosas a su manera y realmente se abren a las perspectivas, la sabiduría y las lecciones de quienes les han precedido.

Nadie puede prometerte que agarrando la otra manija tendrás resultados tan trascendentales. Pero, ¿por qué seguir intentando con la manija que no ha funcionado?

Día 167 – Escuchando se logra más que hablando

Al joven que decía tonterías, Zenón le dijo: "La razón por la que tenemos dos oídos y una sola boca es para que podamos escuchar más y hablar menos".

¿Por qué los sabios tienen tan pocos problemas en comparación con el resto de nosotros? Hay algunas razones sencillas.

Primero, los sabios parecen manejar bien las expectativas. Rara vez esperan lo que no es posible.

En segundo lugar, los sabios siempre consideran tanto el mejor como el peor de los casos. No sólo piensan en lo que desean que suceda, sino también en lo que puede suceder si las cosas cambian de repente.

En tercer lugar, siempre tienen un plan B, lo que significa que no sólo consideran lo que podría salir mal, sino que si algo sale mal lo interpretan como una oportunidad para la practicar la excelencia y la virtud.

Si tú lo intentas hoy, encontrarás que nada te sorprende o sucede en contra de tus expectativas.

Día 168 – No hay vergüenza en pedir ayuda

"No te avergüences por necesitar ayuda. Tienes un deber que cumplir, igual que un soldado en el campo de batalla. Entonces, ¿qué pasa si estás herido y no puedes moverte sin la ayuda de otro soldado?”, dijo Marco Aurelio.

Nadie dijo que naciste con todas las herramientas que necesitarías para resolver todos los problemas que enfrentarías en la vida. De hecho, como recién nacido estabas prácticamente indefenso. Entonces alguien te ayudó y llegaste a comprender que podías pedir esa ayuda. Fue así como supiste que eras amado.

Bueno, todavía eres amado. Puedes pedir ayuda a cualquiera. No tienes que enfrentarte a todo por tu cuenta.

Si necesitas ayuda, camarada, pídela.

Día 169 – ¿Ataque o defensa?

“La Fortuna no tiene tanto alcance como suponemos, sólo puede asediar a quienes la sujetan con fuerza. Entonces, alejémonos de ella tanto como nos sea posible”, dijo Séneca.

Maquiavelo, que supuestamente lo admiraba, dice en El Príncipe que "la Fortuna es una mujer, y que es necesario, para abatirla, golpearla y luchar con ella". Incluso para el siglo XVI, son imágenes bastante horribles. Pero, para un gobernante despiadado e infinitamente ambicioso, era normal. 

¿Es ese el estilo de vida desagradable que buscas?

Ahora compara ese punto de vista con el de Séneca. No sólo está diciendo que cuanto más luchas con la Fortuna, más vulnerable eres a ella, sino que también dice que el mejor camino hacia la seguridad está en el "muro inexpugnable" de la filosofía. "La filosofía", dice, “nos ayuda a dominar el "loco frenesí de nuestra codicia y aplasta la furia de nuestros miedos".

En los deportes o en la guerra, la metáfora aquí sería la elección entre una estrategia de ofensiva interminable y agotadora, y una estrategia de defensa resistente y flexible. 

¿A cuál jugarás? ¿Qué tipo de persona eres?

Sólo tú puedes contestar esa pregunta. Pero sería imprudente no considerar el final de la mayoría de los príncipes en el libro de Maquiavelo, y cómo pocos de ellos murieron felices en la cama, rodeados por sus seres queridos.

Día 170 – Preparados y activos

“Dejemos que el destino nos encuentre preparados y activos. Grande es el alma que se rinde al destino. Lo opuesto es aquella débil y degenerada, que lucha y tiene poca consideración por el orden del mundo, y busca corregir las faltas de los dioses en lugar de las propias”, dijo Séneca.

Pase lo que pase, que el día de hoy nos encuentre preparados y activos: listos para los problemas, listos para las dificultades, listos para que la gente se comporte de manera decepcionante o confusa, listos para aceptar y hacer que todo eso funcione para nosotros. No deseemos poder retroceder en el tiempo o rehacer el universo de acuerdo con nuestras preferencias. No cuando sería mucho mejor y mucho más fácil rehacernos a nosotros mismos.

Día 171 – Mantente enfocado en el presente

“No dejes que tus reflexiones sobre el futuro te aplasten. No llenes tu mente con todas las cosas malas que aún podrían suceder. Concéntrate en la situación actual y pregúntate por qué es tan insoportable y no se puede sobrevivir”, dijo Marco Aurelio.

Cuando miras algunas de las cosas más impresionantes, incluso aterradoras, que has hecho o soportado, piensa ¿cómo fueron posibles? ¿Cómo pudiste ver más allá del peligro o las malas probabilidades? Estabas demasiado ocupado con los detalles para permitir que toda la situación te aplastara. De hecho, probablemente ni siquiera lo pensaste en ese momento.

El truco para olvidar el panorama general es mirar todo de cerca. 

A veces es importante comprender el panorama general, y los estoicos nos han ayudado con eso antes. Sin embargo, muchas veces es contraproducente y abrumador pensar en todo lo que nos espera. Entonces, al enfocarnos exclusivamente en el presente, podemos evitar o eliminar esos pensamientos intimidantes o negativos de nuestro marco de vista.

Día 172 – La calma es contagiosa

“Si las cosas no te llegan naturalmente, sino que en cierto sentido las buscas, al menos trata de mantener tu juicio firme sobre ellas, y ellas también permanecerán tranquilas y no serás visto persiguiéndolas o huyendo de ellas”, dijo Marco Aurelio.

Hay una máxima de que los marinos norteamericanos pasan de oficial a oficial, de hombre a hombre. En medio del caos, incluso en medio de la guerra, su consejo probado en batalla es este: "La calma es contagiosa".

Especialmente cuando esa calma viene del hombre o la mujer a cargo. Si los hombres comienzan a perder el juicio, si el grupo no está seguro de qué hacer a continuación, el trabajo del líder es hacer una cosa: infundir calma, no por la fuerza, sino por el ejemplo.

Eso es lo que quieres ser, sea cual sea tu línea de trabajo: la persona informal y relajada en cada situación que les dice a todos los demás que tomen un respiro y no se preocupen. No seas el agitador, el paranoico, el preocupado o el irracional. 

Sé la calma.

Día 173 – Sal a pasear

"Deberíamos hacer caminatas al aire libre, para que la mente pueda nutrirse y refrescarse con el aire libre y la respiración profunda", dijo Séneca.

En una ciudad notoriamente ruidosa como Roma, era imposible conseguir mucha paz y tranquilidad. Los ruidos de los carros, los gritos de los vendedores, el martilleo de un herrero, todo llenaba las calles con una violencia penetrante (por no hablar de los pútridos olores de una ciudad con malas alcantarillas y saneamiento). Así que los filósofos solían dar muchos paseos para llegar a donde tenían que ir, para aclarar sus mentes, para tomar aire fresco.

A lo largo de los siglos, filósofos, escritores, poetas y pensadores han descubierto que caminar ofrece un beneficio adicional: tiempo y espacio para trabajar mejor. Como diría Nietzsche más tarde: "Sólo las ideas obtenidas al caminar tienen algún valor".

Hoy, asegúrate de dar un paseo. Y en el futuro, cuando te sientas estresado o abrumado, sal a caminar. Cuando tengas un problema difícil que resolver o una decisión que tomar, sal a caminar. Cuando quieras ser creativo, da un paseo. Cuando necesites tomar un poco de aire, da un paseo. Cuando tengas que hacer una llamada telefónica, sal a caminar. Cuando necesites algo de ejercicio, haz una caminata larga. Cuando te encuentres con alguien querido, si fuera posible, salgan a caminar.

Resuelve tus problemas en el camino.

Día 174 – La definición de la locura

“Si no estás satisfecho con los resultados que te trae un mal hábito, y te das cuenta que tienes que cambiar, pero continúas haciendo lo mismo, debes saber que al final estarás tan enfermo y debilitado que ya ni siquiera notarás tu error y comenzarás a racionalizar tu comportamiento”, dijo Epícteto.

Se ha dicho que la locura es intentar lo mismo una y otra vez, pero esperando un resultado diferente. Sin embargo, eso es exactamente lo que hace la mayoría de la gente. Se dicen a sí mismos: Hoy, no me enojaré. Hoy, no voy a comer de más. Pero en realidad no hacen nada diferente. Intentan la misma rutina y esperan que funcione esta vez. 

¡La esperanza no es una estrategia!

El fracaso es una parte de la vida sobre la que tenemos pocas opciones. Aprender del fracaso, por otro lado, es opcional. Tenemos que elegir aprender. Debemos optar conscientemente por hacer las cosas de manera diferente: modificar y cambiar hasta que realmente obtengamos el resultado que buscamos. 

Pero eso es difícil.

Repetir el mismo patrón fallido es fácil. No requiere ningún pensamiento ni esfuerzo adicional.

Es probablemente por eso que la mayoría de la gente lo hace.

Día 175 – El camino largo

"Podrías disfrutar en este mismo momento de todas las cosas por las que estás rezando mientras tomas el camino más largo, si dejaras de privarte de ellas", dijo Marco Aurelio.

Pregúntale a la mayoría de las personas para qué están trabajando y obtendrás una respuesta del tipo: "Estoy tratando de convertirme en un… [insertar profesión]". O te dirán que están tratando de ser nombrados para algún puesto impresionante, convertirse en millonarios, ser descubiertos, hacerse famosos, o lo que sea. Ahora haz un par de preguntas más, del tipo "¿Por qué estás haciendo eso?" o "¿Cómo esperas que sea tu vida cuando lo hayas logrado?", y verás que, en el fondo, la gente quiere libertad, felicidad y el respeto de sus compañeros.

Un estoico mira todo esto y niega con la cabeza ante el inmenso esfuerzo que hacemos para perseguir cosas que son simples y fáciles de adquirir. 

Es como buscar tus anteojos por todas partes y darte cuenta de que estuvieron en tu cabeza todo el tiempo.

¿Libertad? Eso es fácil. Está en tus elecciones.

¿Felicidad? Eso es fácil. Está en tus elecciones.

¿Respeto a tus compañeros? Eso también está en las decisiones que tomes.

Y todo eso está justo frente a ti. No es necesario tomar el camino más largo para llegar.

Día 176 – Las personas educadas no son peleadoras

“Una buena persona, en la medida de sus posibilidades, no pelea con nadie ni permite que otros peleen. . . este es el significado de recibir una educación: aprender qué es asunto tuyo y qué no. Si una persona se comporta así, ¿dónde hay espacio para pelear?”, dijo Epícteto.

Sócrates andaba por Atenas acercándose a las personas con la que menos estaba de acuerdo y entablando largas discusiones con ellas. En esas discusiones, muchos ejemplos de sus compañeros de conversación que se enojaron por sus muchas preguntas. De hecho, la gente de Atenas finalmente se enojó tanto que condenó a Sócrates a muerte.

Pero Sócrates nunca pareció enfadarse. Incluso cuando hablaba de asuntos de vida o muerte, siempre mantenía la calma. Estaba mucho más interesado en escuchar lo que la otra persona tenía para decir que en asegurarse de que lo escucharan o, como la mayoría de nosotros, en ganar la discusión.

La próxima vez que te enfrentes a una disputa política o un desacuerdo personal, pregúntate: ¿Hay alguna razón para pelear por esto? ¿Discutir va a ayudar a resolver algo? ¿Sería realmente una persona educada o sabia tan pendenciera como tú estarías inicialmente dispuesto a ser? ¿O tomaría un respiro, se relajaría y resistiría la tentación del conflicto? Solo piensa en lo que podrías lograr, y cuánto mejor te sentirías, si pudieras vencer la necesidad de luchar y ganar en cada pequeña cosa.

Día 177 – Los sabios no tienen “problemas”

“Por eso decimos que al sabio no le pasa nada que vaya en contra de sus expectativas”, dijo Séneca.

Hablamos porque creemos que está ayudando, mientras que en realidad nos está dificultando las cosas. Si nuestro cónyuge se está desahogando, queremos decirle lo que debe hacer. De hecho, todo lo que realmente quieren que hagamos es escucharlos. En otras situaciones, el mundo está tratando de darnos retroalimentación o aportes, pero tratamos de convencernos de solucionar el problema, solo para empeorarlo.

Habla poco, siempre un poco menos de lo que te parezca necesario.

Hoy, ¿serás parte del problema o de la solución? ¿Escucharás la sabiduría del mundo o la ahogarás con más ruido?

Día 178 – Prueba lo opuesto

“¿Qué ayuda podemos encontrar en la lucha contra el hábito? ¡Prueba lo contrario!”, dijo Epícteto.

Viktor Frankl, el brillante psicólogo y sobreviviente del Holocausto, curó a pacientes que padecían fobias o hábitos neuróticos utilizando un método que él llamó "intención paradójica". Digamos que un paciente no puede dormir. La terapia estándar habría sido algo obvio, como enseñarle técnicas de relajación. Frankl, en cambio, lo animaba a que intentara no quedarse dormido. Descubrió que cambiar el enfoque del problema desviaba la atención obsesiva del paciente y le permitía finalmente dormir normalmente.

Si tus instintos están equivocados, tal vez lo contrario podría que ser correcto. 

El punto más importante es que a veces nuestros instintos o hábitos se atascan en un mal patrón que nos aleja más de nuestro yo natural y saludable.

No descartes todo. Tal vez algo está funcionando bien…

Pero, ¿que pasaría si hoy exploraras los opuestos? ¿si modificaras el patrón?

Día 179 – La adversidad es reveladora

“¿En qué ayuda, marido mío, el hacer la adversidad más pesada al quejarse sobre ella? Enfrentarla de frente es más adecuado a un rey. Cuanto más precaria sea la situación, más firmemente debe pararse y enfrentarla. No es noble escaparse de las circunstancias”, dijo uno de los personajes de Séneca en Edipo.

Un ejecutivo que pasó su vida contratando personas para una gran empresa, llegó a la conclusión de que la prueba más eficaz para saber si serán buenos empleados es invitarlos a desayunar y pedirle secretamente al mozo que les traiga las cosas equivocadas y que no los trate del todo bien. Ahí el ejecutivo, en función de las reacciones del candidato, sabe si es apropiado o no para el puesto.

Como manejamos las pequeñas adversidades puede parecer algo pequeño, pero revela todo.

Día 180 – No es necesario autoflagelarse

“La filosofía sugiere una vida simple, pero no de auto castigo. Se puede ser simple, sin ser crudo”, dijo Séneca.

Es importante hacer siempre una autocrítica, pero no es necesario autoflagelarse o cargarse de culpa. La autocrítica debe ser siempre constructiva, para mejorar.

No seas duro contigo mismo. Trata siempre de elevarte, pero no busques un ideal inalcanzable. Y perdónate si no avanzas o si tienes un retroceso. 

Solo vuelve a comenzar y sigue adelante. 

Día 181 – No a las excusas

“Es posible vencer tu arrogancia, superar el dolor y el placer, elevarte por sobre tu ambición, y no enojarte con las personas desagradables y desagradecidas, incluso es posible interesarte y ayudar a esas personas…”, dijo Marco Aurelio.

Ah… yo soy así, nací así… nunca aprendí nada diferente… mis padres eran un muy mal ejemplo… todos lo hacen…

“¿Qué son estas formas de pensar? Excusas que las personas usan para justificar su conducta en vez de tratar de mejorar.

Claro que es posible mejorar. “¿Cómo crees que otras personas lo hacen? Seguramente sus padres tampoco eran perfectos, y no salieron del útero sin ego o inmunes a la tentación. Trabajaron sobre sus debilidades. Hicieron de ese trabajo una prioridad. Lo resolvieron como se resuelve cualquier problema: dedicándose a encontrar una solución, avanzando progresivamente hasta resolver. 

Se convirtieron en lo que son.

Igual que tú puedes hacerlo.  

Día 182 – El obstáculo es el camino

“Si bien es cierto que alguien puede obstaculizar nuestras acciones, no pueden obstaculizar nuestras intenciones y actitudes, que tienen el poder de ser adaptables. Porque la mente se adapta y convierte cualquier obstáculo en una acción que permita superarlo. Lo que es un impedimento puede convertirse en un camino de acción. El obstáculo en el camino se convierte en el camino”, dijo Marco Aurelio.

Hoy sucederán cosas contrarias a tus planes. Si no es hoy, ciertamente mañana. Como resultado de estos obstáculos, no podrás hacer lo que habías planeado. Esto no es tan malo como parece, porque tu mente es infinitamente elástica y adaptable. Tienes el poder de usar el ejercicio estoico de ver los obstáculos desde otro punto de vista, y tomar una circunstancia negativa y usarla como una oportunidad para practicar una virtud o una forma de excelencia.

Si algo te impide llegar a tu destino a tiempo, puedes verlo como una oportunidad para practicar la paciencia. Si un empleado comete un error costoso, es una oportunidad para enseñar una lección valiosa. Si una falla de la computadora borra tu trabajo, es una oportunidad para comenzar de nuevo desde cero. Si alguien te lastima, es una oportunidad para practicar el perdón. Si algo es difícil, es una oportunidad para fortalecerse.

Pruebe esta línea de pensamiento y ve si hay una situación en la que uno no podría encontrar alguna virtud para practicar u obtener algún beneficio. No hay ninguna. 

Cada impedimento puede impulsar la acción de una forma u otra.

Día 183 – Haz tu trabajo

“Ante cualquier cosa que alguien haga o diga, estoy obligado a responder con el bien. De la misma manera que una esmeralda está obligada a decir: cualquier cosa que alguien haga o diga, debo ser lo que soy y mostrar mis verdaderos colores”, dijo Marco Aurelio.

Los estoicos creían que cada persona, animal y cosa tiene un propósito o un lugar en la naturaleza. Incluso en la antigüedad entendían vagamente que el mundo estaba compuesto por millones de pequeños átomos. Fue esta idea, esta sensación de un cosmos interconectado, la que sustentaba su sensación de que cada persona y cada acción formaban parte de un sistema más amplio. Todos tenían un trabajo, un deber específico. Incluso las personas que hicieron cosas malas, estaban haciendo su trabajo de ser malvados porque el mal es parte de la vida.

La parte más crítica de este sistema fue la creencia de que tú, el estudiante que ha buscado el estoicismo, tiene el trabajo más importante: ¡ser bueno! Ser sabio. 

Haz tu trabajo hoy. Pase lo que pase, cualquiera que sea el trabajo de otras personas, haz el tuyo. 

Sé bueno.

Día 184 – Sobre el deber y las circunstancias

“Nunca evites el debido cumplimiento de tu deber, sin importar si tienes frío o calor, si estás cansado o descansado, si te insultan o te elogian, ni siquiera si estás muriendo, o presionado por otras circunstancias. Incluso la muerte es una de las tareas importantes de la vida y, en esta, como en todas las demás, debes aprovechar al máximo sus recursos para cumplir bien con el deber que tienes entre manos”, dijo Marco Aurelio.

¿Esto me hará rico? ¿La gente estará impresionada? ¿Cuánto debo esforzarme? ¿Cuánto tiempo llevará esto? ¿Qué provecho voy a sacar de todo esto? ¿Debería hacer esta otra cosa? Estas son las preguntas que nos hacemos en medio de las oportunidades y las obligaciones del día.

Marco Aurelio tenía muchas responsabilidades, al igual que quienes ostentan el poder ejecutivo. Juzgó casos, escuchó apelaciones, envió tropas a la batalla, nombró administradores, aprobó presupuestos. Mucho dependió de sus decisiones y acciones. ¿Debería hacer esto o aquello? ¿Qué tendría que hacer con respecto a esta preocupación o aquella preocupación? ¿Cuándo llegaría a divertirse? 

El simple recordatorio anterior fue su forma de cortar el nudo gordiano de incentivos, quejas, temores e intereses en la competencia.

Es lo que debemos utilizar para decidir qué hacer en todas y cada una de las fases de la vida. La moralidad puede ser complicada, pero lo correcto suele ser lo suficientemente claro e intuitivo como para sentirlo en nuestras entrañas. Nuestro deber rara vez es fácil, pero es importante. También suele ser la elección más difícil. 

Pero debemos hacerlo.

Día 185 – Cambia “tengo que” por “puedo”

"La tarea de un filósofo: armonizar nuestra voluntad con todo lo que suceda, para que nada suceda contra nuestra voluntad y nada de lo que deseamos deje de suceder", dijo Epícteto.

Una lista larga de cosas por hacer parece intimidante, todas esas cosas que tenemos que hacer en el transcurso de un día o una semana. Pero una lista de cosas por hacer suena como un privilegio: estamos entusiasmados con la oportunidad de experimentar esas cosas. 

Esto no es solo un juego semántico. Es una faceta central de la cosmovisión del filósofo.

Hoy, no intentes imponer tu voluntad al mundo. En lugar de ello, considérate afortunado por recibir y poder responder a la voluntad del mundo.

¿Atrapado en el trafico? Unos maravillosos minutos para relajarse y sentarse. ¿Tu coche se averió después de estar inactivo durante tanto tiempo? Ah, qué buen motivo para dar un largo paseo el resto del camino. ¿Un auto que se desvía conducido por un idiota distraído que manejaba hablando por teléfono casi te golpea mientras caminabas y te empapó de pies a cabeza con agua sucia? ¡Qué recordatorio de lo precaria que es nuestra existencia y de lo tonto que es enfadarse por algo tan trivial como llegar tarde o tener problemas con tu viaje!

Dejando a un lado las bromas, puede parecer que no hace una gran diferencia ver la vida como algo que tienes que hacer frente a algo que puedes hacer, pero la hay. 

Una diferencia enorme y magnífica.

Día 186 – Protege la llama

“Protege tu propio bien en todo lo que haces, y en lo que respecta a todo lo demás, toma lo que se te de y, en la medida de lo posible, haz un uso razonable de ello. Si no lo haces, tendrás mala suerte, serás propenso al fracaso, te verás obstaculizado y bloqueado”, dijo Epícteto.

La bondad dentro de ti es como una pequeña llama, y tú eres su guardián. Es tu trabajo, hoy y todos los días, asegurarte de que tenga suficiente combustible, de que no se apague.

Cada persona tiene su propia versión de la llama y es responsable por ella, al igual que tú. Si todos fallan, el mundo será mucho más oscuro, eso es algo que no puedes controlar. 

Pero mientras tu llama parpadee, habrá algo de luz en el mundo.

Día 187 – Nadie dijo que iba a ser fácil

"Las personas buenas harán lo que les parezca honorable, aunque requiera un trabajo duro; lo harán incluso si los daña; lo harán incluso si les traerá peligro. Una vez más, no harán lo que encuentran bajo, incluso si les trae riqueza, placer o poder. Nada los disuadirá de hacer lo que es honorable, y nada los atraerá hacia lo que es bajo”, dijo Séneca.

Si hacer el bien fuera fácil, todos lo harían. (Y si hacerlo mal no fuera tentador o atractivo, nadie lo haría). Lo mismo ocurre con tu deber. Si alguien pudiera hacerlo, se lo habría asignado a otra persona. Pero en cambio te fue asignado a ti.

Afortunadamente, no eres como todos. No tienes miedo de hacer lo difícil. 

Puede resistirse a las recompensas superficialmente atractivas. ¿No?

Día 188 – Levántate y brilla

“En esas mañanas en las que te cuesta levantarte, recuerda este pensamiento: estoy despertando al trabajo de un ser humano. Entonces, ¿por qué me molesta que voy a hacer aquello para lo que fui creado, las mismas cosas para las que fui puesto en este mundo? ¿O fui hecho para acurrucarme debajo de las sábanas y mantenerme caliente? Es tan placentero. En resumen, ¿ser mimado o esforzarse?”, dijo Marco Aurelio.

Es reconfortante pensar que incluso hace dos mil años, el emperador de Roma se estaba dando ánimo para reunir la fuerza de voluntad necesaria levantarse de la cama. Desde el momento en que nos envían a la escuela por primera vez hasta que nos jubilamos, nos enfrentamos a la misma lucha. Sería mejor cerrar los ojos y dormir un poco más. 

Pero no podemos porque tenemos un trabajo que hacer. 

No solo tenemos la vocación a la que nos hemos dedicado, sino que tenemos también la causa más grande de la que hablan los estoicos: el bien común. 

No podemos servirnos a nosotros mismos, a otras personas o al mundo, a menos que nos levantemos y nos pongamos a trabajar; cuanto antes, mejor. 

Así que vamos. 

Métete en la ducha, tómate un café y ponte en marcha.

Día 189 – Nuestro deber de aprender

"Esto es lo que debes enseñarme, a ser como Ulises, cómo amar a mi país, a mi esposa y a mi padre, y cómo, incluso después de sufrir un naufragio, seguir navegando hacia los fines honorables", dijo Séneca.

Muchos maestros enseñan mal La Odisea. Enseñan las fechas, debaten si Homero fue realmente el autor o no, si era ciego, les cuentan a los alumnos qué es un cíclope o cómo funcionaba el caballo de Troya.

El consejo de Séneca para alguien que estudia los clásicos es que se olvide de todo eso. Las fechas, los nombres, los lugares, apenas importan. Lo que importa es la moral. 

Si no sabes mucho sobre de La Odisea, pero te fuiste comprendiendo la importancia de la perseverancia, los peligros de la arrogancia, los riesgos de la tentación y la distracción, entonces realmente aprendiste algo.

No intentamos sobresalir en las pruebas ni impresionar a los profesores. Estamos leyendo y estudiando para vivir, para ser buenos seres humanos, en todas las ocasiones y para siempre.

Día 190 – Deja de hacer tonterías

“Basta de esta vida miserable y llorona. ¡Deja de hacer tonterías! ¿Por qué estás preocupado? ¿Qué es tan confuso? ¿Quién es responsable? Échale un buen vistazo. No hay nada más que mirar. Y en lo que respecta a los dioses, a estas alturas podrías intentar ser más sencillo y amable. Es lo mismo, ya sea que hayas examinado estas cosas durante cien años o solo tres”, dijo Marco Aurelio.

El carácter es la voluntad de aceptar la responsabilidad por la propia vida, es la fuente de la que surge el respeto por uno mismo.

Marco Aurelio nos insta a no perder el tiempo quejándonos de lo que no tenemos o de cómo han salido las cosas. Tenemos que dejar de hacer trampas y ser dueños de nuestras propias vidas. 

El carácter puede desarrollarse y, cuando lo haga, producirá el respeto por uno mismo. 

Pero eso significa comenzar y tomarlo en serio. 

No más tarde, no después de que se hayan respondido ciertas preguntas o se hayan resuelto las distracciones, sino ahora. Ahora mismo. 

Asumir la responsabilidad es el primer paso.

Día 191 – El rey filósofo

"Porque creo que un buen rey debe ser por principio y por necesidad un filósofo, y el filósofo debe tener el carácter y la actitud de un rey", dijo Musonius Rufus.

El liderazgo exige de los líderes una serie interminable de decisiones éticas que requieren establecer prioridades, y tener equilibrio y claridad. Para eso puede ser útil la filosofía.

Platón lo supo cuando imaginó una sociedad utópica gobernada por un rey filósofo. 

"O los filósofos deberían convertirse en reyes", dijo en La República, "o los que ahora se llaman reyes deberían abrazar la filosofía de manera verdadera y suficiente". 

Marco Aurelio fue ese rey filósofo.

¿Qué tiene eso que ver contigo? Hay menos reyes en estos días, pero todos somos líderes de una forma u otra: de familias, de empresas, de un equipo, de una audiencia, de un grupo de amigos, de nosotros mismos. Es el estudio de la filosofía lo que cultiva nuestra razón y nuestra ética para que podamos hacer bien nuestro trabajo. 

No podemos simplemente improvisar, demasiadas personas cuentan con nosotros.

Día 192 – Ama el arte humilde

“Ama el arte humilde que has aprendido y descansa en él. Pasa el resto de tus días como alguien que de todo corazón confía todas sus posesiones a los dioses, sin convertirte en un tirano ni en un esclavo de ninguna persona”, dijo Marco Aurelio.

Si cualquier noche de fin de semana en Nueva York o Los Ángeles pasas por un club de comedia, es probable que encuentres allí a algunos de los comediantes más exitosos del mundo, trabajando en su oficio para un puñado de personas. Aunque hacen una fortuna en películas o en giras, están ahí, practicando la forma más básica de su arte.

Si le preguntas a alguno de ellos oor qué están haciendo esto, por qué siguen actuando, la respuesta será algo así: "Porque soy bueno en eso. Porque lo amo. Porque quiero mejorar. Porque me gusta conectarme con una audiencia. Porque simplemente no puedo no hacerlo".

Para ellos, subir al escenario después de la medianoche no es un trabajo. Es estimulante. No están obligados a hacerlo. Son libres y lo eligen.

Cualquiera que sea el arte humilde que hayas aprendido: ¿está seguro de que estás haciendo tiempo para practicarlo? ¿Te encanta lo que haces lo suficiente como para hacerte el tiempo? ¿Puedes confiar en que si pones el esfuerzo, el resto se arreglará solo?

Ama tu oficio, sé un artesano.

Día 193 – Tu propia empresa

Pero, ¿qué dice Sócrates? Así como una persona se deleita en mejorar su granja y otra su oficio, así yo me deleito en atender mi propia mejora día a día", dijo Epícteto.

La moda en estos días es tener una empresa propia, ser un emprendedor. No hay duda de que construir un negocio desde cero puede ser una actividad inmensamente gratificante. Es por eso que la gente dedica toda su vida a hacerlo, trabajando innumerables horas y asumiendo innumerables riesgos.

Pero, ¿no deberíamos estar tan interesados en construirnos a nosotros mismos como lo estaríamos con cualquier empresa?

Como una empresa emergente, comenzamos apenas como una idea: somos incubados, lanzados al mundo donde nos desarrollamos lentamente y luego, con el tiempo, acumulamos socios, empleados, clientes, inversores y riqueza. ¿Es realmente tan extraño tratar tu propia vida con tanta seriedad como tratarías una idea para un negocio? 

¿Cuál es realmente el asunto de vida o muerte?

Día 194 – Algunas reglas simples

“En tus acciones, no pospongas. En tus conversaciones, no confundas. En tus pensamientos, no te distraigas. En tu alma, no seas ni pasivo ni agresivo. En tu vida, no te dediques sólo a los negocios”, dijo Marco Aurelio.

Lo simple rara vez es fácil. 

Pero ahora que tienes estas reglas, haz que sea tu deber ponerlas en práctica: con el primer punto de tu lista de tareas pendientes, con la primera conversación que tengas, con tu alma y, por supuesto, con la vida que llevas. No sólo hoy, sino todos los días.

Escribe eso en la pizarra y no lo olvides.

Día 195 – Un líder, lidera

“Una persona, al hacer algo bien, espera que le retribuyan el favor. Otro, más desprendido, no espera que se lo retribuyan inmediatamente, pero aún considera a la persona un deudor. Un tercer tipo de persona actúa como si no fuera consciente del hecho, como una vid que produce un racimo de uvas sin pedir nada a cambio, como un caballo después de su carrera, o un perro después de su paseo, o una abeja después de hacer su miel. Una persona así, después de haber hecho una buena acción, no gritará desde los tejados, sino que simplemente seguirá adelante, al igual que la vid produce otro racimo de uvas en la temporada adecuada”, dijo Marco Aurelio.

¿Alguna vez ha escuchado a alguien repetir una de tus ideas como si fuera suya? ¿Alguna vez notaste que un hermano menor o un familiar imitaba tu comportamiento, tal vez la forma en que te vistes o la música que escuchas? Cuando somos jóvenes y sin experiencia, podemos reaccionar negativamente a estas situaciones. ¡Deja de copiarme! ¡Yo estaba aquí primero!

A medida que maduramos, comenzamos a ver eso desde una perspectiva diferente. Entendemos que dar un paso adelante y ayudar es un servicio que los líderes brindan al mundo. Es nuestro deber hacerlo, tanto en situaciones grandes como pequeñas. 

Si esperamos ser líderes, debemos ver que el trabajo viene acompañado de un servicio que tal vez no sea ni agradecido. 

Debemos hacer lo que hacen los líderes, porque es lo que hacen los líderes, no por el crédito, no por el agradecimiento, no por el reconocimiento. 

Es nuestro deber.

Día 196 – Un conocimiento superficial es peligroso

“Todo gran poder es peligroso para el principiante. Por lo tanto, debes manejarlos lo mejor que puedas, pero siempre en armonía con la naturaleza”, dijo Epícteto.

Los grandes maestros suelen ser más duros con sus estudiantes más prometedores. Cuando los profesores ven potencial, quieren que se realice plenamente. Pero los grandes maestros también son conscientes de que la habilidad natural y la comprensión rápida pueden ser bastante peligrosas para el estudiante si se lo deja solo. La promesa temprana puede llevar a un exceso de confianza y crear malos hábitos. Aquellos que aprenden rápidamente las cosas son conocidos por saltarse las lecciones básicas e ignorar los fundamentos.

No te dejes llevar. Tómalo con calma. Entrena con humildad.

Día 197 – Hacer lo correcto es suficiente

"Cuando has hecho algo bien y otro se ha beneficiado con ello, ¿por qué buscas crédito por la buena acción o un favor a cambio?”, dijo Marco Aurelio.

La respuesta a la pregunta "¿Por qué hiciste lo correcto?" siempre debe ser "Porque era lo correcto". Después de todo, cuando escuchas o ves a otra persona hacer eso, especialmente cuando tuvo que soportar alguna dificultad como consecuencia de haber hecho lo correcto, ¿no piensas acaso: eso es un ser humano en su máxima expresión?

Entonces, ¿por qué diablos necesitas agradecimiento o reconocimiento por haber hecho lo correcto? Es tu trabajo.

Día 198 – Progreso del alma

“¿A qué servicio está comprometida mi alma? Pregúntate eso constantemente y examínate a fondo para ver cómo te relacionas con esa parte llamada “el principio rector”. ¿Qué alma tengo ahora? ¿Tengo la de un niño, la de un joven? ¿La de un tirano, una mascota o un animal salvaje?”, dijo Marco Aurelio.

¿Con qué estás comprometido? ¿Qué causa, qué misión, qué propósito? ¿Qué estás haciendo? Y lo que es más importante, ¿por qué lo haces? ¿Cómo refleja lo que haces todos los días, de alguna manera, los valores por los que afirmas preocuparte? ¿Estás actuando de una manera que es consistente con lo que valoras, o estás vagando, sin amarrarte a nada más que a tu propia ambición?

Cuando examines estas preguntas, es posible que te sientas incómodo con las respuestas. Eso es bueno. Eso significa que has dado el primer paso para corregir st comportamiento, para ser mejor que esas criaturas salvajes que menciona Marco Aurelio. También significa que estás más cerca de descubrir lo que tu deber te llama a hacer en la vida. 

Y una vez que lo descubres, te acercas un poco más a cumplirlo.

Día 199 – No abandones a los demás… ni a ti mismo

“A medida que avanza por el camino de la razón, gente se interpondrá en su camino. Nunca podrán evitar que hagas lo correcto, así que no dejes de desearles el bien. Mantén una vigilancia constante en ambos frentes, no sólo por tener tus juicios y acciones bien fundamentados, sino también por mantener la gentileza con aquellos que podrían obstruir tu camino. Porque enfadarse también es una debilidad, tanto como abandonar la tarea o rendirse ante el pánico. Porque las dos son formas de deserción: una retrocediendo y la otra alejándose de la familia y los amigos”, dijo Marco Aurelio.

A medida que comenzamos a progresar en nuestras vidas, encontraremos las limitaciones de las personas que nos rodean. Es como cuando haces dieta. Cuando todo el mundo come de forma poco saludable, existe una especie de alineación natural. Pero si una persona comienza a comer de forma saludable, de repente aparecen agendas opuestas. Ahora hay una discusión sobre dónde ir a cenar.

Así como no debes abandonar tu nuevo camino simplemente porque otras personas puedan tener un problema con él, tampoco debes abandonar a esas personas. No los descarte o los deje en el polvo. No te enojes ni pelees con ellos. 

Después de todo, están en el mismo lugar donde estabas no hace mucho.

Día 200 – Cada uno dirige su propia vida

“Mi elección razonada es tan indiferente a la elección razonada de mi vecino, como a su aliento y su cuerpo. Por mucho que nos hayan hecho para la cooperación, la razón dominante en cada uno de nosotros es la que dirige sus propios asuntos. Si este no fuera el caso, la maldad en otra persona podría dañarme, y Dios no quiso que otra persona controlara mi desgracia”, dijo Marco Aurelio.

Nuestra libertad de mover el puño termina donde comienza la nariz de otra persona. Es decir, toda persona es libre de hacer lo que quiera hasta que interfiera con el cuerpo físico y el espacio de otra. Este dicho también puede funcionar como una gran filosofía personal.

Pero vivir de esa manera requerirá dos suposiciones importantes. Primero, debes vivir tu propia vida de tal manera que no se imponga negativamente a los demás. Después, debe tener la mente suficientemente abierta como para permitir que otros hagan lo mismo.

¿Puedes hacer eso? ¿Incluso cuando estás realmente en desacuerdo con las decisiones que están tomando? ¿Puedes entender que su vida es asunto de ellos? ¿Y que tienes mucho que luchar contigo mismo sin necesidad de molestar a nadie más?

Día 201 – Perdónalos porque no saben

“Como dijo Platón, toda alma está privada de la verdad contra su voluntad. Lo mismo se aplica a la justicia, el autocontrol, la buena voluntad hacia los demás y todas las virtudes similares. Es esencial tener esto en mente constantemente, ya que eso te hará más amable con todos”, dijo Marco Aurelio.

Mientras subía por la Vía Dolorosa hasta la cima de la colina del Calvario, Jesús debe hacer sufrido inmensamente. Lo habían golpeado, azotado, apuñalado, obligado a llevar su propia cruz y estaba listo para ser crucificado junto a dos delincuentes comunes. Allí vio a los soldados tirar los dados para ver quién se quedaba con su ropa, escuchó cómo la gente se burlaba de él.

Cualesquiera que sean tus inclinaciones religiosas, las palabras que Jesús pronunció a continuación, considerando que fueron dichas cuando estaba siendo sometido a un sufrimiento humano inimaginable, te provocarán escalofríos. Jesús miró hacia arriba y dijo simplemente: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen".

Ésa es la misma verdad que Platón expresó siglos antes: Perdónalos; están privados de la verdad. No harían eso si no lo estuvieran.

Utiliza este conocimiento para ser amable y gentil.

Día 202 – Hechos para la justicia

“El injusto actúa contra los dioses. Porque en la medida en que la naturaleza del universo creó criaturas racionales para el bien de los demás, con la mirada puesta en el beneficio mutuo, basado en el valor verdadero y nunca en el daño, cualquiera que rompa la voluntad de la naturaleza actúa contra el más antiguo de los dioses”, dijo Marco Aurelio.

De los actos más atroces decimos que son delitos contra la naturaleza. Por mucho que nos diferenciemos en religión, educación, política, clase o género, en eso podemos llegar a un acuerdo.

¿Por qué? Porque nuestro sentido de la justicia es profundo. 

La clave, entonces, es apoyar nuestra inclinación natural hacia la justicia con límites firmes y compromisos firmes: abrazar, como Lincoln instó a una nación dividida y enojada a hacer, "los mejores ángeles de nuestra naturaleza".

Día 203 – Hechos para trabajar juntos

“Siempre que tengas problemas para levantarte por la mañana, recuerda que has sido creado por la naturaleza con el propósito de trabajar junto a otros. Y que ese es nuestro propio propósito natural, el que es más apropiado y más satisfactorio para nosotros”, dijo Marco Aurelio.

Si un perro pasa todo el día en la cama, está bien. Solo tiene que ser un perro. No tiene que estar en ningún lugar, ninguna otra obligación que no sea ser él mismo. 

Según los estoicos, los seres humanos tenemos una obligación más alta, no para con los dioses, sino los unos con los otros. La civilización y el país son grandes proyectos que construimos juntos y hemos estado construyendo junto con nuestros antepasados ​​durante milenios. Estamos hechos para la cooperación.

Entonces, si necesitas un impulso adicional para levantarte de la cama esta mañana, si necesitas algo más de lo que la cafeína puede ofrecer, usa esto. La gente depende de ti. 

Tu propósito es ayudarnos a realizar este gran trabajo juntos. 

Y estamos esperando que aparezcas.

Día 204 – Nadie te apunta con una pistola

"Nada es noble si se hace de mala gana o por obligación. Los actos nobles son voluntarios”, dijo Séneca.

No estás obligado a hacer lo correcto. Siempre tienes la opción de ser egoísta, grosero, desagradable, pedante, malvado o estúpido. De hecho, a veces es muy tentador quebrar la ley y ciertamente no todos los criminales son atrapados.

Pero, ¿cómo suele funcionar esta línea de pensamiento para las personas? ¿Cómo es su vida?

No tienes estás obligado a hacer lo correcto, así como tampoco estás obligado a cumplir con tu deber. Decides hacerlo. 

Quieres hacerlo.

Día 205 – Recibe honores e insultos de la misma manera

"Recibe sin orgullo, deja ir sin apego", dijo Marco Aurelio.

En medio del colapso de la República Romana, durante la guerra civil entre Pompeyo y César, Pompeyo tomó la decisión de ceder el control de la milicia a Catón. Fue un gran honor, ya que era una posición que daba mucho poder. Pero luego, unos días después, respondiendo a las protestas de su círculo íntimo, Pompeyo revirtió su decisión y le retiró el mando.

Podría haber sido visto como una enorme humillación pública: el recibir un ascenso y que luego se lo quiten. Catón no reaccionó. Respondió al honor y al deshonor de la misma manera: con indiferencia y aceptación. 

Y ciertamente no dejó que eso afectara su apoyo a la causa. De hecho, después del desaire, trabajó para estimular a los soldados antes de la batalla con discursos inspiradores, a los mismos hombres que deberían haber estado bajo su mando.

Eso es lo que está diciendo Marco Aurelio. No te tomes los desaires del día como algo personal, ni tampoco las emocionantes recompensas y reconocimientos, especialmente cuando el deber te ha asignado una causa importante. 

Los detalles triviales no dicen nada sobre ti como persona. Sólo tu comportamiento lo hace.

Día 206 – En algún lugar, alguien se está muriendo

“Siempre que te lleguen noticias inquietantes, ten en cuenta que ninguna noticia puede ser relevante para tu elección razonada. ¿Puede alguien darte la noticia de que tus valores o deseos son incorrectos? ¡De ninguna manera!”, dijo Epícteto.

Un amigo bien intencionado podría preguntarte hoy: "¿Qué piensas sobre [inserta la tragedia del día en otra parte del mundo]?" Tú, en tu preocupación igualmente bien intencionada, podrías responder: "Me siento muy mal por eso". Ambos habrían dejado de lado su elección razonada, sin hacer nada por las víctimas que sufren la tragedia real. 

Puede ser muy fácil distraerse e incluso consumirse por noticias horribles de todo el mundo. La respuesta adecuada del estoico a esos eventos no es la indiferencia, pero tampoco la simpatía sin sentido (que suele tener como costo la propia serenidad). 

Si hay algo que realmente puedas hacer para ayudar a estas personas que sufren, entonces sí, la noticia inquietante (y su reacción a ella) tiene relevancia para tu elección razonada. Si la emoción es el final de tu participación, entonces debes volver a tu propio deber individual: contigo mismo, con tu familia, con tu país.

Día 207 – Escrito en tu lápida

“Cuando veas a alguien mostrando con insistencia su rango o posición, o a alguien cuyo nombre a menudo se menciona en público, no tengas envidia; tales cosas se compran a costa de la vida. . . . Algunos mueren en los primeros peldaños de la escalera del éxito, otros antes de que puedan llegar a la cima, y ​​los pocos que llegan a la cima de su ambición a través de mil indignidades se dan cuenta al final de que sólo es por una inscripción en su lápida”, dijo Séneca.

A veces, nuestros compromisos profesionales pueden convertirse en un fin en sí mismos. Un político podría justificar el descuido de su familia por su cargo, o un escritor podría creer que su "genio" es una buena excusa para su comportamiento antisocial o egoísta. Cualquiera con cierta perspectiva puede ver que, de hecho, el político está realmente enamorado de la fama, y ​​el escritor disfruta de ser condescendiente y sentirse superior. 

Los adictos al trabajo siempre dan excusas por su egoísmo.

Si bien estas actitudes pueden conducir a logros impresionantes, su costo rara vez los justifica. La capacidad de trabajar duro y durante mucho tiempo es admirable. Pero eres un ser humano, no un hacer humano. 

Día 208 – Cuando los hombres buenos no hacen nada

"A menudo, la injusticia radica en lo que no estás haciendo, no sólo en lo que estás haciendo”, dijo Marco Aurelio.

La historia abunda en evidencias de que la humanidad es capaz de hacer el mal, no sólo de forma activa sino también pasiva. En algunos de nuestros momentos más vergonzosos, desde la esclavitud hasta el Holocausto, la culpa no se limitó a los perpetradores sino a los ciudadanos comunes que, por una multitud de razones, se negaron a involucrarse. 

Es esa vieja línea: todo lo que el mal necesita para prevalecer es que los hombres buenos no hagan nada.

No basta con no hacer el mal. 

También debes ser una fuerza para el bien en el mundo, debes hacer lo mejor que puedas.

Día 209 – ¿Adónde hay algo mejor?

“Si encuentras algo mejor que la justicia, la verdad, el autocontrol y el coraje, en resumen, cualquier cosa mejor que la suficiencia de tu propia mente, que te mantiene actuando de acuerdo con las demandas de la verdadera razón y aceptando lo que el destino te da más allá de tu propio poder de elección; te digo, si encuentras algo mejor que eso, entrégate a eso en corazón y alma y aprovecha al máximo ese bien mayor que has encontrado”, dijo Marco Aurelio.

Todos hemos perseguido cosas que pensamos que serían importantes. En algún momento, todos pensamos que el dinero sería la respuesta, que el éxito era el premio más importante, que el amor eterno de una persona hermosa finalmente nos haría sentir cálidos por dentro. ¿Qué encontramos cuando realmente alcanzamos estos objetos sagrados? No que estén vacías o que no tengan sentido —sólo aquellos que nunca las han tenido piensan eso— pero lo que encontramos es que no son suficientes.

El dinero crea problemas. Subir una montaña expone otro pico más alto. Nunca hay suficiente amor.

Hay algo mejor ahí fuera: la verdadera virtud. Es su propia recompensa. La virtud es el único bien que se revela como más de lo que esperamos. 

La virtud, compuesta como está de justicia, honestidad, disciplina y coraje, es lo único por lo que vale la pena luchar.

Día 210 – Reconoce tus privilegios

“Algunas personas son inteligentes y otras aburridas; algunos se crían en un buen ambiente, otros en uno malo, y estos últimos, con hábitos y crianza inferiores, requerirán una instrucción más cuidadosa para dominar estas enseñanzas y ser formados por ellas”, dijo Musonius Rufus.

Al final de un intercambio frustrante, es posible que te encuentres pensando: “Esta persona es idiota”. O preguntando: “¿Por qué no puede simplemente hacer las cosas bien?”

Pero no todo el mundo ha tenido las ventajas que tú has tenido. Eso no quiere decir que tu propia vida haya sido fácil, solo tuviste una ventaja sobre algunas personas. 

Por eso es tu deber comprender y ser paciente con los demás.

La filosofía es formación espiritual, cuidado del alma. Algunos necesitan más cuidados que otros, al igual que algunos tienen un mejor metabolismo o nacieron más altos que otros. Cuanto más indulgente y tolerante puedas ser con los demás, cuanto más consciente estés de tus diversos privilegios y ventajas, más útil y paciente serás.

Día 211 – Una cura para el yo

"La persona que ha practicado la filosofía como una cura para sí mismo se vuelve grande de alma, llena de confianza, invencible, y más grande a medida que te acercas", dijo Séneca.

¿Qué es "una cura para el yo"? Quizás Séneca quiere decir que, a través de la naturaleza y la crianza, desarrollamos un conjunto único de características, algunas positivas y otras negativas. Cuando esas características negativas comienzan a tener consecuencias en nuestras vidas, algunos recurrimos a la terapia, el psicoanálisis o la ayuda de un grupo de apoyo. ¿El objetivo? Curar ciertas partes egoístas y destructivas de nosotros mismos.

Pero entre todas las alternativas para curar nuestras características negativas, la filosofía es la que ha existido por más tiempo y ha ayudado a más personas. No sólo se ocupa de mitigar los efectos de una enfermedad mental o una neurosis, sino que está diseñada para fomentar el florecimiento humano. Está diseñada para ayudarte a vivir la Buena Vida.

¿No te mereces prosperar? ¿No le gustaría ser grande de alma, lleno de confianza e invencible a los eventos externos? ¿No te gustaría ser como la cebolla proverbial, repleta de capas de grandeza?

Entonces practica tu filosofía.

Día 212 – Alegría estoica

“La verdadera alegría es algo serio. ¿Crees que alguien puede descartar alegremente la idea de la muerte con una buena disposición? ¿O abrir la puerta a la pobreza, mantener a raya los placeres o meditar sobre la los beneficios que trae el sufrimiento? El que se siente cómodo con darle la vuelta a estos pensamientos está verdaderamente lleno de alegría, pero difícilmente lo veas “alegre”. Es exactamente esa alegría la que desearía que la poseyeras, porque nunca se secará una vez que hayas encontrado su fuente”, dijo Séneca.

Usamos la palabra "alegría" con mucha liviandad. "Estoy muy alegre por esa noticia". "Es una gran alegría tenerte cerca". Pero ninguno de esos ejemplos toca realmente el verdadero gozo. Están más cerca de "animar". Ese tipo de alegría es superficial.

La alegría, para Séneca, es un estado profundo del ser. Es lo que sentimos dentro de nosotros y poco tiene que ver con risas o sonrisas. 

Entonces, cuando la gente dice que los estoicos son severos o depresivos, realmente no están entendiendo el punto. ¿A quién le importa si alguien está animado cuando los tiempos son buenos? ¿Qué tipo de logro es ese?

Pero, ¿puedes estar completamente satisfecho con tu vida, puedes enfrentar con valentía lo que la vida tiene reservado de un día para otro, puedes recuperarte de todo tipo de adversidad sin perder un paso? ¿Puedes alegrar a otros a tu alrededor? Esa es la alegría estoica, la alegría que proviene del propósito, la excelencia y el deber. 

Es algo serio, mucho más serio que una sonrisa o una voz alegre.

Día 213 – Tu carrera no es una sentencia de por vida

“Qué vergonzoso es el espectáculo que da el abogado que muere en la corte, a una edad avanzada, suplicando por litigantes desconocidos y aún buscando la aprobación de espectadores ignorantes”, dijo Séneca.

Cada tanto, vemos en las noticias que un viejo millonario, todavía señor de su imperio empresarial, es llevado a los tribunales. Los accionistas y los miembros de la familia acuden a los tribunales para argumentar que ya no es mentalmente competente para tomar decisiones, que el patriarca no es más apto para administrar su propia empresa y sus asuntos legales. Debido a que esta persona poderosa se negó a ceder el control o desarrollar un plan de sucesión, está sujeto a una de las peores humillaciones de la vida: la exposición pública de sus vulnerabilidades más privadas.

No debemos envolvernos tanto en nuestro trabajo como para pensar que somos inmunes a la realidad del envejecimiento y la vida. ¿Quién quiere ser la persona que nunca puede soltar? ¿Hay tan poco sentido en tu vida que tu único objetivo es trabajar hasta que te coloquen en un ataúd?

Siéntete orgulloso de tu trabajo, pero recuerda que no es todo.

PRAGMATISMO

Día 214 – No esperes la perfección

“¡Ese pepino es amargo, tíralo! Hay espinas en el camino, ¡mantente alejado! Basta de charla. ¿Por qué reflexionar una y otra vez sobre las molestias? Tal pensamiento te convertiría en el hazmerreír del verdadero estudioso de la naturaleza, tal como se reiría un carpintero o un zapatero si señalaras el aserrín y las astillas en los pisos de sus tiendas”, dijo Marco Aurelio.

Queremos que las cosas salgan perfectamente, así que nos decimos a nosotros mismos que comenzaremos una vez que las condiciones sean las adecuadas o una vez que nos orientemos. Cuando, en realidad, sería mejor concentrarse en arreglárselas con cómo son las cosas.

Marco Aurelio se recordaba a si mismo que no debía esperar la perfección de la República de Platón. No debía esperar a que el mundo fuera exactamente como él quería para empezar a actuar.

No permitamos que pequeñas molestias y obstáculos se interpongan en nuestro camino.

Día 215 – Podemos trabajar de cualquier manera

"De hecho, ¿cómo podría el exilio ser un obstáculo para el desarrollo de una persona, o para alcanzar la virtud, cuando nadie se ha visto privado de aprender o practicar por su causa?", dijo Musonius Rufus.

Al final de su vida, después de una cirugía, le dijeron a Theodore Roosevelt que podría estar confinado a una silla de ruedas por el resto de sus días. Con su entusiasmo característico, respondió: “¡Está bien! ¡Yo también puedo trabajar de esa manera!”

Así es como podemos responder incluso a los giros más difíciles del destino: trabajando en el espacio que nos quede. Nada puede impedirnos aprender. 

De hecho, las situaciones difíciles suelen ser oportunidades para sus propios tipos de aprendizaje, incluso si son el tipo de aprendizaje que no hubiéramos querido.

Musonius Rufus, por su parte, fue exiliado tres veces (dos por Nerón y una por Vespasiano), pero ser expulsado por la fuerza de su vida y de su hogar no afectó sus estudios de filosofía. A su manera, respondió diciendo “¡Está bien! Yo también puedo trabajar de esa manera". 

Y lo hizo, logrando pasar su tiempo entre exilios con un estudiante llamado Epicteto, ayudando así a llevar el estoicismo al mundo.

Día 216 – La buena vida está en todas partes

“En este momento no estás en un viaje, sino deambulando, siendo conducido de un lugar a otro, aunque lo que buscas, vivir bien, se encuentra en todas partes. ¿Hay algún lugar más confuso que el Foro? Sin embargo, incluso allí puedes estar en paz, si es necesario”, dijo Séneca.

Un conocido escritor se quejó una vez de que, después de tener éxito, sus amigos ricos siempre lo invitaban a sus hermosas y exóticas casas. “Venid a nuestra casa en el sur de Francia”, decían. O, "Nuestro chalet de esquí suizo es un lugar maravilloso para escribir". 

El escritor viajó por el mundo, viviendo en el lujo, con la esperanza de encontrar inspiración y creatividad en estas inspiradoras mansiones. Sin embargo, rara vez sucedió. Siempre se sentía atraído por el encanto de otra casa mejor. Siempre había distracciones, siempre tantas cosas que hacer, y el bloqueo y la inseguridad del escritor que acechan a los creativos viajaban con él a cualquier lugar que iba.

Nos decimos a nosotros mismos que necesitamos la circunstancia correcta antes de que finalmente nos pongamos serios. O nos decimos que unas vacaciones, o un tiempo a solas, serán buenos para una afianzar una relación o curar una enfermedad. Esto es autoengaño en su máxima expresión.

Es mucho mejor que seamos pragmáticos y adaptables, capaces de hacer lo que tenemos que hacer en cualquier lugar y en cualquier momento. 

El lugar para hacer tu trabajo, para vivir la buena vida, es este en el que estás, aquí y ahora.

Día 217 – Sin culpa, sólo foco

“Debes dejar de culpar a Dios o a otras personas o circunstancias. Debes controlar completamente tu deseo y enfocarte en lo que se encuentra dentro de tu elección razonada. No debes sentir enojo, resentimiento, envidia o arrepentimiento”, dijo Epícteto.

Nelson Mandela fue encarcelado durante veintisiete años por resistirse al brutal régimen del apartheid en Sudáfrica. 

Durante dieciocho de esos años, tuvo como inodoro un balde, un catre rígido en una celda pequeña, y una vez al año se le permitía una sola visita, durante treinta minutos. Era un trato cruel destinado a aislar y quebrantar a los prisioneros. Y sin embargo, a pesar de eso, Mandela se convirtió en una figura digna dentro de la prisión.

Aunque se vio privado de muchas cosas, encontró formas creativas de hacer valer su voluntad. Fingió saltar la cuerda y se puso a hacer sombra para mantenerse en forma. Mantuvo la cabeza más alta que otros prisioneros, los alentó cuando los tiempos se pusieron difíciles y siempre mantuvo su sentido de seguridad en sí mismo.

Tú también puedes desarrollar esa seguridad en ti mismo. 

No importa lo que suceda hoy, no importa dónde te encuentres, enfócate en lo que se encuentra dentro de tus elecciones razonadas. Ignora, de la mejor manera que puedas, las emociones descontroladas, con las que sería tan fácil distraerse. 

No te emociones, concéntrate.

Día 218 – El silencio es fortaleza

"El silencio es una lección aprendida de los muchos sufrimientos de la vida", dijo Séneca.

Recuerda la última vez que dijiste algo realmente estúpido. ¿Por qué lo dijiste? Lo más probable es que no lo necesitaras, pero pensaste que hacerlo te haría parecer inteligente, o parte del grupo.

Cuanto más digas, más probable es que digas algo tonto. A eso agregamos: cuanto más digas, más probabilidades tendrás de desaprovechar las oportunidades y causar sufrimiento.

Los inexpertos y temerosos hablan para tranquilizarse. 

La capacidad de escuchar, de mantenerse deliberadamente al margen de una conversación es rara. El silencio es una forma de desarrollar fuerza y autosuficiencia.

Día 219 – Siempre hay más espacio para maniobrar del que tú piensas

“En los tiempos difíciles, preste atención, piense. Las dificultades se pueden suavizar, y las cargas pesadas pueden ser aligeradas para aquellos que pueden aplicar la presión correcta”, dijo Séneca.

¿Estuviste alguna perdiendo en un juego que de repente se dio vuelta y terminaste ganando? ¿Recuerdas aquella vez en que pensabas que seguramente no pasarías una prueba, pero con una noche despierto y algo de suerte lograste obtener una puntuación decente? Esa corazonada que persiguiste mientras otros desistieron, ¿no resultó brillante?

Es ese tipo de energía y creatividad y, sobre todo, esa fe en ti mismo lo que necesitas en este momento. El derrotismo no te llevará a ninguna parte (excepto a la derrota). Pero concentrar todo tu esfuerzo en algo es tu mejor oportunidad. 

Día 220 – Pragmático y con principios

“Dondequiera que una persona pueda vivir, se puede vivir bien; la vida también está en las exigencias de los tribunales, y hasta allí se puede vivir bien”, dijo Marco Aurelio.

William Lee Miller, en su "biografía ética" de Abraham Lincoln, dice algo importante sobre este famoso presidente: nuestra deificación del hombre hace que pensemos que no era un político. Nos centramos en sus humildes comienzos, su autoeducación, sus bonitos discursos. Pero pasamos por alto su trabajo, que era la política. Eso nos lleva a olvidar lo verdaderamente impresionante de él: Lincoln era compasivo, deliberado, justo, de mente abierta y decidido, mientras era político. Él era lo que admiramos en una profesión que creemos que se ocupa exclusivamente de lo opuesto a ese tipo de persona.

Los principios y el pragmatismo no están reñidos. Ya sea que viva en el foso de serpientes que es Washington, D.C., trabaje entre el materialismo de Wall Street o haya crecido en una pequeña ciudad de mente cerrada, puede vivir bien. 

Muchos lo han hecho.

Día 221 – Empieza con las cosas como están

“Haz ahora lo que la naturaleza te exige. Hazlo directamente, si está en su poder. No mires a tu alrededor para ver si la gente lo sabrá. No esperes la perfección de la República de Platón, siéntete satisfecho con el más mínimo paso adelante y considera el resultado como un logro”, dijo Marco Aurelio.

¿Alguna vez has escuchado la expresión "No dejes que la perfección sea enemiga de lo bueno"? La idea no es establecer o comprometer tus estándares, sino más bien no dejarse atrapar por el idealismo.

Saul Alinsky abre su libro Reglas para Radicales con esta frase: “Como organizador, empiezo desde donde está el mundo, como es, no como me gustaría que fuera. El hecho de que aceptemos el mundo tal como es no debilita en ningún sentido nuestro deseo de convertirlo en lo que creemos que debería ser; es necesario comenzar donde está el mundo si vamos a cambiarlo a lo que pensamos que debería ser".

Día 222 – Observa apenas los hechos

"No te digas nada más que lo que te sugieren las impresiones iniciales. Te dijeron que alguien habla mal de ti. Nadie dice que te hayan perjudicado. Ves que tu hijo está enfermo, pero no que su vida esté en peligro. Por lo tanto, observa las primeras impresiones y no las multipliques en tu cabeza”, dijo Marco Aurelio.

Al principio, esto puede parecer lo contrario de todo lo que se ha enseñado. ¿No cultivamos nuestras mentes y habilidades de pensamiento crítico precisamente para no simplemente aceptar las cosas por su valor nominal? Sí, la mayoría del tiempo. Pero a veces este enfoque puede resultar contraproducente.

Lo que también tiene un filósofo es la capacidad, como dijo Nietzsche, de "detenerse valientemente en la superficie" y ver las cosas en forma clara y objetiva. Nada más y nada menos. Sí, los estoicos eran "superficiales", dijo, "por profundidad". 

Hoy, mientras otras personas se dejan llevar, eso es lo que vas a practicar. Una especie de pragmatismo directo: ver las cosas como las muestran sus impresiones iniciales.

Día 223 – La perfección es enemiga de la acción

"No abandonamos nuestras búsquedas porque no estamos obsesionados con la perfección", dijo Epícteto.

Los psicólogos hablan de distorsiones cognitivas: patrones de pensamiento exagerados que tienen un impacto destructivo en la vida del paciente. Uno de los más comunes se conoce como pensamiento de todo o nada. Ejemplos de esto incluyen pensamientos como:

Si no estás conmigo, estás en mi contra.

Fulano de tal es todo bueno / malo.

Debido a que esto no fue un éxito total, es un fracaso total.

Este tipo de pensamiento extremo está asociado con la depresión y la frustración. ¿Cómo podría no estarlo? El perfeccionismo rara vez engendra perfección.

El pragmatismo no tiene tales complejos. Tomará lo que pueda conseguir. Eso es lo que Epicteto nos recuerda. Nunca seremos perfectos, si es que existe tal cosa. Somos humanos, después de todo. Nuestras actividades deben estar dirigidas al progreso, por poco que sea posible que hagamos.

Día 224 – No hay tiempo para teorías, sólo resultados

“Cuando discutimos que era lo mejor para obtener la virtud, la teoría o el hábito, si por teoría se entiende lo que se nos enseña como conducta correcta, y por hábito entendemos estar acostumbrados a actuar de acuerdo con esa teoría, nos pareció que el hábito era más efectivo”, dijo Musonius Rufus.

Como dice Hamlet: “Hay más cosas en el cielo y en la tierra, Horacio, de las que sueñas en tu filosofía".

Lo que importa es cómo vas a resolver esta situación que está frente a ti, y si podrás superarla y pasar a la siguiente. 

Eso no quiere decir que todo vale, pero no podemos olvidar que, aunque las teorías son claras y simples, las situaciones rara vez lo son.

Día 225 – Haz que las palabras sean tuyas

“Platón, Zenón, Crísipo, Posidonio y toda una multitud de estoicos igualmente excelentes, han dicho muchas palabras. Les diré cómo las personas pueden demostrar que sus palabras son las suyas, poniendo en práctica lo que han estado predicando”, dijo Séneca.

Una de las críticas al estoicismo por parte de traductores y profesores modernos es la cantidad de repetición. Marco Aurelio, por ejemplo, ha sido criticado por los académicos por no ser original, porque su escritura se parece a la de otros estoicos anteriores. Esta crítica no capta el sentido.

Incluso antes de la época de Marco, Séneca era muy consciente de que había muchos préstamos y superposiciones entre los filósofos. Eso es porque a los verdaderos filósofos no les preocupaba la autoría, solo lo que funcionaba. Más importante aún, creían que lo que se decía importaba menos que lo que se hacía.

Y esto es tan cierto ahora como entonces. 

Le invitamos a tomar todas las palabras de los grandes filósofos y utilizarlas a su gusto (están muertos, no les importa). Siéntase libre de modificar, editar y mejorar a su gusto. Adáptelos a las condiciones reales del mundo real. 

La forma de demostrar que realmente entiendes lo que hablas y escribes, que eres realmente original, es poniéndolos en práctica. 

Día 226 – Hazte cargo y termina con tus problemas

"Has soportado innumerables problemas, todo por no dejar que tu razón haga el trabajo para el que fue creada, ¡ya es suficiente!", dijo Marco Aurelio.

¿Cuántas cosas a las que temes sucedieron realmente? ¿Cuántas veces la ansiedad te ha llevado a comportarte de una manera que luego lamentas? ¿Cuántas veces has dejado que los celos, la frustración o la codicia te lleven por un mal camino?

Dejar que nuestra razón gobierne el día puede parecer más trabajo, pero nos ahorra bastantes problemas. Como dice el proverbio de Ben Franklin: "Un gramo de prevención vale un kilo de cura".

Tu cerebro fue diseñado para hacer ese trabajo. Su objetivo es separar lo importante de lo que no tiene sentido, mantener las cosas en perspectiva, sólo preocuparse por aquello por lo que vale la pena preocuparse. 

Sólo necesitas ponerlo en uso.

Día 227 – Esto no es por diversión, es por la vida

“La filosofía no es un truco de salón. No se trata de palabras, sino de hechos. No se emplea para tener algún placer antes de que acabe el día, o para aliviar la incomodidad de nuestro tiempo libre. Moldea y construye el alma, da orden a la vida, guía la acción, muestra lo que se debe y no se debe hacer; se sienta al timón dirigiendo nuestro rumbo mientras vacilamos en las incertidumbres. Sin ella, nadie puede vivir sin miedo o sin preocupaciones. Cada hora suceden innumerables cosas que requieren un consejo, y ese consejo debe buscarse en la filosofía”, dijo Séneca.

Un día, Cato presenció una excelente charla de Carneades, un filósofo escéptico, que habló poéticamente sobre la importancia de la justicia. Sin embargo, al día siguiente, Cato encontró a Carneades discutiendo apasionadamente sobre los problemas de la justicia: que era simplemente un dispositivo inventado por la sociedad para crear orden. Cato estaba horrorizado ante este tipo de “filósofo”, que trataba un tema tan precioso como un debate en el que uno discutiría ambos lados de un tema simplemente para conversar. ¿Cuál era el objetivo?

De modo que presionó al Senado para que enviaran a Carneades de regreso a Atenas, donde ya no podría corromper a la juventud romana con sus trucos retóricos. 

Para un estoico, la idea de discutir ociosamente algún tema —de creer o discutir dos ideas contradictorias— es una absurda pérdida de tiempo, energía y creencia. 

Como dijo Séneca, la filosofía no es un truco divertido. Es para usar, durante toda la vida.

Día 228 – La corte suprema de tu mente

“Esto se puede enseñar rápidamente con pocas palabras: la virtud es el único bien; no hay un bien seguro sin virtud; y la virtud reside en nuestra parte más noble, que es la racional. ¿Y cuál puede ser esta virtud? Juicio veraz y firme. Porque de esto surgirá todo impulso mental, y por él se aclarará toda apariencia que estimule nuestros impulsos”, dijo Séneca.

Piensa en personas que conozcas que tengan un carácter firme. ¿Por qué son tan confiables? ¿Por qué tienen una excelente reputación? Es posible que veas un patrón: consistencia. Son honestos no sólo cuando les conviene. No sólo están ahí para ti cuando importa. Las cualidades que los hacen admirables se manifiestan en cada acción.

Te conviertes en la suma de tus acciones. Elige sabiamente.

Día 229 – Cualquier cosa puede ser una ventaja

“Así como la naturaleza de las cosas racionales le ha dado a cada persona sus poderes racionales, así también nos da este poder. Así como la naturaleza vuelve hacia su propio propósito cualquier obstáculo u oposición, cualquier persona racional puede convertir los obstáculos en materia prima para su propio propósito”, dijo Marco Aurelio.

Muggsy Bogues fue el jugador más bajo en jugar baloncesto profesional. A lo largo de su carrera, se burlaron de él, lo subestimaron y lo descartaron.

Pero Bogues tuvo éxito al convertir su altura en aquello que lo hizo conocido a nivel nacional. Algunas personas vieron su tamaño como una maldición, pero él lo vio como una bendición. Encontró las ventajas. En la cancha el tamaño pequeño tiene muchas ventajas: velocidad y rapidez, la capacidad de robar el balón a jugadores desprevenidos.

¿Podría este enfoque ser útil en tu vida? 

¿Qué cosas crees que te han estado frenando que, de hecho, pueden ser una fuente oculta de fortaleza?

Día 230 – Asume la responsabilidad

“Porque nada fuera de mi elección razonada puede obstaculizarlo o dañarlo; solo mi elección razonada puede hacer esto por sí misma. Si lo vemos así cada vez que fallamos, y nos culpamos sólo a nosotros mismos y recordamos que nada más que nuestra propia opinión es la causa de la inquietud, entonces, por Dios, juro que estaríamos progresando”, dijo Epícteto.

Hoy, ve si puedes estar sin culpar a una persona o una sola circunstancia. 

Alguien dice algo grosero, es tu sensibilidad la que interpretó su comentario de esta manera. Tu cartera de acciones sufre una gran pérdida. ¿Qué esperabas al hacer una apuesta tan grande? ¿Por qué estás revisando el mercado día a día de todos modos?

Sea lo que sea, por muy malo que sea, fíjate si puedes pasar un día entero dejándolo todo a cargo de tu elección razonada. Si no puede hacerlo por un día, ve si puede hacerlo por una hora. Si no es por una hora, entonces por diez minutos.

Empieza donde lo necesites. 

Incluso un minuto sin jugar al juego de la culpa es un progreso en el arte de vivir.

Día 231 – Sólo los tontos se apresuran

"Una buena persona es invencible, porque no se apresura a participar en eventos en los que no es el más fuerte. Si quieres su propiedad, tómala; llévate también sus empleados, profesión y cuerpo. Pero nunca los obligarás a hacer lo que no se proponen, ni los atraparás en lo que evitarían. Porque el único evento en el que participa una buena persona es el de su propia elección razonada. ¿Cómo puede una persona así no ser invencible?”, dijo Epícteto.

Uno de los principios más fundamentales de las artes marciales es que la fuerza no debe ir en contra de la fuerza. Es decir: no intentes vencer a tu oponente donde es más fuerte. Pero eso es exactamente lo que hacemos cuando intentamos emprender una tarea imposible que no nos hemos molestado en pensar. O dejamos que alguien nos ponga en aprietos. O decimos que sí a todo lo que se nos presenta.

Algunas personas piensan que “elegir tus batallas” es una señal de debilidad. ¿Cómo podría ser débil reducir la cantidad de veces que fallamos o minimizar la cantidad de lesiones innecesarias que se nos infligen? ¿Cómo es eso algo malo? 

Como dice el refrán, la discreción es la mejor parte del valor. Los estoicos lo llaman elección razonada. ¡Eso significa ser razonable! Piensa bien antes de elegir y hazte invencible.

Día 232 – Elimina lo que no es necesario

“Se dice que si tienes tranquilidad, te conviene ocuparte poco. Pero, ¿no sería mejor hacer lo que debes, lo que se requiere de un ser racional creado para la vida pública? Porque eso te traerá no sólo la tranquilidad de hacer pocas cosas, sino la mayor paz de hacerlas bien. Dado que la gran mayoría de nuestras palabras y acciones son innecesarias, eliminarlas creará una abundancia de ocio y tranquilidad. Y a cada momento deberemos preguntarnos, ¿es esto necesario? Porque debemos eliminar no sólo las acciones innecesarias, sino también los pensamientos innecesarios, de modo que los actos innecesarios no los acompañen”, dijo Marco Aurelio.

Los estoicos no eran monjes. No se retiraron a un monasterio o a un templo. Eran políticos, empresarios, soldados, artistas. Practicaron su filosofía en medio del ajetreo de la vida, tal como tú intentas hacerlo.

La clave para lograrlo es eliminar sin piedad lo que no es esencial de nuestras vidas. Qué nos obliga a hacer la vanidad, qué codicia nos aprisiona, qué falta de coraje nos impide decirle que no a algo. Todo esto debemos cortar, cortar, cortar.

Día 233 – Enfócate en lo importante

"Por dentro, deberíamos ser diferentes en todos los aspectos, pero nuestra vestimenta exterior debería armonizar con la multitud", dijo Séneca.

Diógenes el Cínico fue un controvertido filósofo que deambulaba por las calles como un vagabundo. Unos miles de años después, sus declaraciones todavía nos hacen pensar. Pero si la mayoría de nosotros lo hubiéramos visto en ese momento, hubiéramos pensado: ¿Quién es ese loco?

Es tentador llevar la filosofía al extremo, pero ¿a quién sirve? De hecho, el rechazo de los fundamentos de la sociedad aliena a otras personas, incluso las amenaza. 

La transformación exterior —en nuestra ropa, nuestros coches, en nuestro aseo personal— puede parecer importante, pero es superficial en comparación con el cambio interior. Ese es el cambio que sólo nosotros conocemos.

Día 234 – No te sientas mal por anticipado

“Es nocivo para el alma estar ansiosa por el futuro y sentirse mal por anticipado, envuelta por la ansiedad de que las cosas que desea puedan seguir siendo propias hasta el fin. Porque un alma así nunca descansará; al anhelar lo que vendrá, perderá la capacidad de disfrutar las cosas presentes”, dijo Séneca.

La forma en que nos preocupamos por algunas malas noticias que podrían llegar es extraña. Por definición, la espera significa que aún no ha sucedido, por lo que sentirse mal de antemano es totalmente voluntario. Pero eso es lo que hacemos: nos comemos las uñas, tenemos problemas digestivos, hacemos a un lado groseramente a las personas que nos rodean. ¿Por qué? Porque algo malo podría ocurrir pronto.

El pragmático, la persona de acción, está demasiado ocupado para perder el tiempo en tales tonterías. El pragmático no puede preocuparse por todos los resultados posibles de antemano. Piénsalo. En el mejor de los casos: si la noticia resulta ser mejor de lo esperado, todo ese tiempo se desperdició con miedo innecesario. En el peor de los casos, nos sentimos mal por más tiempo, por elección.

¿Y qué mejor uso podrías hacer de ese tiempo? Un día que podría ser el último, ¿quiere pasarlo preocupado? ¿En qué otra área podrías hacer algún progreso mientras otros están sentados en los bordes de su asiento, esperando pasivamente algún destino?

Que la noticia llegue cuando tenga que llegar. Que te encuentre demasiado ocupado trabajando como para tener tiempo de preocuparte.

Día 235 – No te preocupes por pequeñeces

“Es esencial que recuerdes que la atención que prestes a cualquier acción debe ser en la proporción debida a su valor, porque así no te cansarás ni te rendirás, al no preocuparte por cosas menores”, dijo Marco Aurelio.

No gastes tu tiempo (el más valioso y menos renovable de todos tus recursos) en las cosas que no importan. ¿Qué pasa con las cosas que no importan pero que estás absolutamente obligado a hacer? Bueno, dedícales el menor tiempo posible y trata de resolverlas lo más pronto posible.

Si le das a las cosas más tiempo y energía del que merecen, ya no son cosas menores. Los ha hecho importantes por la vida que les has dedicado. Y, lamentablemente, has hecho que las cosas importantes (tu familia, tu salud, tus verdaderos compromisos) lo sean menos como resultado del tiempo que les ha robado.

Día 236 – Es por tu propio interés

“Si quieres explicar por qué una persona sabia no debería emborracharse, no lo hagas con palabras, sino mostrando cómo actúan en toda su fealdad. Es fácil demostrar que los supuestos placeres, cuando van más allá de la medida adecuada, no son más que castigos”, dijo Séneca.

¿Existe una técnica menos eficaz para persuadir a las personas de que hagan algo que arengándolas? ¿Hay algo que le disguste a la gente más que las nociones abstractas? Por eso los estoicos no dicen: "Deja de hacer esto, es un pecado". En cambio, dicen: "No hagas esto porque te hará sentir mal". No dicen: "El placer no es placentero". Dicen: "El placer sin fin se convierte en su propia forma de castigo". 

Apela al interés propio de la gente, nunca a su misericordia o gratitud.

Si te encuentras tratando de persuadir a alguien para que cambie o haga algo diferente, recuerda que el motivo más eficaz es el interés propio. No es que esto o aquello sea malo, es que les conviene hacerlo de otra manera. Y muéstrales, no moralices.

¿Y qué sucede cuando aplicas esta forma de pensar a tu propio comportamiento?

Día 237 – Encuentra lo bueno sin importar de dónde venga

"Nunca me avergonzaré de citar a un mal escritor si dijo algo bueno", dijo Séneca.

Algo sorprendente de las cartas y ensayos de Séneca es la frecuencia con la que cita al filósofo Epicuro. ¿Por qué es tan extraño? ¡Porque se supone que el estoicismo y el epicureísmo son filosofías diametralmente opuestas! (En realidad, las diferencias, aunque significativas, tienden a ser exageradas).

Pero Séneca estaba buscando sabiduría, punto. No importaba de dónde viniera. Esto es algo que muchos fundamentalistas —en religión, filosofía, o cualquier otra cosa— parecen pasar por alto. ¿A quién le importa si un poco de sabiduría es de un estoico, a quién le importa si encaja perfectamente con el estoicismo? Lo que importa es si mejora tu vida, si te hace mejor.

¿Qué sabiduría o ayuda podrías encontrar hoy si dejaras de preocuparte por las afiliaciones y la reputación? ¿Cuánto más podrías ver si sólo te concentraras en el mérito?

Día 238 – Respeta el pasado, pero mantente abierto al futuro

"¿Deberé seguir los pasos de mis predecesores? Entonces seguramente usaré el camino más antiguo, pero si encuentro un camino más corto y suave, haré un nuevo camino allí. Quienes fueron pioneros en esos caminos son apenas nuestros guías. La verdad está abierta a todos, no ha sido monopolizada”, dijo Séneca.

Las tradiciones son a menudo las mejores prácticas que han sido probadas para hacer algo. Pero recuerda que las ideas conservadoras de hoy fueron alguna vez controvertidas, vanguardistas e innovadoras. Es por eso que no podemos tener miedo de experimentar con nuevas ideas.

En el caso de Séneca, podría estar adoptando una nueva visión filosófica que mejora la escritura de Zenón o Cleantes. En nuestro caso, quizás un gran avance en psicología mejore la escritura de Séneca o Marco Aurelio. O tal vez tengamos un gran avance propio. Si esas ideas son verdaderas y mejores, abrázalas, úsalas. 

No necesitas ser prisionero de ancianos muertos que dejaron de aprender hace dos mil años.

Día 239 – Buscando naufragios

“Yo ya era un náufrago incluso antes de abordar. . . el viaje me mostró esto: cuánto de lo que tenemos es innecesario y con qué facilidad podemos decidir deshacernos de esas cosas cuando sea necesario, sin sufrir nunca la pérdida”, dijo Séneca.

Zenón, considerado el fundador de la escuela del estoicismo, fue un comerciante antes de ser un filósofo. En un viaje entre Fenicia y Peiraeus, su barco se hundió junto con su cargamento. Zenón terminó en Atenas y, mientras visitaba una librería, conoció la filosofía de Sócrates. Eso lo llevó a cambiar drásticamente el rumbo de su vida, y a desarrollar el pensamiento y los principios que ahora conocemos como estoicismo. 

Según el antiguo biógrafo Diógenes Laercio, Zenón bromeó: "Ahora que he sufrido un naufragio, estoy en un buen camino", o, según otro relato, "Lo has hecho bien, Fortuna, llevándome así a la filosofía”.

Los estoicos no estaban siendo hipotéticos cuando dijeron que deberíamos actuar con un Plan B, ya que así incluso los eventos más desafortunados pueden resultar ser los mejores. 

¡Toda la filosofía se basa en esa idea!

Día 240 – Reír o llorar

“Heráclito derramaba lágrimas cada vez que salía a la calle, Demócrito se reía. Uno veía todo como un desfile de miserias, el otro como uno de locuras. Por eso, debemos tener una visión más liviana de las cosas y sobrellevarlas con un espíritu tranquilo, porque es más humano reírse de la vida que lamentarse por ella”, dijo Séneca.

¿Es esta observación el origen de esa famosa expresión sobre las noticias frustrantes?: "No sé si reír o llorar".

Los estoicos veían poco propósito en enojarse o entristecerse por cosas que son indiferentes a nuestros sentimientos. Especialmente cuando esos sentimientos terminan haciéndonos sentir peor.

Y esto es otra prueba de que los estoicos no eran un grupo de ancianos deprimentes y amargados. Incluso cuando las cosas estaban realmente mal, cuando el mundo les daba ganas de llorar de desesperación o de rabia, optaban por reírse de ello.

Como Demócrito, podemos tomar la misma decisión. Hay más humor que odio en casi todas las situaciones. Y al menos el humor es productivo: nos ayuda a hacer las cosas menos pesadas, no más.

Día 241 – El estoico opulento

“El fundador del universo, quien construyó las leyes de la vida, lo hizo de tal forma que siempre vivamos bien, pero no con lujos. Todo lo necesario para nuestro bienestar está ante nosotros, mientras que el lujo se acumula pasando por muchas miserias y angustias. Usemos este regalo de la naturaleza y percibámoslo entre las cosas más grandes”, dijo Séneca.

Incluso en su propia época, Séneca fue criticado por predicar las virtudes estoicas mientras acumulaba una de las mayores fortunas de Roma. Séneca era tan rico que algunos historiadores especulan que los grandes préstamos que hizo a los habitantes de lo que ahora es Gran Bretaña provocaron lo que se convirtió en un levantamiento horriblemente brutal allí. El apodo burlón de sus críticos para él era "El estoico opulento".

La respuesta de Séneca a esta crítica es bastante simple: podría tener riqueza, pero no la necesitaba. No dependía de ella ni era adicto a ella. Tampoco, a pesar de su gran cuenta bancaria, se le consideraba nada parecido a los gastadores y cazadores de placeres más generosos de Roma. Ya sea que su racionalización sea cierta o no (o si fue un poco hipócrita), la suya es una receta decente para navegar en la sociedad materialista y basada en la riqueza de hoy.

Este es el enfoque pragmático en lugar de moralista de la riqueza.

Todavía podemos vivir bien sin convertirnos en esclavos del lujo. 

Día 242 – No querer nada, tenerlo todo

“Ninguna persona tiene el poder de tener todo lo que quiere, pero está en su poder el no querer lo que no tiene y hacer un buen uso de lo que tiene”, dijo Séneca.

¿Hay una persona tan rica que literalmente no haya nada que no pueda pagar? Seguramente no lo hay. Incluso las personas más ricas fracasan regularmente en sus intentos de comprar elecciones, de comprar respeto, clase, amor y otras muchas cosas que no están a la venta.

Si la riqueza obscena nunca le dará todo lo que desea, ¿es ese el final? ¿O hay otra forma de resolver esa ecuación? Para los estoicos, la hay: cambiando lo que quieren. Al cambiar su forma de pensar, lo logrará. 

John D. Rockefeller, que era muy rico, creía que “la riqueza de un hombre debe estar determinada por la relación entre sus deseos y gastos, con sus ingresos. Si se siente rico con $ 10, y tiene todo lo que desea, realmente es rico".

Hoy, puedes intentar aumentar tu riqueza, o puedes tomar un atajo y simplemente querer menos.

Día 243 – Cuando te sientes haragán

“Todo lo que aún debe hacerse, la virtud puede hacerlo con valentía y prontitud. Cualquiera diría que emprender una tarea a regañadientes, o empujar el cuerpo en una dirección y la mente en otra, para ser destrozado por impulsos salvajemente divergentes, es una estupidez”, dijo Séneca.

Si comienzas algo y de inmediato te sientes perezoso e irritado, primero pregúntate: ¿Por qué estoy haciendo esto? Si realmente es una necesidad, pregúntate: ¿Qué hay detrás de mi desgana? ¿Temor? ¿Despecho? ¿Fatiga?

No sigas adelante esperando que alguien venga y te releve de esa tarea que no quieres hacer. O que alguien más te explique de repente por qué es importante lo que estás haciendo. 

No seas la persona que dice sí con la boca pero no con sus acciones. 

Día 244 – Considera también tus fallas

“Siempre que te ofendas por las malas acciones de alguien, observa si tú no tienes actitudes similares, como desear dinero o algún placer, o un poco de fama, cualquiera que sea la forma que adopte. Al pensar en eso, olvidarás rápidamente tu enojo, considerando también lo que impulsa a quien te ofende, porque ¿qué más podrían hacer? Si puedes, ayúdalos también a eliminar su compulsión”, dijo Marco Aurelio.

Anteriormente se nos recordó la creencia tolerante de Sócrates de que "nadie hace mal a propósito". ¿La prueba más clara de esa hipótesis? Todas las veces que hicimos mal, lo hicimos sin malicia ni intención. ¿Recuerdas? La vez que fuiste grosero porque no habías dormido en dos días. La vez que actuaste basándote en mala información. La vez que te dejaste llevar, te olvidaste, no comprendiste. La lista sigue y sigue.

Por eso es tan importante no descartar a las personas ni tacharlas de enemigos. Sé tan indulgente con ellos como lo eres con ti mismo. 

Trátalos de la misma forma en que te tratarías a ti mismo, para poder así seguir trabajando con ellos y hacer uso de sus talentos.

Parte 3

La disciplina de la voluntad

Fortaleza y resistencia

Día 245 – Un alma fuerte es mejor que la buena suerte

"El alma racional es más fuerte que cualquier tipo de fortuna; por si misma, guía sus asuntos aquí o allá, y es ella misma la causa de una vida feliz o miserable”, dijo Séneca.

Catón el Joven tenía suficiente dinero como para vestirse con ropa fina. Sin embargo, a menudo caminaba descalzo por Roma, indiferente a las suposiciones que la gente hacía sobre él cuando pasaba. Podría haberse complacido con la mejor comida. En cambio, eligió comer comida sencilla. Tanto si llovía como si hacía mucho calor, iba con la cabeza descubierta por elección.

¿Por qué no disfrutar de un alivio fácil? Porque estaba entrenando su alma para ser fuerte y resistente. En concreto, estaba aprendiendo la indiferencia: una actitud de “pase lo que pase” que le iría bien en las trincheras del ejército, en el Foro y en el Senado, y en su vida de padre y estadista.

Su entrenamiento lo preparó para cualquier condición, cualquier tipo de suerte. 

Si nos sometemos a nuestro propio entrenamiento y preparación, podremos encontrarnos igualmente fortalecidos.

Día 246 – La escuela de filósofía es como un hospital

"La casa del filósofo es como un hospital; no deberías salir de ella sintiendo placer, sino dolor, porque no te encontrabas bien cuando entraste", dijo Epícteto.

¿Has ido alguna vez a fisioterapia o rehabilitación? No importa lo que implique el nombre, o cuántas personas veas mintiendo, recibiendo masajes, no es un lugar divertido para estar, porque la curación duele. Los terapeutas saben exactamente dónde ejercer presión y qué someter a estrés para que puedan fortalecer aquello que en el paciente está débil, para ayudarlo a estimular las áreas que se han atrofiado.

La filosofía estoica se parece mucho a eso. Algunas observaciones o ejercicios tocarán uno de tus puntos de presión. No es nada personal. Se supone que puede doler. Así es como desarrollarás la voluntad de soportar y perseverar a través de las muchas dificultades de la vida.

Día 247 – Primero, un entrenamiento difícil de invierno

"Debemos pasar un duro entrenamiento invernal y no apresurarnos a emprender cosas para las que no nos hemos preparado", dijo Epícteto.

Antes del advenimiento de la guerra moderna, los ejércitos normalmente se disolvieron durante el invierno. La guerra no era la guerra total como la entendemos hoy, sino más bien una serie de incursiones puntuadas por la rara batalla decisiva.

Cuando Epícteto dice que deberíamos pasar por un “duro entrenamiento de invierno”, estaba poniendo en duda la noción de que existe algo así como el servicio militar a tiempo parcial (o cualquier cosa a tiempo parcial). 

Para lograr la victoria, uno debe dedicar cada segundo y cada recurso disponibles a la preparación y al entrenamiento. El ejército de los Estados Unidos entrena a sus soldados día y noche incluso cuando no está en guerra, para que estén preparados; cuando van a la guerra, luchan hasta que se acaba.

Lo mismo es cierto para nosotros. No podemos hacer esto de la vida a medias. No hay tiempo libre. Ni siquiera hay fines de semana. Estamos siempre preparándonos para lo que sea que la vida nos traiga, de esa forma, pase lo que pase, estamos listos y no pararemos hasta que lo hayamos manejado.

Día 248 – ¿Cómo puedes saber si nunca has sido probado?

“Te considero desafortunado porque nunca has vivido una desgracia. Has pasado por la vida sin un oponente; nadie puede saber de lo que eres capaz, ni siquiera tú”, dijo Séneca.

La mayoría de las personas que han pasado por períodos difíciles en su vida llegan más tarde a usar esas experiencias como insignias de honor. “Esos eran los días”, dirían, aunque ahora viven en circunstancias mucho mejores. “Volver a ser joven y tener hambre”, podría decir otro con nostalgia. "Fue lo mejor que me ha pasado", o "No cambiaría nada al respecto". A pesar de lo difíciles que hayan sido esos períodos, en última instancia fueron experiencias formativas. Hicieron a esas personas quienes son.

Hay otro beneficio en la supuesta desgracia. Habiéndolo experimentado y sobrevivido, nos alejamos con una mejor comprensión de nuestra propia capacidad y fuerza interior. Pasar una prueba de fuego te da poder porque sabes que en el futuro puedes sobrevivir a una adversidad similar. “Lo que no me mata me hace más fuerte”, dijo Nietzsche.

Así que hoy, si parece que las cosas van a ir mal, ¿por qué preocuparse? 

Esta podría ser una de esas experiencias formativas por las que agradecerás más adelante.

Día 249 – Enfócate sólo en lo que es tuyo

“Si consideras que lo que es servil por naturaleza es libre, y que lo que no es tuyo es tuyo, te sentirás frustrado y culparás por ello tanto a los dioses como a otras personas. Pero si consideras tuyo solo lo que es tuyo, y lo que pertenece a otros como algo que no te pertenece, entonces nadie podrá coaccionarte o detenerte, no encontrarás a nadie a quien culpar o acusar, no harás nada en contra de tu voluntad, no tendrás enemigos, nadie te hará daño, porque ningún daño podrá afectarte”, dijo Epícteto.

Después de que el capitán James Stockdale fue derribado en Vietnam, soportó siete años y medio en varios campos de prisioneros. Fue sometido a una tortura brutal, pero siempre luchó por resistir. Una vez, cuando sus captores tenían la intención de obligarlo a aparecer en un video de propaganda, se lastimó intencional y gravemente para hacerlo imposible.

Cuando chocaron contra el avión de Stockdale, se dijo a sí mismo que estaba "entrando en el mundo de Epicteto". No quiso decir que estaba asistiendo a un seminario de filosofía. Sabía a lo que se enfrentaría cuando se estrellara. Sabía que no sería fácil sobrevivir.

En una entrevista, Stockdale explicó que había un grupo que tenía más problemas en la prisión. “Eran los optimistas”, dijo, “. . . los que decían: "Saldremos antes de Navidad". Y llegaría la Navidad y se todavía estarían allí. Luego decían: "Saldremos antes de Pascua". Y vendría la Pascua sin novedades. Y luego Acción de Gracias, y luego volvería a ser Navidad…. Murieron con el corazón roto".

Pero Stockdale perseveró y lo logró. 

Apagó sus deseos y se centró exclusivamente en lo que sí controlaba: a sí mismo.

Día 250 – Pueden encadenarte, pero...

"Puedes encadenar mi pierna, pero ni siquiera Zeus tiene el poder de romper mi libertad de elección", dijo Epícteto.

Se decía que Epícteto caminaba con una cojera permanente como resultado de haber estado encadenado cuando era esclavo. Dos mil años después, James Stockdale también tenía las piernas encadenadas con grilletes (y los brazos atados a la espalda). El futuro senador John McCain estaba en esa misma prisión, sometido a muchos de los mismos abusos. Debido a que su padre era famoso, sus captores le ofrecieron repetidamente a McCain la oportunidad de abandonar a sus hombres y ser enviado a casa temprano. Él también se aferró con fuerza a su libertad de elección, negándose a someterse a esa tentación a pesar de que significaba una pérdida de la libertad física por la que debió haber anhelado.

Ninguno de estos hombres se rompió. Nadie podría obligarlos a sacrificar sus principios. Eso es lo que pasa: alguien puede encadenarte, pero no tiene el poder de cambiar quién eres. Incluso bajo las peores torturas y crueldades que los humanos pueden infligirse unos a otros, nuestro poder sobre nuestra propia mente y nuestro poder para tomar nuestras propias decisiones no se puede quebrar.

Día 251 – Nuestro poder oculto

“Considera quién eres. Sobre todo, un ser humano que no tiene mayor poder que su propia elección razonada, que es lo que supervisa todas las demás cosas y está libre de cualquier amo”, dijo Epícteto.

El psicólogo Viktor Frankl pasó tres años encarcelado en varios campos de concentración, incluido Auschwitz. Su familia y su esposa habían sido asesinados, el trabajo de su vida destruido, su libertad arrebatada. Literalmente, no le quedaba nada. Sin embargo, como descubrió después de pensarlo mucho, todavía conservaba una cosa: la capacidad de determinar qué significaba ese sufrimiento. Ni siquiera los nazis pudieron quitarle eso.

Además, Frankl se dio cuenta de que en realidad podía encontrar aspectos positivos en su situación. Tenía la oportunidad de seguir probando y explorando sus teorías psicológicas (y quizás revisarlas). Todavía podría estar al servicio de los demás. Incluso se consoló un poco con el hecho de que sus seres queridos se salvaron del dolor y la miseria que él enfrentaba a diario en ese campamento.

Tu poder oculto es tu capacidad para usar la razón y tomar decisiones, por pequeñas o limitadas que sean. 

Piensa en las áreas de tu vida en las que te encuentras bajo presión o abrumado por la obligación. ¿Cuáles son las opciones que tienes disponibles, día tras día? Te sorprenderá descubrir cuántas hay en realidad. 

¿Las estás aprovechando? ¿Estás encontrando los aspectos positivos?

Día 252 – No te dejes engañar por el destino

“Nadie es aplastado por el Destino, a menos que primero sea engañado por él. . . aquellos que no son exagerados en los buenos tiempos, no crean burbujas que puedan explotar cuando llega el cambio. Ante una u otra circunstancia, la persona estable mantiene invencible a su alma racional, pues es precisamente en los buenos tiempos donde prueba su fuerza ante la adversidad”, dijo Séneca.

En el 41 d. C., Séneca fue exiliado de Roma a Córcega; no estamos seguros por qué, pero se rumoreaba que tenía un romance con la hermana del emperador. Poco después, le envió una carta a su madre en la que buscaba tranquilizarla y consolarla en su dolor. Pero es probable que él también se dirigiera a si mismo, regañándose un poco por este giro inesperado de los acontecimientos.

Se las había arreglado para lograr cierto éxito político y social. Tal vez quiso experimentar algunos de los placeres de la carne. Ahora él y su familia estaban lidiando con las consecuencias, como todos debemos hacerlo por nuestro comportamiento y por los riesgos que corremos.

¿Cómo responder? ¿Cómo afrontar la situación? Bueno, al menos, sus instintos fueron consolar a su madre en lugar de simplemente lamentar su propio sufrimiento. Aunque algunas otras cartas muestran que Séneca suplicó y presionó por su regreso a Roma y al poder (una solicitud finalmente concedida), parece haber soportado bastante bien el dolor y la desgracia del exilio. La filosofía que había estudiado durante mucho tiempo lo preparó para este tipo de adversidad y le dio la determinación y la paciencia que necesitaba para esperar. Cuando recuperó su fortuna al regresar al poder, la filosofía le impidió darlo por sentado o volverse dependiente de él. Esto fue bueno porque el destino le tenía reservado otro giro. Cuando el nuevo emperador volvió su ira contra Séneca, la filosofía lo encontró listo y preparado una vez más.

Día 253 – Nada que temer, excepto el miedo en si mismo

“No hay razón para vivir ni límite para nuestras miserias si dejamos que nuestros miedos predominen”, dijo Séneca.

En lo que más tarde se conocería como la Gran Depresión, el presidente de los Estados Unidos dijo:

"Permítanme afirmar mi firme creencia de que lo único que tenemos que temer es el miedo mismo: un terror sin nombre, irracional e injustificado que paraliza los esfuerzos necesarios para convertir la retirada en avance".

Los estoicos sabían que había que temer el miedo por las miserias que crea. 

Las cosas que tememos palidecen en comparación con el daño que nos hacemos a nosotros mismos y a los demás cuando luchamos sin pensar para evitarlas. Una depresión económica es mala; el pánico es peor. El terror no ayuda en una situación difícil, solo hace las cosas más difíciles. 

Y es por eso que debemos resistirlo y rechazarlo si queremos darle la vuelta a una situación.

Día 254 – Preparándose durante los días soleados

"Aquí hay una lección para poner a prueba el temple de tu mente: durante una semana, come poco, vístete con la peor ropa que encuentres y pregúntate si esto es realmente lo que temías. Cuando los tiempos son buenos, debes prepararte para los tiempos difíciles, porque cuando todo va bien, el alma puede construir defensas para enfrentar los problemas. Por eso los soldados practican maniobras en tiempos de paz”, dijo Séneca.

¿Qué pasaría si pasaras un día al mes experimentando los efectos de la pobreza, el hambre, el aislamiento total o cualquier otra cosa que pudieras temer? Después del choque inicial, ya no sería tan aterrador.

Hay muchas desgracias que se pueden practicar, muchos problemas que se pueden resolver de antemano. Imagina que te han cortado el agua caliente. Finge que te han robado la billetera. Imagina que tienes que dormir en el suelo, o que no tienes auto y tienes que caminar a todas partes. Imagina que perdiste tu trabajo y necesitas encontrar uno nuevo. Y no solo pienses en estas cosas, vívelas. Y hazlo ahora, mientras las cosas van bien. 

Como nos recuerda Séneca: “Es precisamente en tiempos de bonanza cuando el alma debe endurecerse de antemano para ocasiones de mayor estrés. . . . Si quieres que un hombre no se estremezca cuando llegue la crisis, entrénalo antes de que llegue".

Día 255 – ¿Cómo sería tener menos?

"Acostumbrémonos a salir a cenar sin multitudes, a elegir ropa solo para que cumpla con su propósito real, y a vivir en lugares más modestos”, dijo Séneca.

El escritor Stefan Zweig, fue en un momento uno de los autores más vendidos en el mundo, solo para que su vida fuera destruida por el ascenso de Hitler. Son los ritmos de la historia: políticos se quedan sin cargos por adoptar una posición que luego reconocemos como valiente, a innumerables parejas trabajadoras y prósperas les roban su dinero los estafadores financieros. Alguien es acusado de un delito, pero no reivindicado hasta años después.

En cualquier momento podemos ser derribados de nuestra posición y vernos con menos: menos dinero, menos reconocimiento, menos acceso, menos recursos. Incluso los "menos" que vienen con la edad: menos movilidad, menos energía, menos libertad. 

Pero podemos prepararnos para eso, de alguna manera, familiarizándonos con lo que podría sentirse.

Así que hoy, podemos intentar acostumbrarnos a tener y sobrevivir con menos, de modo que si alguna vez nos vemos obligados a tener menos, no lo sintamos como algo tan malo.

Día 256 – Sé modesto, antes de que te obliguen a serlo

"Zeno siempre dijo que nada era más impropio que la soberbia, especialmente en los jóvenes", dijo Diógenes Laertius.

Sé afable en tus relaciones con los que se te acercan, y nunca altivo; porque el orgullo de los arrogantes ni siquiera los esclavos pueden soportarlo.

Uno de los personajes más comunes en el arte, desde la literatura antigua hasta las películas populares, es el joven descarado y demasiado confiado que tiene que ser derribado por un hombre mayor y más sabio. Es un cliché porque es un hecho de la vida: las personas tienden a adelantarse a sí mismas, pensando que lo tienen todo resuelto y que son mejores que los demás. Se vuelve tan desagradable soportarlos que alguien tiene que mostrarles algo de conocimiento.

Pero este es un enfrentamiento totalmente evitable. Si la burbuja no se infla nunca, no será necesario que reviente. 

El exceso de confianza es una gran debilidad y un lastre. Pero si ya eres humilde, nadie necesitará humillarte, y es mucho menos probable que el mundo te depare sorpresas desagradables. Si te mantienes con los pies en la tierra, nadie tendrá que darte una lección de humildad.

Día 257 – Protegiendo nuestra Ciudad Interior contra el miedo

“Son los eventos los que provocan el miedo: cuando alguien tiene poder sobre ellos, o puede prevenirlos, se vuelve capaz de inspirar miedo. ¿Cómo se destruye la Ciudad Interior? No con hierro o fuego, sino con juicios. . . aquí es donde debemos comenzar, y es desde este frente que debemos tomar control de la Ciudad Interior y echar a los tiranos”, dijo Epícteto.

Los estoicos nos dan un concepto maravilloso: la Ciudad Interior. Es esta Ciudad Interior, creían, la que protege nuestra alma. Aunque seamos físicamente vulnerables, aunque estemos a merced del destino en muchas formas, nuestro dominio interior es impenetrable. Como dijo Marco Aurelio: "los eventos externos no pueden tocar el alma".

Pero la historia nos enseña que las fortalezas impenetrables aún pueden ser violentadas, si se traicionan desde adentro. 

Los ciudadanos dentro de los muros, si caen presa del miedo, la codicia o la avaricia, pueden abrir las puertas y dejar entrar al enemigo. 

Esto es lo que muchos de nosotros hacemos cuando perdemos el control y cedemos al miedo.

Se te ha concedido una fortaleza fuerte. 

No la traiciones.

Día 258 – Una manera diferente de rezar

“Intenta orar de manera diferente y observa qué sucede: en lugar de pedir 'una manera de dormir con ella', intente pedir 'una manera de dejar de desear dormir con ella'. En lugar de 'una manera de deshacerse de él', intente pedir 'una forma de no anhelar su muerte'. En lugar de 'una forma de no perder a mi hijo', intente pedir 'una forma de perder mi miedo'”, dijo Marco Aurelio.

La oración tiene una connotación religiosa, pero en la vida todos nos encontramos esperando y pidiendo cosas. En una situación difícil, podemos pedir ayuda en silencio; o, después de un fracaso, por una segunda oportunidad desde arriba; durante un partido de fútbol, nos sentamos en el borde de nuestro asiento deseando algún resultado. "Vamos, vamos, vamos", decimos. "Por favor . . . " Incluso si no es para nadie en particular, seguimos orando. Sin embargo, es interesante observar lo egoístas que suelen ser nuestras peticiones.

Queremos la intervención divina para que nuestras vidas sean mágicamente más fáciles. Pero, ¿qué hay de pedir entendimiento y fortaleza para poder hacer lo que tiene que hacer? ¿Qué pasaría si buscaras claridad sobre lo que controlas, lo que ya está a tu alcance? 

Es posible que descubras que tus oraciones ya han sido respondidas.

Día 259 – Un jardín no es para impresionar a los vecinos

“Primero, practica no dejar que la gente sepa quién eres; mantén tu filosofía en secreto. De la misma manera en que se produce un fruto: la semilla permanece enterrada durante una temporada, escondida, creciendo gradualmente para que pueda alcanzar la madurez completa. Pero si el grano brota antes de que el tallo esté completamente desarrollado, nunca madurará. . . . Ese es el tipo de planta que eres, si muestras frutos demasiado pronto, el invierno te matará”, dijo Epícteto.

Después de todo lo que has leído, puede ser tentador pensar: esto es genial. Lo entiendo. Soy un estoico. Pero no es tan fácil. El hecho de que estés de acuerdo con la filosofía no significa que sus raíces se hayan arraigado por completo en su mente.

Tener una biblioteca intimidante es como cuidar un jardín para impresionar a sus vecinos. ¿Cultivar uno para alimentar a una familia? Ese sería un uso puro e inteligente de tu tiempo. Las semillas del estoicismo están mucho tiempo bajo tierra. Haz el trabajo necesario para cuidarlas. Para que ellas, y tú, estén preparados y robustos para los duros inviernos de la vida.

Día 260 – Cualquiera puede tener suerte, no todos pueden perseverar

"El éxito les llega también a los descuidados y a los poco talentosos, pero la característica especial de una gran persona es triunfar sobre los desastres y el pánico de la vida humana", dijo Séneca.

Quizás conoces a personas que han tenido una suerte extraordinaria en la vida. Tal vez hayan ganado la lotería genética o hayan pasado sus clases y carreras con facilidad. A pesar de no planificar nunca, tomar decisiones imprudentes y saltar de una cosa a otra, de alguna manera han sobrevivido sin un rasguño. 

Hay un dicho: "Dios favorece a los tontos".

Es natural tener un poco de envidia de esta gente. 

También queremos la vida fácil, o eso creemos. ¿Pero es la vida fácil realmente tan admirable?

Cualquiera puede tener suerte. No es necesario tener ninguna habilidad para ser inconsciente, y nadie consideraría esa grandeza.

Por otro lado, la persona que persevera a través de las dificultades, que sigue adelante cuando otros renuncian, que llega a su destino con trabajo duro y honestidad... Eso sí que es admirable, porque su supervivencia fue el resultado de la fortaleza y la resistencia, no el derecho de nacimiento o las circunstancias. ¿Una persona que superó no solo los obstáculos externos para el éxito, sino que se dominó a sí misma y a sus emociones en el camino? Eso es impresionante. La persona que no tuvo mucha suerte, pero aún así triunfó. Eso es grandeza.

Día 261 – Lidiando con los que odian

“¿Y si alguien te desprecia? Deje que ellos se encarguen de ello. Pero ocúpate de que no te encuentren haciendo o diciendo nada despreciable. ¿Y si alguien te odia? Déjalos que se encarguen de eso. Pero asegúrate de ser amable y de buen carácter con todos, y estar preparado para mostrar incluso al que odia adónde se equivoca. No de manera crítica, ni para mostrar tu paciencia, sino de manera genuina y útil”, dijo Marco Aurelio.

Cuando alguien tiene una opinión fuerte sobre algo, por lo general eso dice más sobre él que sobre lo que sea o sobre quien sea la opinión. Esto es especialmente cierto cuando se trata de resentimiento y odio hacia otras personas. 

Por esta razón, el estoico hace dos cosas cuando encuentra odio o mala opinión en los demás. Preguntan: ¿Esta opinión está dentro de mi control? Si existe la posibilidad de influir o cambiar algo, la aprovechan. Pero si no la hay, aceptan a esa persona como es (y nunca odian a un enemigo). Nuestro trabajo ya es bastante duro. No tenemos tiempo para pensar en lo que piensan otras personas, incluso si se trata de nosotros.

Día 262 – Lidiando con el dolor

“Siempre que sufras dolor, ten en cuenta que no hay nada de qué avergonzarte y que no puede afectar tu inteligencia, ni evitar que actúes racionalmente y por el bien común. Y, en la mayoría de los casos, debe ser de ayuda el dicho de Epicuro, que el dolor nunca es insoportable o interminable, por lo que puedes recordar esos límites y no aumentarlos en tu imaginación. Recuerda también que muchas molestias comunes son dolor disfrazado, como somnolencia, fiebre y pérdida de apetito. Cuando empiecen a deprimirte, dite a ti mismo que estás cediendo al dolor”, dijo Marco Aurelio.

En 1931, en un viaje a la ciudad de Nueva York, Winston Churchill fue atropellado al cruzar la calle. Pasó ocho días en el hospital, con las costillas rotas y una grave herida en la cabeza.

Churchill de alguna manera conservó la conciencia. Cuando habló con la policía, asumió toda la culpa y dijo que no quería que el conductor sufriera daños. Más tarde, el conductor fue a visitarlo al hospital. Cuando Churchill se enteró de que el conductor estaba sin trabajo, le ofreció algo de dinero. Más que su propio dolor, le preocupaba que la publicidad del accidente perjudicara las perspectivas laborales del hombre y trató de ayudarlo en lo que pudiera.

“La naturaleza es misericordiosa”, escribió más tarde en un artículo sobre la experiencia, “y no prueba a sus hijos, hombres o bestias, más allá de su alcance. Sólo donde interviene la crueldad del hombre aparecen los tormentos infernales. Por lo demás, vive peligrosamente; toma las cosas como vienen; no temas, todo irá bien ".

Como dice Epicuro, nada es interminable. Solo necesitas ser lo suficientemente fuerte y amable para superarlo.

Día 263 – Flexibilidad de la voluntad

“Recuerda que cambiar de opinión y aceptar la corrección de alguien es coherente con el libre albedrío. Porque la acción es sólo tuya, para cumplir con tu propósito de acuerdo con tu impulso y juicio, y sí, con tu inteligencia”, dijo Marco Aurelio.

Cuando te propones una tarea, ¿siempre la cumples? Es una hazaña impresionante si lo haces. Pero no seas prisionero de ese tipo de determinación. 

Las condiciones cambian. Surgen nuevas circunstancias. Si no puedes adaptarte a ellas, si simplemente continúas adelante, sin poder ajustarte, no eres mejor que un robot. 

El punto no es tener una voluntad de hierro, sino una voluntad adaptable, una voluntad que hace pleno uso de la razón para aclarar la percepción, el impulso y el juicio para actuar con eficacia siguiendo el propósito correcto.

Cambiar y adaptarse no es un signo de debilidad. La flexibilidad tiene su propia fuerza. De hecho, la flexibilidad combinada con la fuerza es lo que nos hará resistentes e imparables.

Día 264 – La vida no es una danza

"El arte de vivir se parece más a la lucha libre que al baile, porque una vida inteligente requiere estar preparado para enfrentar y resistir ataques repentinos e inesperados", dijo Marco Aurelio.

El baile es una metáfora popular de la vida. Hay que ser ágil y ágil y seguir la música. Hay que sentir, seguir y fluir con la pareja. Pero cualquiera que haya intentado hacer algo difícil, donde hay competencia o un adversario, sabe que la metáfora del baile es insuficiente. Nadie se sube al escenario e intenta enfrentarse a un bailarín. El bailarín nunca es ahogado por un compañero.

Para un luchador, por otro lado, la adversidad y lo inesperado son parte integral de lo que hacen. Su deporte es una batalla, como la vida. Están luchando contra un oponente, así como contra sus propias limitaciones y emociones.

La vida, como la lucha, requiere más que un movimiento elegante. Tenemos que someternos a un duro entrenamiento y cultivar una voluntad indomable de prevalecer. La filosofía es el acero contra el que afilamos esa voluntad y fortalecemos esa resolución.

Día 265 – Mantén la compostura, mantén el control

“Cuando las circunstancias se vuelvan difíciles, contrólate rápidamente. No te detengas más de lo necesario en la confusión del momento. Podrás mantener un buen foco si vuelves a él constantemente”, dijo Marco Aurelio.

De vez en cuando, nos tomarán desprevenidos. No solo por eventos del tipo “cisne negro” —un ataque terrorista o un pánico financiero— sino también sucesos menores e inesperados. La batería de tu coche se agota, tu amigo cancela en el último minuto, de repente no te sientes bien. Estas situaciones tienen una forma de llevarnos a la confusión y al desorden. Hicimos una suposición sobre el mundo y construimos planes sobre esa suposición. Ahora que la suposición se ha derrumbado, también podrían hacerlo nuestra organización o entendimiento.

¡Eso está perfectamente bien! Sucede. Una línea de soldados de infantería se enfrentará a ataques devastadores; la clave es que no permiten que reine el caos. Los músicos experimentarán dificultades técnicas y perderán el ritmo de vez en cuando. En ambos casos, solo importa que vuelvan a su posición lo más rápido posible.

Lo mismo es cierto para ti hoy. El orden y la paz pueden verse interrumpidos por una nueva circunstancia. Acéptalo, pero contrólate y encuentra el camino de regreso.

Día 266 – Sin dolor no hay ganancia

“Las dificultades muestran el carácter de una persona. Entonces, cuando te enfrentes a un desafío, piensa que estás con un compañero de entrenamiento más joven, como si fuera un entrenador físico. ¿Por qué? ¡Convertirse en un atleta olímpico requiere sudor! Creo que nadie tiene un desafío mejor que el tuyo, si tan solo lo usaras como un atleta lo haría con su compañero de entrenamiento más joven”, dijo Epícteto.

A los estoicos les encantaba usar metáforas de los Juegos Olímpicos, especialmente de la lucha libre. Como nosotros, vieron los deportes como un pasatiempo divertido y como un campo de entrenamiento para practicar para los desafíos que uno inevitablemente enfrentará en el curso de la vida. 

Todos nos hemos encontrado alguna vez superados por un oponente, frustrados por alguna habilidad o atributo que tienen y que nosotros no tenemos: altura, velocidad, visión, lo que sea. La forma en que elegimos responder a esa lucha nos dice quiénes somos como atletas y quiénes seremos como personas. ¿Lo vemos como una oportunidad para aprender y fortalecernos? ¿Nos frustramos y nos quejamos? O peor aún, ¿abandonamos y encontramos un juego más fácil de jugar, uno que nos haga sentir bien en lugar de desafiarnos?

Los grandes no evitan estas pruebas de sus habilidades. Las buscan porque no son solo la medida de la grandeza, son el camino hacia ella.

Día 267 – La fortaleza más segura

“Recuerda que tu elección razonada se vuelve invencible cuando se moviliza y confía en sí misma, de modo en que no hará nada contrario a su propia voluntad, incluso si su posición es irracional. ¿Cuánto más invencible será si sus juicios son cuidadosos y se hacen racionalmente? Por lo tanto, la mente liberada de las pasiones es una fortaleza impenetrable: para una persona no hay un lugar de refugio más seguro”, dijo Marco Aurelio.

Bruce Lee decía: "No temo al hombre que ha practicado diez mil patadas una vez, pero temo al hombre que ha practicado una patada diez mil veces". Cuando repetimos una acción con tanta frecuencia, se convierte en un comportamiento inconsciente, podemos realizarla por defecto, sin pensar.

El entrenamiento en artes marciales o combate es un estudio profundo del movimiento. A veces pensamos en los soldados como autómatas, pero lo que en realidad han construido es un patrón constante de comportamientos inconscientes. Cualquiera de nosotros puede construirlos.

Cuando Marco Aurelio dice que una mente puede llegar a un punto en el que "no hará nada contrario a su propia voluntad, incluso si su posición es irracional", lo que quiere decir es que el entrenamiento adecuado puede cambiar tus hábitos predeterminados. Entrénate para renunciar a la ira y no te enojarás con cada nuevo desaire. Entrénate para evitar los chismes y no te dejará arrastrar por ellos. 

Entrénate en cualquier hábito y podrás ir inconscientemente a ese hábito en tiempos difíciles.

Piensa en los comportamientos que te gustaría tener de forma predeterminada si pudieras. 

¿Cuántos de ellos has practicado solo una vez? 

Que hoy sea dos veces.

Día 268 – Te podría pasar a ti

“El hecho de ser inesperado aumenta el peso de un desastre, y el que sea una sorpresa nunca ha dejado de aumentar el dolor de una persona. Por esa razón, nada debería ser inesperado para nosotros. Nuestras mentes deben ser enviadas de antemano a considerar todas las cosas y no solo a considerar su curso normal, sino lo que realmente podría suceder. Porque, ¿hay algo en la vida que la Fortuna no derribe de su caballo, si tiene ganas de hacerlo?”, dijo Séneca.

En el año 64, durante el reinado de Nerón, un incendio arrasó la ciudad de Roma. La ciudad francesa de Lyon envió una gran suma de dinero para ayudar a las víctimas. Al año siguiente, los ciudadanos de Lyon se vieron repentinamente afectados por un trágico incendio propio, lo que llevó a Nerón a enviar una suma igual a sus víctimas. Cuando Séneca le escribió sobre el evento a un amigo en una de sus cartas, la poesía del evento debió haberlo impresionado: una ciudad ayudando a otra, solo para ser golpeada por un desastre similar no mucho después.

¿Con qué frecuencia nos pasa eso? Consolamos a un amigo durante una ruptura, solo para sorprendernos cuando nuestra propia relación termina. Debemos prepararnos en nuestras mentes para la posibilidad de cambios extremos del destino. La próxima vez que hagas una donación a una organización benéfica, no te limites a pensar en el buen acto que está haciendo, sino que tómate un momento para considerar que algún día tal vez seas tú quien necesite una ayuda.

Hasta donde sabemos, Séneca realmente vivió estas palabras. Aproximadamente un año después de escribir esta carta, fue acusado falsamente de conspirar contra Nerón. ¿El precio? Séneca fue condenado a suicidarse. Mientras el historiador Tácito relata la escena y cuenta que los amigos más cercanos de Séneca lloraron y protestaron por el veredicto. “¿Dónde”, les preguntaba repetidamente Séneca, “están tus máximas de la filosofía, o los preparativos de tantos años de estudio contra los males venideros? ¿Quién no sabía de la crueldad de Nerón?” 

Es decir: sabía que le podía pasar a él también, y por eso estaba preparado para ello.

Día 269 – La vulnerabilidad de la dependencia

¡Muéstrame a alguien que no sea un esclavo! Uno es esclavo de la lujuria, otro de la codicia, otro del poder, y todos son esclavos del miedo. Podría nombrar a un ex cónsul que es esclavo de una viejecita, un millonario que es esclavo de la mujer de la limpieza. . . . Ninguna servidumbre es más abyecta que la autoimpuesta”, dijo Séneca.

Todos somos adictos de una forma u otra. Adictos a nuestras rutinas, a nuestro café, a nuestra comodidad, a la aprobación de otra persona. Estas dependencias significan que no tenemos el control de nuestras propias vidas, es la dependencia quien lo tiene.

"Cualquiera que realmente quiera ser libre", dijo Epícteto, "no deseará algo que esté bajo el control de otra persona, a menos que quiera ser un esclavo". Los sujetos de nuestro afecto pueden sernos quitados en cualquier momento. Nuestras rutinas pueden verse interrumpidas, el médico puede prohibirnos tomar café, podemos vernos empujados a situaciones incómodas.

Es por eso que debemos fortalecernos probando estas dependencias antes de que se vuelvan demasiado grandes. ¿Puedes intentar prescindir de esto o aquello por un día? ¿Puedes ponerte a dieta durante un mes? ¿Puedes resistir la tentación de levantar el teléfono para hacer esa llamada? ¿Alguna vez te has dado una ducha fría? No es tan malo después del primer par de veces. ¿Alguna vez condujiste el automóvil de un amigo mientras el tuyo que es mejor estaba en el taller? ¿Fue realmente tan malo? Hazte invulnerable a su dependencia de la comodidad y la conveniencia, o algún día esa vulnerabilidad podría hacer que tengas que arrodillarte.

Día 270 – Para qué es el tiempo libre

“El ocio sin estudio es muerte, una tumba para el ser”, dijo Séneca.

Te mereces unas vacaciones. Trabajas duro. Te sacrificas. Te empujas a ti mismo. Es hora de un descanso. Toma un avión, regístrate en tu hotel y dirígete a la playa, pero lleva un libro debajo del brazo (y uno bueno). Asegúrate de disfrutar de tu relajación como un poeta, no distraídamente sino activamente, observando el mundo que te rodea, asimilando todo, comprendiendo mejor tu lugar en el universo. Tómate un día libre del trabajo de vez en cuando, pero no un día libre del aprendizaje.

Tal vez tu objetivo sea ganar suficiente dinero para poder jubilarte anticipadamente. ¡Felicitaciones! Pero el propósito de la jubilación no es vivir una vida de indolencia o dejar pasar el tiempo, por muy fácil que eso sea. Más bien, es para que puedas materializar tu verdadera vocación ahora que una gran distracción ha desaparecido. ¿Estar sentado todo el día sin hacer nada? ¿Mirar horas de televisión, o simplemente viajar de un lugar a otro para poder tachar lugares de una lista? Eso no es la vida. Tampoco es libertad.

Día 271 – ¿Qué revelará la prosperidad?

“...Porque incluso la paz proporcionará motivos de preocupación. Ni siquiera circunstancias seguras te darán confianza una vez que tu mente se haya sentido conmocionada; cuando adquieres el hábito del pánico, tu mente no puede sentirse segura. Porque no evita el peligro, simplemente huye. Sin embargo, estamos expuestos a un peligro aún mayor si estamos de espaldas”, dijo Séneca.

Hay un viejo proverbio que dice que el dinero no cambia a las personas, solo las hace más de lo que son. "El poder no corrompe, revela". De alguna manera, la prosperidad, financiera y personal, hace lo mismo.

Si tu mente ha desarrollado un cierto tono (el hábito de entrar en pánico, en el ejemplo de Séneca), entonces no importará lo bien que te vayan las cosas. Tu mente seguirá encontrando cosas por las que preocuparse y seguirás sintiéndote mal. Quizás incluso más, porque ahora tienes más que perder.

Por eso es una tontería esperar la buena fortuna. Si tuvieras que esperar una cosa, podrías esperar la fuerza de carácter que es capaz de prosperar cuando llegue la buena fortuna. O mejor, trabaja por ese tipo de carácter y confianza. Considera cada acción y cada pensamiento; considéralos como bloques de construcción de tu carácter indestructible. Luego trabaja para hacer que cada uno sea fuerte y significativo por derecho propio.

Día 272 – Tú tienes la carta del éxito

“Qué bien que los dioses pusieron bajo nuestro control solo la habilidad más poderosa, la que gobierna al resto, la habilidad de hacer el uso correcto de las apariencias externas, y que no pusieron nada más bajo nuestro control. ¿Fue simplemente porque no estaban dispuestos a darnos más? Creo que si hubiera sido posible nos hubieran dado más, pero fue imposible”, dijo Epícteto.

Podríamos mirar el próximo día y desesperarnos por todas las cosas que no controlamos: otras personas, nuestra salud, la temperatura, el resultado de un proyecto una vez que sale de nuestras manos.

O podríamos mirar ese mismo día y regocijarnos por lo único que controlamos: la capacidad de decidir qué significa cada evento.

Esta segunda opción ofrece el máximo poder: una forma de control verdadera y justa. Si tuvieras control sobre otras personas, ¿no tendrían otras personas control sobre ti? En cambio, lo que se te ha otorgado es la más justa y más útil de las cartas de triunfo. Si bien no controlas los eventos externos, conservas la capacidad de decidir cómo responder a esos eventos. Tú controlas lo que cada evento externo significa para ti personalmente.

Descubrirás, si lo observas bien, que esta carta de triunfo es suficiente.

Día 273 – Tus necesidades reales son pequeñas

“Nada puede satisfacer la codicia, pero incluso un poco satisface a la naturaleza. De modo que la pobreza de un exiliado no le trae desgracia, porque ningún lugar de exilio es tan árido como para no producir un amplio sustento para una persona”, dijo Séneca.

Puede ser beneficioso reflexionar sobre lo que solías aceptar como normal. Considera tu primer sueldo, lo grande que parecía entonces. O tu primer apartamento, con su propio dormitorio y baño, y los fideos que con mucho gusto comiste en la cocina. Hoy, a medida que te has vuelto más exitoso, estas condiciones difícilmente se sentirían suficientes. De hecho, probablemente quieras incluso más de lo que tienes ahora. Sin embargo, hace solo unos años, esas condiciones modestas no solo eran suficientes, ¡se sentían muy bien!

Cuando tenemos éxito, olvidamos lo fuertes que solíamos ser. Estamos tan acostumbrados a lo que tenemos que casi creemos que moriríamos si no lo tuviéramos. Por supuesto, esto es solo una forma de hablar. En los días de las guerras mundiales, nuestros padres y abuelos se las arreglaban con gas, pan y electricidad racionados. Estaban bien, al igual que tú lo estabas bien cuando tenías menos.

Recuerda hoy que estarías bien incluso si las cosas salieran mal de repente. Tus necesidades reales son pequeñas. Es muy poco lo que podría suceder que realmente amenazara tu supervivencia. Piensa en eso y ajusta tus preocupaciones y miedos en consecuencia.

Día 274 – Tú no puedes tocarme

"Si me golpeas, podrás vencer mi cuerpo, pero mi mente permanecerá con Estilpo", dijo Zeno. 

Zeno no está reclamando poderes mágicos, sólo dice que su cuerpo puede ser victimizado, pero la filosofía protege su mente —cultivada con su maestro, Estilpo— en una fortaleza interior cuyas puertas nunca se pueden abrir desde el exterior, solo entregarse.

Rubin “Hurricane” Carter fue un boxeador injustamente condenado por homicidio que pasó casi veinte años en prisión. Él decía: "No reconozco la existencia de la prisión. No existe para mí ". Por supuesto, la prisión existía y él estaba físicamente dentro de ella, pero se negó a dejar que su mente fuera también encarcelada.

Ese es un poder que tú también tienes. Con suerte, nunca tendrás que usar este poder en una situación de violencia o injusticia grave; sin embargo, en medio de cualquier tipo de adversidad, está ahí. No importa lo que le esté sucediendo a tu cuerpo, no importa lo que te inflija el mundo exterior, tu mente puede seguir siendo filosófica. Sigue siendo tuya. 

Es intocable y, en cierto modo, tú también.

VIRTUD Y AMABILIDAD

Día 275 – Deja que la virtud brille

“¿Acaso la luz de una lámpara no brilla y mantiene su brillo hasta que se agota el combustible? ¿Por qué no debería brillar tu verdad, justicia y autocontrol hasta que te extingas?”, dijo Marco Aurelio.

Séneca, repitiendo a Heráclito, escribe que "los mortales somos encendidos y extinguidos". 

La luz de la razón inunda el universo. No importa si la mecha de tu lámpara se enciende por primera vez, después de un largo período de oscuridad, o incluso justo antes del proverbial gran sueño.

Aquí es donde estás ahora mismo, y es un lugar tan bueno como cualquier otro para dejar que la virtud brille y continúe brillando mientras existas.

Día 276 – El recurso más valioso

“El sabio no puede perder nada. Tiene todo almacenado en sí mismo. Sin dejar nada librado al azar, sus propios bienes se mantienen firmes, ligados en virtud, y, por lo tanto, nada los puede aumentar ni disminuir”, dijo Séneca.

Algunas personas ponen su dinero en activos: acciones, bonos, propiedades. Otros invierten en relaciones o logros, sabiendo que pueden recurrir a estas cosas con la misma facilidad con que otros pueden sacar fondos de una cuenta bancaria. Pero un tercer tipo, dice Séneca, invierte en sí mismo: en ser una persona buena y sabia.

¿Cuál de estos activos es más inmune a las fluctuaciones del mercado y los desastres? ¿Cuál es más resistente ante las pruebas y tribulaciones? ¿Cuál nunca te abandonará? 

La propia vida de Séneca es un ejemplo interesante. Se hizo bastante rico como amigo del emperador, pero a medida que Nerón se volvía cada vez más trastornado, Séneca se dio cuenta de que necesitaba salir. Le ofreció a Nerón un trato: le daría todo su dinero y le devolvería todos los regalos a cambio de una libertad total y completa.

Finalmente, Nerón rechazó la oferta, pero Séneca se fue de todos modos y se retiró en relativa paz. Pero un día, los verdugos llegaron a su casa con su decreto mortal. En ese momento, ¿en qué confió Séneca? No en su dinero. Fue en su virtud y fuerza interior.

Fue el momento más difícil de Séneca, su último y mejor momento.

Día 277 – Un mantra de interdependencia

“Medita a menudo sobre la interconexión y la interdependencia mutua de todas las cosas del universo. Porque, en cierto sentido, todas las cosas están unidas, y, por lo tanto, tienen afinidad entre sí, pues una cosa sigue a otra según su tensión en el movimiento, sus simpatías y la unidad de toda sustancia”, dijo Marco Aurelio.

Anne Lamott observó una vez que todos los escritores "son pequeños ríos que desembocan en un lago", todos contribuyendo al mismo gran proyecto. Lo mismo ocurre en muchas industrias, aunque lamentablemente, incluso dentro de la misma empresa, las personas olvidan egoístamente que están trabajando juntas. Como seres humanos, todos respiramos los átomos que formaron parte de nuestros antepasados y que fluyen hacia la misma tierra cuando morimos.

Una y otra vez, los estoicos se recordaron a sí mismos la interconexión de la vida. Quizás fue porque la vida en Grecia y Roma era particularmente dura. Los animales y las personas eran sacrificados sin sentido para divertir a las masas en el Coliseo (hechos lamentados en los escritos estoicos). Los países fueron conquistados y sus ciudadanos vendidos como esclavos para expandir el imperio (cosa que también lamentaron los estoicos). Este tipo de crueldad solo es posible cuando olvidamos cómo nos relacionamos con nuestros semejantes y el medio ambiente.

Hoy, tómate un momento para recordar que de alguna forma estamos unidos y que cada uno de nosotros juega un papel (bueno, malo o feo) en este mundo.

Día 278 – Todos para uno, uno para todos

"Lo que no es bueno para la colmena, no es bueno para la abeja", dijo Marco Aurelio.

Inherente al concepto estoico de simpatía es la noción de un cosmos interconectado en el que todo en el universo es parte de un todo mayor. Marco Aurelio fue uno de los primeros escritores en articular la noción de cosmopolitismo, diciendo que era un ciudadano del mundo, no sólo de Roma.

La idea de que eres una abeja en la colmena es un recordatorio de esta perspectiva. Marco Aurelio lo afirma también de otra forma en sus Meditaciones, solo para que no se olvide: "Lo que no daña a la comunidad, no puede dañar al individuo".

El hecho de que algo sea malo para ti no significa que sea malo para todos. El hecho de que algo sea bueno para ti definitivamente no significa que sea bueno para todos. 

Piensa en los operadores de Bolsa que apostaron masivamente en contra de la economía: se beneficiaron apostando esencialmente a que todos los demás fracasaran. ¿Eso es lo que quieres ser? Un buen estoico comprende que los impulsos adecuados, y las acciones correctas que surgen de ellos, naturalmente, llevan el bien del todo, que es el único bien que anhela la persona sabia. 

Así también, las acciones buenas y sabias del conjunto son buenas para el individuo.

Día 279 – Lo dicho no puede desdecirse

“Mejor es viajar con los pies que con la lengua”, dijo Zeno.

Siempre puedes levantarte después de haber caído, pero recuerda que una vez que dices algo ya no hay vuelta atrás. Sobre todo cuando se trata de cosas crueles o hirientes.

Día 280 – Cuidándonos mutuamente

“Está en consonancia con la naturaleza el mostrar afecto a nuestros amigos y celebrar su avance como si fuera el nuestro. Porque si no lo hacemos, la virtud, que se fortalece sólo mediante el ejercicio de nuestras percepciones, ya no florecerá en nosotros”, dijo Séneca.

Ver a otras personas triunfar es una de las cosas más difíciles de hacer, especialmente cuando a nosotros no nos estás yendo muy bien. En nuestras mentes de cazadores-recolectores, sospechamos que la vida es un juego de gana-pierde: que alguien tenga más significa que podríamos terminar con menos.

Pero como en todas las áreas de la filosofía, la empatía y el altruismo son cuestión de práctica. Como observó Séneca, es posible aprender a "regocijarse en todos sus éxitos y apenarse por todos sus fracasos". Esto es lo que hace a una persona virtuosa.

Se enseñan a sí mismos a alegrarse por el éxito de otras personas, y a dejar de lado los celos y la posesividad. 

Tú también puedes hacer eso.

Día 281 – Una razón egoísta para ser buenos

“La persona que hace un mal a otra, se hace mal a sí misma. La persona injusta es injusta consigo misma, se vuelve malvada”, dijo Marco Aurelio.

La próxima vez que hagas algo mal, intenta recordar cómo te hizo sentir. Rara vez te dices: "¡Me sentí genial!"

Hay una razón por la que a menudo hay vómitos en escenas de crimen. En lugar de la catarsis que la persona pensó que sentiría cuando se saliera de control o cuando se vengase, acabó por sentirse mal. Sentimos una versión de esto cuando mentimos, cuando engañamos, cuando le hacemos mal a alguien.

Entonces, antes de dejarte llevar por emociones negativas, pregúntate: ¿Cómo me siento acerca de mí mismo? ¿Vale la pena ese momento en que el miedo se me sube a la garganta porque sospecho que me pueden atrapar?

La autoconciencia y las malas acciones rara vez van juntas. Si necesitas una razón egoísta para no hacer el mal, ponte en contacto con estos sentimientos.

Día 282 – Un placer superior

“Sí, conseguir tu deseo hubiera sido tan agradable... ¿Pero no es ese el motivo por el que el placer nos hace tropezar? En cambio, fíjate si estas cosas no podrían ser aún mejores: una gran alma, libertad, honestidad, bondad. Porque no hay nada tan placentero como la sabiduría misma, cuando consideras cuán firmes y fáciles son las obras del entendimiento y el conocimiento”, dijo Marco Aurelio.

Nadie puede argumentar que el placer no se siente bien, pero hoy Marco Aurelio te está recordando, como se recordó a sí mismo, que los placeres nunca son tan buenos como la virtud. El placer que provoca la dopamina que libera el sexo es momentánea. También lo es el orgullo que nos provoca un logro, o el caluroso aplauso de una multitud. Esos placeres son poderosos, pero desaparecen y nos dejan con ganas de más. ¿Qué dura más (y permanece más dentro de nuestro círculo de control)? Sabiduría, buen carácter, sobriedad y bondad.

Día 283 – Elige tus valores y ponlos en práctica

“Cuando se han establecido los valores, las cosas se prueban y se pesan. Y el trabajo de la filosofía es sólo este, examinar y mantener los valores, pero el trabajo de una buena persona, cuando los conoce, es usarlos”, dijo Epícteto.

Pasamos nuestros días respondiendo y reaccionando, pero es raro hacer una pausa y preguntar: ¿Esto que estoy a punto de hacer es consistente con lo que creo? O, mejor: ¿Es este el tipo de cosas que debería hacer la persona que me gustaría ser?

El trabajo de vivir es establecer estándares y mantenerlos. 

Cuando te cepillas los dientes, eliges a tus amigos, pierdes los estribos, te enamoras, instruyes a tu hijo o paseas a tu perro, todas esas son oportunidades.

“Quiero hacer el bien”, esa es una excusa, pero “haré el bien en este caso particular, ahora mismo”, ese es el camino. 

Establecer un valor; aférrate a él. Eso es todo lo que hay.

Día 284 – Reverencia y justicia

“Deja atrás el pasado, deja que el gran diseño se encargue del futuro y oriéntate correctamente en el presente hacia la reverencia y la justicia. Reverencia para amar lo que se te ha asignado, porque la naturaleza te lo trajo. Justicia para decir la verdad libremente y sin evasión, y para que actúes sólo como lo exigen la ley y el valor de las cosas”, dijo Marco Aurelio.

Epícteto dijo: “Si alguien se toma en serio dos palabras y se esfuerza por respetarlas y dejarse gobernar por ellas, vivirá una vida impecable e inmensamente tranquila. Las dos palabras son: persistir y resistir". Ese es un gran consejo. Pero, ¿qué principios deben determinar en qué persistimos y en qué debemos resistir? Marco Aurelio proporciona esa respuesta: reverencia y justicia. 

En otras palabras, virtud.

Día 285 – Honestidad de base

“Qué feo suena cuando alguien te dice que tiene la intención de 'decírtelo honestamente'. ¿Qué estás haciendo, querido amigo? No debería necesitar tu anuncio, porque se puede ver fácilmente, como si estuviera escrito en tu frente, oírse en el tono de tu voz, en un destello en tus ojos, tal como se ve en la mirada de los amantes. En resumen, la persona sencilla y buena debe ser como una cabra maloliente, tú ya sabes cuándo está en la habitación contigo”, dijo Marco Aurelio.

Todos hemos usado frases como estas antes: "Para ser sincero. . . " "Seré honesto . . . " “Sin faltarle el respeto, pero. . . " Son expresiones que, vacías o no, suscitan la pregunta: si tienes que comenzar tus comentarios con indicadores de honestidad o franqueza, ¿qué dice eso sobre todo lo demás que dices? Si dices que estás siendo honesto ahora, ¿eso significa que normalmente no lo eres?

¿Qué pasaría si, en cambio, cultivaras una vida y una reputación en la que la honestidad fuera tan estable como una nota del Tesoro de los Estados Unidos, tan enfática y explícita como un contrato, tan permanente como un tatuaje? No solo te evitará tener que ofrecer las garantías que otras personas menos escrupulosas deben ofrecer, sino que te convertirá en una mejor persona.

Día 286 – Ama siempre

"Hécato dice: 'Puedo darte una poción de amor hecha sin drogas, hierbas o hechizos especiales: si quieres ser amado, amor”, dijo Séneca.

En 1992, Barbara Jordan se dirigió a la Convención Nacional Demócrata y criticó la codicia, el egoísmo y la división de la década anterior. La gente estaba lista para un cambio. "¿Cambiar qué?" ella preguntó. “Cambiar ese ambiente de los 80 por un ambiente que se caracterice por la devoción al interés público, el servicio público, la tolerancia y el amor. Amor. Amor. Amor."

¿Por qué? Porque, como dicen los Beatles, "al final, el amor que recibes es igual al amor que das". No sólo en política, no sólo en tolerancia, sino en nuestra vida personal. Casi no hay situación en la que el odio ayude. Sin embargo, casi todas las situaciones mejoran con el amor, la empatía, la comprensión o el aprecio.

Y quién sabe, es posible que recuperes algo de ese amor que das.

Día 287 – La venganza es un plato que es mejor no servir

"La mejor manera de vengarse es no ser como quien te dañó", dijo Marco Aurelio.

“Cuánto mejor es curarla que buscar venganza por una herida. La venganza desperdicia mucho tiempo y te expone a muchas más lesiones que la primera herida que la provocó. La ira siempre dura más que el dolor. Lo mejor es tomar el camino opuesto. ¿Alguien pensaría que es normal devolver una patada a una mula o un mordisco a un perro?”, dijo Séneca.

Supongamos que alguien te ha tratado de forma descortés. Supongamos que alguien ascendió antes que tú porque se atribuyó el mérito de tu trabajo o hizo algo deshonesto. Es natural pensar: “Oh, así es como funciona el mundo, o algún día será mi turno de ser así”. O lo más común: “oh, ahora van a ver…”.

Excepto que estas son las peores respuestas posibles al mal comportamiento.

Como escribieron Marco y Séneca, la respuesta adecuada, de hecho la mejor venganza, es no exigir venganza alguna. Si alguien te trata con rudeza y tú respondes con rudeza, no has hecho nada más que demostrarle que sus acciones estaban justificadas. Si enfrentas la deshonestidad de otras personas con la tuya propia, ¿adivina qué? Les está demostrando que tienen razón, ahora todo el mundo es un mentiroso.

En cambio, hoy, busquemos ser mejores que las cosas que nos decepcionan o nos lastiman. Intentemos ser el ejemplo que nos gustaría que siguieran los demás. Es terrible ser un tramposo, ser egoísta, sentir la necesidad de infligir dolor a nuestros semejantes. Por el contrario, vivir moralmente y bien es bastante agradable.

Día 288 – No te enojes. Ayuda.

"¿Estás enojado cuando las axilas de alguien huelen mal o cuando tienen mal aliento? ¿Por qué? Teniendo esa boca y esas axilas, va a emanar un olor. Dices que deben tener sentido común, o “¿no se dan cuenta cómo están ofendiendo a los demás?” Bueno, tú también tienes sentido común, ¡felicidades! Entonces, usa tu razón para despertar la suya, muéstrasela, dícela. Si la persona te escucha, la habrás ayudado sin necesidad de enojarte”, dijo Marco Aurelio.

¿Te has encontrado con aquellas personas que te hacen rechinar los dientes, a las que estás odiando desde lo más profundo de tu alma porque son groseros, ignorantes, desagradables? En esas situaciones, es posible que sientas que necesitas todo lo que tienes para abstenerte de asesinarlos.

Es curioso cómo ese pensamiento se nos viene a la cabeza antes de pedirles cortésmente que modifiquen su conducta. Preferimos estar enojados, amargados, antes que arriesgarnos a una conversación incómoda que realmente podría ayudar a esta persona y hacer del mundo un lugar mejor. 

No solo queremos que la gente sea mejor, sino que esperamos que suceda mágicamente, que simplemente podamos hacer que otras personas cambien, haciéndoles agujeros en el cráneo con nuestra mirada enojada.

Aunque, cuando lo piensas de esa manera, te podrías preguntar quién es realmente el grosero.

Día 289 – Dale a la gente el beneficio de la duda

“Todo depende de tus suposiciones al respecto, y eso depende de ti. Puede evitar los juicios apresurados y encontrarás mares en calma, buen tiempo y un puerto seguro”, dijo Marco Aurelio.

Incluso un perro se da cuenta si tu tropezaste sobre él o si lo pateaste. Sin embargo, si alguna vez has pisado accidentalmente a su perro, sabrás que la primera reacción suele ser un ladrido o un gruñido. En el instante, no hay distinción, solo dolor. Entonces ve quién era, escucha tu voz tranquilizadora y vuelve a menear la cola.

Una persona virtuosa no se apresura a juzgar a otras personas. Una persona virtuosa es generosa con las suposiciones: piensa que algo fue un accidente, que alguien no sabía, que no volverá a suceder. Esto hace la vida más fácil de soportar y nos hace más tolerantes. Mientras tanto, presuponer la malicia, el juicio más precipitado, hace que todo sea más difícil de soportar.

Sé deliberado y complaciente con tus suposiciones sobre otras personas y encontrarás, como dice Marco Aurelio, mares más tranquilos y un clima más benigno.

Día 290 – Difunde la palabra

“Algunas personas con mentes excepcionales captan rápidamente la virtud, o la producen ellos mismos. Pero otros, más lentos, obstaculizados por sus malos hábitos, necesitan que alguien los oriente . . . Los más débiles serán ayudados y elevados si los ponemos al cuidado de los principios de la filosofía”, dijo Séneca.

El estoicismo no es una religión evangélica. No estás obligado a salvar a nadie; no hay riesgo de que alguien caiga en el infierno si su alma permanece en la ignorancia de las enseñanzas de Epicteto o Marco Aurelio.

Pero ahora que has aprendido y estudiado un camino mejor, sabes que puede ser útil a los demás. Puedes compartir tu sabiduría con un amigo o un extraño, recordando que tu comportamiento es siempre un mejor ejemplo que un sermón.

Todos merecen beneficiarse de los "principios de la filosofía", como dijo Séneca. 

Si ves a alguien que necesita ayuda, bríndasela. Le debes eso.

Día 291 – El beneficio de la amabilidad

“Dondequiera que haya un ser humano, tenemos la oportunidad de ser amables”, dijo Séneca.

La primera persona que encuentres hoy, ya sea un conocido o un amigo de paso, sin importar el contexto, positivo o negativo, te dará una oportunidad para practicar la bondad. Puedes intentar comprender de dónde vienen. Puedes intentar comprender quiénes son, qué necesitan y qué fuerzas o impulsos podrían estar actuando sobre ellos. Y puedes tratarlos bien y así beneficiarte y beneficiarlos.

Lo mismo ocurre con la segunda persona con la que te encuentres, y con la tercera. Por supuesto, no hay garantía de que te devuelvan el favor, pero esa no debe ser tu preocupación. 

Como siempre, nos centraremos en lo que controlamos: en este caso, la capacidad de elegir responder con amabilidad.

Día 292 – Durmiendo con el enemigo

“No hay nada peor que un lobo haciendo amistad con una oveja. Evita la falsa amistad. Si eres bueno, directo y con buenas intenciones, eso tiene que verse en tus ojos y no pasar desapercibido”, dijo Marco Aurelio.

Es bastante obvio que uno debe mantenerse alejado de los malvados y de las personas con dos caras tanto como sea posible: el amigo celoso, el padre narcisista, el socio indigno de confianza. 

A primera vista, Marco Aurelio nos recuerda que evitemos los falsos amigos, pero, ¿y si le damos la vuelta? ¿Qué pasa si, en cambio, preguntamos sobre las veces que hemos sido falsos con nuestros amigos? En última instancia, de eso se trata el estoicismo, no de juzgar el comportamiento de otras personas, sino de juzgar el nuestro.

Todos hemos sido falsos amigos en un momento u otro. Hemos sido amables sólo en apariencia, generalmente porque había algo para nosotros, pero más tarde, en una compañía diferente, dijimos cómo nos sentíamos realmente. O hemos acompañado a alguien solo cuando las cosas iban bien y nos negamos a ayudarlo cuando realmente nos necesitaba.

Este comportamiento está por debajo de nosotros y vale la pena recordarlo la próxima vez que acusemos a alguien de ser un mal amigo.

Día 293 – Los buenos hábitos eliminan a los malos

“Dado que los hábitos son una influencia tan poderosa, y estamos acostumbrados a seguirlos incluso si no los elegimos conscientemente, deberíamos establecer hábitos contrarios a aquellos que nos perjudican, y cuando las apariencias sean realmente difíciles, usar su fuerza”, dijo Epícteto.

Cuando un perro ladra porque alguien está en la puerta, lo peor que puedes hacer es gritarle. ¡Para el perro, es como si tú también estuvieras ladrando! Cuando un perro está huyendo, no te ayuda perseguirlo; de nuevo, es como si tú también estuvieras corriendo. Una mejor opción en ambos escenarios es darle al perro algo más que hacer. Dile que se siente. Dile que se vaya a su cucha. Corre en la otra dirección. 

Rompe el patrón, interrumpe el impulso negativo.

Lo mismo ocurre con nosotros. Cuando se manifiesta un mal hábito, lo mejor es contrarrestarlo con una virtud contraria. Por ejemplo, supongamos que hoy te encuentras postergando las cosas, no te esfuerces y luches contra eso. Levántate y sal a caminar para aclarar tu mente. Si te das cuenta de que estás diciendo algo negativo o desagradable, no te critiques. Di algo positivo y agradable para contrarrestarlo.

Los buenos hábitos tienen el poder de eliminar los malos hábitos. Y los hábitos son fáciles de adquirir, como todos sabemos.

Día 294 – Marcas de la buena vida

“A pesar de que lo has buscado, nunca encontraste el sentido de la vida ni en la lógica, ni en la riqueza o la fama. En ningún lugar. ¿Dónde está entonces? En hacer lo que exige la naturaleza humana. ¿Y qué exige? Que los principios sean la fuente del deseo y la acción. ¿Qué principios? Aquellos que tienen que ver con el bien y el mal, entendiendo que no hay nada bueno para un ser humano que no sea lo que crea justicia, autocontrol, coraje y libertad, y nada que sea malo excepto lo que destruye estas cosas”, dijo Marco Aurelio.

¿Cual es el significado de la vida? ¿Por qué nací? La mayoría de nosotros luchamos con estas preguntas, a veces cuando somos jóvenes, a veces no hasta que somos mayores, y rara vez encontramos una respuesta. Pero eso es simplemente porque perdemos el punto. Como señala Viktor Frankl en “La búsqueda de significado del hombre”, no es nuestra pregunta. En cambio, somos nosotros a quienes se nos hace la pregunta. Y nuestras vidas son la respuesta.

Ninguna cantidad de viajes o lecturas o sabios inteligentes pueden decirte lo que quieres saber. En cambio, eres tú quien debe encontrar la respuesta en tus acciones, en vivir la buena vida, encarnando los principios evidentes de justicia, autocontrol, coraje, libertad y abstención del mal.

Día 295 – Héroes, aquí y ahora

"¡Ese comportamiento..! La gente no quiere elogiar a sus contemporáneos, cuyas vidas en realidad comparten, pero tiene grandes expectativas por el elogio de las generaciones futuras, ¡personas que no han conocido ni conocerán nunca! Esto es similar a estar molesto porque las generaciones pasadas no te elogiaron”, dijo Marco Aurelio.

Alejandría, la ciudad de Egipto, todavía lleva el nombre de su fundador, Alejandro el Grande, unos 2.300 años después de que él puso un pie allí. ¿Qué tan genial se sentiría tener una ciudad con tu nombre durante tantos siglos? ¿Saber que la gente sigue diciendo tu nombre? Aquí tienes una idea: no sería genial. Porque, como Alejandro, estarás muerto. No sabrás si tu nombre perduró a lo largo de los siglos. Por definición, nadie puede disfrutar de su propio legado.

Peor aún, piensa en todas las cosas horribles que hizo Alejandro para lograr lo que logró. Peleó guerras inútiles. Tenía un temperamento terrible, incluso mató a su mejor amigo en una pelea de borrachos. Era despiadado y esclavo de su ambición. ¿Es eso realmente tan admirable?

En lugar de perder ni un segundo considerando las opiniones de las personas del futuro, personas que ni siquiera han nacido todavía, concéntrate en ser la mejor persona que puedas ser en el momento presente, en hacer lo correcto, ahora mismo. El futuro lejano es irrelevante. 

Sé bueno, noble e impresionante ahora, mientras todavía importa.

Día 296 – Es fácil ser mejor, pero ¿mejor en qué?

"Entonces, alguien es bueno para derrotar a un oponente, pero eso no lo hace más comunitario, o modesto, o bien preparado para cualquier circunstancia, o más tolerante con las faltas de los demás", dijo Marco Aurelio.

La superación personal es una búsqueda noble. La mayoría de la gente ni siquiera se molesta en buscarla. Pero entre quienes lo hacen, es posible que la vanidad y la superficialidad corrompan el proceso. ¿Quieres abdominales perfectos porque te estás desafiando a ti mismo y comprometiéndote con una meta difícil? ¿O es porque quieres impresionar a la gente cuando te sacas la remera? ¿Estás corriendo esa maratón porque quieres poner a prueba tus límites o porque estás huyendo de tus problemas en casa?

Nuestra voluntad no debe estar dirigida a convertirnos en la persona que está en perfecta forma o que puede hablar varios idiomas pero que no tiene un segundo para otras personas. ¿Qué sentido tiene ganar en los deportes, pero perder en el esfuerzo por ser un buen esposo, esposa, padre, madre, hijo o hija? 

No confundamos mejorar en cosas con ser una mejor persona. Una es una prioridad mucho mayor que la otra.

Día 297 – Muestra las cualidades para las que fuiste hecho

"¿La gente no se asombra por lo brillante que es tu mente? Bueno, pero tienes muchas otras cualidades de las que no puedes afirmar que te hayan privado al nacer. Demuestra entonces esas cualidades que están en tu propio poder: honestidad, dignidad, resiliencia, satisfacción, frugalidad, amabilidad, libertad, perseverancia y magnanimidad”, dijo Marco Aurelio.

Es fácil culpar a nuestras circunstancias. Una persona maldice que no nació más alta, otra que no es más inteligente, que tiene una complexión diferente o que nació en un país diferente. Sería difícil encontrar una sola persona en este planeta, desde las supermodelos hacia abajo, que no crea que sea deficiente al menos de alguna manera. Pero sean cuales sean tus déficits percibidos, recuerda que hay cualidades positivas que puedes desarrollar que no dependen de accidentes genéticos.

Tienes la opción de ser sincero, de ser digno. Puedes elegir ser feliz, ser ahorrativo. Puedes elegir ser amable con los demás,  ser libre. Puedes persistir en situaciones difíciles. Puedes elegir ser amable.

Y, honestamente, ¿no son los rasgos que son el resultado del esfuerzo y la habilidad más impresionantes de todos modos?

Día 298 – La fuente de la bondad

"Cava dentro de ti, porque hay una fuente de bondad siempre lista para fluir si lo haces", dijo Marco Aurelio.

Hoy, podemos esperar que la bondad nos llegue: buenas noticias, buen tiempo, buena suerte. O podemos encontrarla en nosotros mismos. La bondad no es algo que te vayan a enviar por correo. Tienes que encontrarla dentro de tu propia alma. La encuentras dentro de tus propios pensamientos y la haces con tus propias acciones.

Día 299 – Dos tareas

“¿Qué, entonces, libera a una persona y la vuelve autodeterminada? Porque la riqueza no lo hace, ni tampoco los altos cargos, el Estado o el reino; más bien, se debe encontrar algo más. En el caso de vivir, es el conocimiento de cómo vivir”, dijo Epícteto.

Tienes dos tareas esenciales en la vida: ser una buena persona y dedicarte a la ocupación que amas. Todo lo demás es un desperdicio de energía y un desperdicio de tu potencial.

¿Cómo se hace eso? Esa es una pregunta más difícil, pero la filosofía de los estoicos lo hace bastante simple: di no a las distracciones, a las emociones destructivas, a la presión externa. Pregúntate: ¿Qué es lo que sólo yo puedo hacer? ¿Cuál es el mejor uso de mi tiempo limitado en este planeta? Trata de hacer lo correcto cuando la situación lo requiera. Trata a otras personas de la forma en que esperas que te traten a ti. Y comprende que cada pequeña elección y cada pequeño asunto es una oportunidad para practicar los principios más amplios.

Eso es. Eso es lo que entra en la habilidad más importante de todas: cómo vivir.

Día 300 – Tres partes, un objetivo

“El mejor y mayor número de autores han afirmado que la filosofía consta de tres partes: la moral, la natural y la racional. La primera ordena el alma. La segunda examina a fondo el orden natural. La tercera indaga sobre el significado correcto de las palabras, y sus combinaciones que evitan que las falsedades desplacen a la verdad”, dijo Séneca.

Estas tres partes, la moral, la natural y la racional, tienen un objetivo. Por diferentes que sean, tienen el mismo propósito: ayudarte a vivir una buena vida regida por la razón.

No en el futuro, pero ahora mismo.

Día 301 – Cosechamos lo que sembramos

"Los delitos suelen volver a su maestro", dijo Séneca.

Es irónico que Séneca haga que uno de sus personajes pronuncie esa línea. Como sabemos, durante muchos años Séneca fue tutor y mentor del emperador Nerón. Hay muchas pruebas de que Séneca fue, de hecho, una influencia moral positiva en el joven trastornado, pero incluso en ese momento, a los contemporáneos de Séneca les pareció extraño que un filósofo fuera la mano derecha de una persona tan malvada. 

La colaboración de Séneca con Nerón finalmente terminó con el estudiante asesinando al maestro.

Es algo en lo que pensar cuando se considera con quién trabajar y con quién hacer negocios en la vida. 

Si le muestras a un cliente cómo hacer algo poco ético o ilegal, ¿podría devolverte el favor tornándolo en tu contra más adelante? Si les da un mal ejemplo a tus empleados, a tus asociados, a tus hijos, ¿podrían traicionarte o lastimarte en el futuro? 

“Lo que se da, vuelve”, dice el dicho. 

Séneca pagó un precio por sus instrucciones a Nerón. Como ha sucedido a lo largo de los siglos, su hipocresía, evitable o no, fue costosa. También lo será la tuya.

Día 302 – Fuimos hechos los unos para los otros

"Encontrarás más rápidamente una cosa terrenal alejada de la tierra que una persona separada de otros seres humanos", dijo Marco Aurelio.

Naturalmente, Marco Aurelio y el resto de los estoicos no estaban familiarizados con la física newtoniana, pero sabían que lo que sube debe bajar. Esa es la analogía que está usando aquí: nuestra interdependencia mutua con nuestros semejantes es más fuerte que la Ley de la Gravedad.

La filosofía atrae a los introvertidos. El estudio de la naturaleza humana puede hacerte consciente de los defectos de otras personas y puede generar desprecio por los demás. Lo mismo ocurre con la lucha y la dificultad: nos aíslan del mundo, pero nada de eso cambia que seamos, como dijo Aristóteles, animales sociales. Nos necesitamos el uno al otro. Debemos estar ahí el uno para el otro. Debemos cuidarnos unos a otros (y permitir que otros nos cuiden a cambio). Fingir lo contrario es violar nuestra naturaleza, ser más o menos de lo que significa ser un ser humano.

Día 303 – El carácter es el destino

“Cada persona adquiere su propio carácter, pero sus roles oficiales son designados por casualidad. Deberías invitar a algunos a tu mesa porque se lo merecen, y a otros porque pueden llegar a merecerlo”, dijo Séneca.

En el proceso de contratación, la mayoría de los empleadores miran adónde alguien fue a la escuela, qué trabajos ha tenido en el pasado. Eso se debe a que el éxito pasado puede ser un indicador de éxitos futuros. ¿Pero es siempre así? Hay muchas personas que tuvieron éxito gracias a la suerte. Quizás ingresaron a Oxford o Harvard porque sus padres podían pagarles esa educación. ¿Y qué pasa con las personas jóvenes que no han tenido tiempo de construir un historial? ¿Son inútiles?

Por supuesto que no. Es por eso que el carácter es una medida mucho mejor de un hombre o una mujer. Heráclito lo expresó como máxima: "El carácter es el destino".

Cuando buscas avanzar en tu propia posición en la vida, el carácter es la mejor palanca, tal vez no a corto plazo, pero ciertamente a largo plazo. 

Y lo mismo ocurre con las personas a las que invitas a tu vida.

Día 304 – ¿Quién se lleva la parte del león?

"¿No te da vergüenza reservar para ti solo los restos de tu vida y dedicarle a la sabiduría solo el tiempo que no puedes dedicar a los negocios?", dijo Séneca.

En una de sus cartas, Séneca cuenta una historia sobre Alejandro Magno. Aparentemente, mientras Alejandro conquistaba el mundo, ciertos países le ofrecerían partes de su territorio con la esperanza de que a cambio los dejara en paz. Alejandro les respondía que no había viajado hasta Asia para aceptar lo que le dieran, sino que ellos iban a tener que aceptar lo que él quisiera dejarles.

Según Séneca, deberíamos tratar la filosofía de la misma manera. La filosofía no debería tener que aceptar el tiempo o la energía que sobra de otras ocupaciones, sino que deberíamos dedicarles un tiempo a esas otras actividades una vez que nuestro estudio haya terminado.

Si lo que buscamos es la superación personal real, ¿por qué dejamos nuestra lectura para esos minutos antes de apagar las luces y acostarnos? ¿Por qué dedicamos de ocho a diez horas a la mitad del día para estar en la oficina o para ir a reuniones, pero no dedicamos tiempo para pensar en las grandes preguntas? 

La persona promedio de alguna manera se las arregla para poder ver veintiocho horas de televisión a la semana, pero pregúntale si tuvo tiempo para estudiar filosofía y probablemente te dirá que está demasiado ocupada.

Día 305 – Nacemos buenos

“El ser humano nace inclinado hacia la virtud”, dijo Musonius Rufus.

La noción del pecado original ha agobiado a la humanidad durante siglos. En realidad, estamos hechos para ayudarnos unos a otros y para ser buenos entre nosotros. De lo contrario, no hubiéramos sobrevivido como especie.

Difícilmente hay una idea en la filosofía estoica que no agradaría inmediatamente a un niño, o que no concuerde con el sentido común. Las ideas que contiene van al núcleo de quiénes somos y lo que sabemos que es verdad. Sólo entran en conflicto con aquellas invenciones de la sociedad que, por lo general, sirven más a intereses egoístas que al bien común.

Naciste bueno. "Todos hemos sido creados por la naturaleza", dijo Rufus, "para que podamos vivir libres de errores y con nobleza, no que uno pueda y que otro no, sino que todos podamos". Naciste con una atracción por la virtud y el autodominio. Como ha señalado Séneca, la filosofía es una herramienta para volver a nuestra verdadera naturaleza.

ACEPTACIÓN

Día 306 – Aceptar lo que es

"No pretendas que todo suceda como te gustaría que suceda, sino más bien desea que todo suceda como realmente sucederá, entonces tu vida fluirá bien. Es fácil alabar a la providencia por cualquier cosa que pueda suceder si tienes dos cualidades: una visión completa de lo que realmente sucedió en cada caso y un sentido de gratitud. Sin gratitud, ¿qué sentido tiene ver? y sin ver ¿cuál es el objeto de la gratitud?”, dijo Epícteto.

Sucedió algo que desearíamos que no hubiera sucedido. ¿Qué es más fácil de cambiar: nuestra opinión o el evento que pasó?

La respuesta es obvia. Acepta lo sucedido y cambia tu deseo de que no hubiera sucedido. El estoicismo llama a esto el "arte de la aquiescencia": aceptar, en lugar de luchar contra cada pequeña cosa.

Y los estoicos más experimentados dan un paso más. En lugar de simplemente aceptar lo que sucede, nos instan a disfrutar realmente de lo que sucedió, sea lo que sea. Nietzsche, muchos siglos después, acuñó la expresión perfecta para plasmar esta idea: amor fati (amor al destino). No se trata solo de aceptar, sino de amar todo lo que sucede.

Desear que suceda lo que ha sucedido es una forma inteligente de evitar la decepción porque así nada es contrario a sus deseos. 

Pero, ¿sentir gratitud por lo que sucede? ¿Amarlo? 

Esa es una receta para la felicidad y la alegría.

Día 307 – Unir nuestro deseo a lo que será

“En ningún momento he sentido mi voluntad obstaculizada. ¿Cómo es esto posible? La he ligado a la de Dios. Dios quiere que me enferme, esa es mi voluntad. Él desea que yo elija algo, yo también. Él desea que yo alcance algo, o que se me dé algo; yo deseo lo mismo. Lo que Dios no quiere, no lo deseo”, dijo Epícteto.

Cuando el general Dwight D. Eisenhower le escribió a su esposa en vísperas de la invasión de Normandía, le dijo: “Se ha hecho todo lo que podíamos pensar, las tropas están en forma, todos están haciendo lo mejor que pueden. El resultado depende de la voluntad de los dioses ". Había hecho todo lo que podía y, como diría Epicteto, estaba listo para soportar lo que fuera. De hecho, Eisenhower había escrito otra carta esa noche y la había preparado para su publicación en caso de que la invasión fracasara. Si el fracaso era lo que Dios, o el destino o la suerte o como quieras llamarlo, quería, estaba listo.

Hay una lección maravillosa ahí. El hombre a cargo del ejército más poderoso que el mundo haya reunido, en vísperas de la invasión más expertamente organizada y planificada que el mundo, con suerte, conocerá, fue lo suficientemente humilde como para saber que el resultado finalmente perteneció a alguien o algo más grande que él.

Y así ocurre con todas nuestras empresas. No importa cuánta preparación, no importa cuán hábiles o inteligentes seamos, el resultado final está en manos de los dioses. Cuanto antes sepamos eso, mejor seremos.

Día 308 – Siguiendo las órdenes del médico

“Así como escuchamos a la gente decir que el médico le recetó a alguien hacer ejercicio, o baños de hielo, o caminar sin zapatos, también deberíamos decir que la naturaleza le prescribió a alguien que estuviera enfermo, discapacitado o que sufriera algún tipo de impedimento. En el caso del médico, prescrito significa algo ordenado para ayudar a la curación de alguien. Pero en el caso de la naturaleza, significa que lo que nos pasa a cada uno de nosotros está ordenado para organizar nuestro destino”, dijo Marco Aurelio.

Los estoicos eran maestros en las analogías y las utilizaron como una herramienta para fortalecer su razonamiento.

Aquí, Marco Aurelio observa con qué gusto soportamos lo desagradable si llega con las palabras mágicas "órdenes del médico". El médico dice que tienes que tomar esta desagradable medicina y lo haces. El médico te dice que tienes que empezar a dormir colgado boca abajo como un murciélago. Te sentirás tonto, pero pronto empezarás a colgarte porque crees que te hará mejor.

Por otro lado, cuando se trata de eventos externos, luchamos como el infierno si sucede algo contrario a nuestros planes. Pero, ¿y si un médico hubiera recetado exactamente esto como parte de nuestro tratamiento? ¿Y si esto fuera tan bueno para nosotros como la medicina?

Día 309 – Ni bueno ni malo

"No hay nada de malo en que las cosas cambien, así como no hay nada bueno cuando permanecen como están", dijo Marco Aurelio.

Cuando las personas dicen que el cambio es bueno, por lo general intentan tranquilizar a alguien (o a sí mismos). Porque instintivamente vemos el cambio como algo malo, o sospechamos de él.

Los estoicos quieren que elimines por completo esas etiquetas. El cambio no es bueno. El status quo no es malo. Simplemente son.

Recuerda, los eventos son objetivos. Es solo nuestra opinión la que dice que algo es bueno o malo (y por lo tanto, vale la pena luchar por ello). 

¿Una mejor actitud? Decidir sacarle el máximo partido a todo. 

Pero para hacer eso primero debes dejar de luchar.

Día 310 – Un poder superior

“Esto es precisamente lo que constituye la virtud de la persona feliz: cuando los asuntos de la vida están armonizados entre el espíritu divino individual y la voluntad del director del universo”, dijo Crísipo.

Al someterse a un programa de doce pasos, muchos adictos luchan con el paso 2: reconocer un poder superior. Al principio, afirman que es porque son ateos o porque no les gusta la religión o porque no entienden por qué es importante, pero luego se dan cuenta de que esto es solo la adicción hablando, es otra forma de egoísmo. 

El lenguaje real del paso es bastante fácil de asimilar: "Llegamos a creer que un Poder superior a nosotros podría devolvernos la cordura". 

Se trata de sintonizarnos con el universo y descartar la idea tóxica de que somos su centro.

No es de extrañar que los estoicos sean populares entre los que participan en programas de doce pasos. También está claro que esta sabiduría nos beneficia a todos. 

No tienes que creer que hay un dios dirigiendo el universo, solo necesitas dejar de creer que tú eres ese director. Tan pronto como puedas sintonizar tu espíritu con esa idea, más fácil y feliz será tu vida, porque habrás abandonado la adicción más potente de todas: el control.

Día 311 – Alguien más está hilando el tejido

"Si al romper el día ves a alguien orgulloso,

El atardecer lo verá abatido.

Nadie debería confiar demasiado en el triunfo,

Nadie debe perder la esperanza de que los ensayos mejoren.

Cloto mezcla lo uno con lo otro y no permite

que la Fortuna descanse, haciendo girar todos los destinos.

Nadie ha tenido tanto favor divino

que podría garantizarse a sí mismo el mañana.

Dios mantiene nuestras vidas moviéndose a toda velocidad

Girando en un torbellino", escribió Séneca.

El novelista Cormac McCarthy estaba viviendo en una habitación de motel cuando escuchó un golpe en la puerta. Era un mensajero: le habían otorgado la subvención de "genio" MacArthur y 250.000 dólares. Los eventos inesperados pueden ser buenos o malos.

¿Quién podría soñar con un giro tan inesperado? ¿Quién sino Cloto, una de las tres diosas griegas del destino, que “teje” el hilo de la vida humana? Para los antiguos, ella fue quien decidió el curso de los acontecimientos de nuestras vidas, algunos buenos, otros malos. Como escribió el dramaturgo Esquilo: "Cuando los dioses envían el mal, no podemos escapar". Lo mismo ocurre con el gran destino y la buena fortuna.

Su actitud de resignación puede hoy parecernos extraña, pero entendieron quién tenía realmente el control (¡ni ellos, ni nosotros!). Ninguna cantidad de prosperidad, ninguna cantidad de dificultad, es segura o eterna. Un triunfo se convierte en un problema, una problema se convierte en un triunfo. La vida puede cambiar en un instante. 

Recuerda, hoy, con qué frecuencia lo hace.

Día 312 – Cómo ser poderoso

“No confíes en tu reputación, dinero o posición, sino en tus juicios sobre las cosas que controlas y las que no. Porque solo eso nos hace libres, nos levanta de las profundidades y nos pone en igualdad con los ricos y poderosos”, dijo Epícteto.

En una escena de la novela clásica de Steven Pressfield sobre Alejandro Magno, Las virtudes de la guerra, Alejandro llega al cruce de un río y se enfrenta a un filósofo que se niega a moverse. "¡Este hombre ha conquistado el mundo!", le grita uno de los hombres de Alejandro, "¿Qué has hecho tú?" El filósofo, con total confianza, responde: "he conquistado la necesidad de conquistar el mundo".

Tú también puedes hacer eso. Simplemente debes enfocarte hacia adentro, en lugar de hacia afuera, para adquirir poder. 

Como dijo Publilius Syrus, un antiguo esclavo: “¿Quieres tener un gran imperio? ¡Gobierna sobre ti mismo! "

Día 313 – Actores en una obra

“Recuerda que eres un actor en una obra de teatro, que interpretas a un personaje de acuerdo con la voluntad del dramaturgo; si es una obra corta, entonces es corta; si es larga, larga. Si él desea que interpretes al mendigo, haz bien incluso ese papel, tal como lo harías si fuera un lisiado o una persona común. Pues ese es tu deber, realizar bien el personaje que te ha sido asignado”, dijo Epícteto.

Marco Aurelio no quería ser emperador. No era un político que buscaba un cargo, y no era el verdadero heredero al trono. Por lo que podemos deducir de sus cartas y de la historia, lo que realmente quería era ser un filósofo. Pero la poderosa élite de Roma, incluido el emperador Adriano, vio algo en él. Marco Aurelio fue adoptado y preparado para el trono porque sabían que él podría manejarlo. Mientras tanto, Epícteto vivió gran parte de su vida como esclavo y fue perseguido por sus enseñanzas filosóficas. Ambos hicieron bastante con los roles que se les asignaron.

Nuestra posición en la vida puede ser tan aleatoria como una tirada de dados. Algunos de nosotros nacemos con privilegios, otros en la adversidad. A veces, se nos brindan exactamente las oportunidades que queremos. Otras, tenemos un golpe de suerte, pero lo sentimos como una carga.

Los estoicos nos recuerdan que pase lo que pase hoy o en el transcurso de nuestras vidas, dondequiera que nos encontremos en el espectro intelectual, social o físico, nuestro trabajo no es quejarnos o lamentarnos de nuestra difícil situación, sino hacer lo mejor que podamos para aceptarla y vivirla. 

¿Hay espacio para la flexibilidad o la ambición? ¡Por supuesto! La historia del teatro está plagada de historias de pequeñas partes que se convirtieron en protagónicos y personajes menores que se expandieron en futuras adaptaciones. Pero incluso eso comienza con la aceptación y la comprensión, y el deseo de sobresalir en lo que se nos ha asignado.

Día 314 – Todo fluye

“El universo es cambio. La vida es opinión”, dijo Marco Aurelio.

En “La vida de Teseo”, de Plutarco, se describe cómo el barco de Teseo, un héroe ateniense, fue preservado por la gente de Atenas en condiciones de batalla durante muchos siglos. Cada vez que una tabla se pudría era reemplazada, hasta que finalmente se reemplazaran todos los palos de madera que contenía. Plutarco pregunta: ¿Sigue siendo el barco de Teseo o es uno nuevo?

En Japón, un famoso santuario shintoísta se reconstruye cada veintitrés años. Ha pasado por más de sesenta de esos ciclos. ¿Es un santuario de 1.400 años de antigüedad? ¿O sesenta santuarios consecutivos? Y el Senado de los Estados Unidos ¿Es el mismo cuerpo formado en los días de George Washington?

Nuestra comprensión de lo que es algo es solo una instantánea, una opinión efímera. El universo está en un estado de cambio constante. Nuestras uñas crecen y se cortan y siguen creciendo. La piel nueva reemplaza la muerta. Los viejos recuerdos son reemplazados por otros nuevos. ¿Seguimos siendo las mismas personas? ¿Son las personas que nos rodean las mismas? Nada está exento de esta fluidez, ni siquiera las cosas que consideramos más sagradas.

Día 315 – Siempre lo mismo

“Piensa por ejemplo en los tiempos de Vespasiano y verás todas estas cosas: casarse, criar hijos, enfermarse, morir, guerras, fiestas, comercio, agricultura, halagar, fingir, sospechas, intrigas, rezar para que otros mueren, refunfuñar por su suerte, enamorarse, amasar fortunas, codiciar el poder y el cargo. Ahora ese tiempo se ha ido. . . ahora son los tiempos de Trajano, las mismas cosas. . . ", dijo Marco Aurelio.

Ernest Hemingway abre su libro “El sol también sale” con un versículo de la Biblia: “Una generación pasa y otra generación viene; pero la tierra permanece para siempre. También sale el sol y luego se pone, y vuelve al lugar en donde ayer se levantó”. 

¿Y qué sabiduría es esa? Una de las cosas más sorprendentes de la historia es cuánto tiempo los seres humanos han estado haciendo lo que hacen. Aunque ciertas actitudes y prácticas han ido y venido, lo único que queda son personas: viviendo, muriendo, amando, peleando, llorando, riendo.

Los medios de comunicación y los libros populares a menudo perpetúan la creencia de que hemos alcanzado la cúspide de la humanidad, o que esta vez las cosas son realmente diferentes. La ironía es que la gente lo ha creído durante siglos.

Las personas fuertes se resisten a esta idea. Saben que, con algunas excepciones, las cosas son iguales a como siempre han sido y siempre serán. Eres como las personas que vinieron antes que tú, y no eres más que una breve escala hasta las personas como tú que vendrán después. 

La tierra permanece para siempre, pero nosotros llegamos y nos vamos.

Día 316 – No es lo que pasa, sino lo que hacemos con lo que pasa

“Cuando estás angustiado por un evento externo, no es el evento en sí lo que te preocupa, sino tu juicio al respecto. Y puedes borrar ese juicio en cualquier momento”, dijo Marco Aurelio.

Imagina que has soñado con una vida en política. Eres joven, vigoroso y has ocupado posiciones cada vez más poderosas a lo largo de tu carrera. Luego, a los treinta y nueve, empiezas a sentirte agotado. Tus médicos le dicen que tienes poliomielitis y que tu vida nunca volverá a ser la misma. Tu carrera ha terminado, ¿verdad?

Esta es la historia de Franklin Delano Roosevelt, ahora ampliamente considerado como uno de los líderes políticos más importantes de Estados Unidos. A mediana edad le diagnosticaron polio después de pasar años preparándose y soñando con la presidencia.

Es imposible comprender FDR sin comprender esta discapacidad. El "evento" fue que estaba lisiado —esto era un hecho concreto— pero su juicio al respecto fue que no paralizó su carrera o su personalidad. Aunque ciertamente fue víctima de una enfermedad entonces incurable, borró, casi de inmediato, la mentalidad de la víctima.

No confundamos la aceptación con la pasividad.

Día 317 – Los fuertes aceptan la responsabilidad

"Si juzgamos como buenas y malas solo las cosas que están en el poder de nuestra propia elección, entonces no queda lugar para culpar a los dioses o ser hostiles con los demás", dijo Marco Aurelio.

Un letrero en el escritorio del presidente Harry Truman decía: LA PELOTA PARA ACÁ. Como presidente, con más poder y control que casi cualquier otra persona, sabía que, bueno o malo, no había nadie a quien pudiera culpar por las cosas que no fuera a si mismo. No había nadie a quien pasarle la pelota. Allí terminaba la cadena, en el Despacho Oval.

Como presidentes de nuestras propias vidas, y sabiendo que nuestros poderes comienzan y terminan con nuestra elección razonada, haríamos bien en adoptar esta misma actitud. No controlamos las cosas fuera de esta esfera, pero sí controlamos nuestras actitudes y nuestras respuestas a esos eventos, y eso es suficiente. Es suficiente con que enfrentemos todos los días sabiendo que no hay nadie a quien pasarle la pelota. 

Día 318 – Nunca te quejes, nunca expliques

"¡No dejes que te escuchen más quejándote de la vida pública, ni siquiera tus propios oídos!", dijo Marco Aurelio.

No solo los más afortunados se quejan, sino que a menudo parece que cuanto más afortunados somos, más tiempo tenemos para hacerlo. Marco Aurelio era un director ejecutivo a pesar suyo, al igual que tú puedes ser un contador que no está muy contento, un entrenador de fútbol infantil o un abogado. O quizás, en general, te gusta tu trabajo, pero piensas que podrías prescindir de algunas de las responsabilidades que lo acompañan. ¿A dónde te lleva ese pensamiento? A ninguna parte, salvo a un estado mental negativo.

Recuerda un lema del primer ministro británico Benjamin Disraeli: "Nunca te quejes, nunca expliques". Dijo esto porque, como Marco Aurelio, sabía que la carga de la responsabilidad era inmensa. 

Es muy fácil quejarse de esto o aquello, o intentar poner excusas y justificaciones por las cosas que has hecho, pero eso no logra nada y nunca aligera la carga.

Día 319 – Tú eliges el resultado

“Fue enviado a prisión. Eso es un hecho. Pero la observación 'ha sufrido un mal' es una opinión que viene de ti”, dijo Epícteto.

Este es el pensamiento estoico clásico, como ya te habrás dado cuenta. Un evento en sí mismo es objetivo. Cómo lo describimos, que fue injusto, que es una gran calamidad, o que lo hicieron a propósito, depende de nosotros.

Malcolm X fue a la cárcel como un criminal, pero salió fue como un hombre culto, religioso y motivado que ayudaría en la lucha por los derechos civiles. ¿Sufrió un mal? ¿O eligió hacer de su condena una experiencia positiva?

La aceptación no es pasiva. Es el primer paso en un proceso activo hacia la superación personal.

Día 320 – Todo es cambio

“Medita a menudo sobre la rapidez con la que todo lo que existe y está naciendo es barrido y desaparece. Porque la sustancia es como el flujo interminable de un río, sus actividades cambian continuamente y provocan cambios infinitos, de modo que nada se queda quieto”, dijo Marco Aurelio.

Marco toma prestada esta maravillosa metáfora de Heráclito, quien dijo: "Nadie se baña dos veces en el mismo río", porque el río ha cambiado y el hombre también.

La vida está en constante cambio. Y nosotros también. Molestarse por las cosas es asumir erróneamente que van a durar. Culparnos a nosotros mismos o a los demás es como querer agarrar el viento. Resentirse por el cambio es asumir erróneamente que tienes una opción en el asunto.

Todo es cambio. Acéptalo. Fluye con eso.

Día 321 – La esperanza y el miedo son lo mismo

“Hécato dice: 'deja de tener esperanza y dejarás de temer'. . . La causa principal de estos dos males es que, en lugar de adaptarnos a las circunstancias actuales, enviamos nuestros pensamientos demasiado lejos”, dijo Séneca.

La esperanza generalmente se considera buena. El miedo generalmente se considera malo. Para un estoico como Hécato, son lo mismo: ambos son proyecciones hacia el futuro sobre cosas que no controlamos. Ambos son enemigos del momento presente en el que te encuentras. 

No se trata de superar nuestros miedos, sino de comprender que tanto la esperanza como el miedo contienen una peligrosa cantidad de deseo y preocupación en ellos. 

Y, lamentablemente, el deseo es lo que causa la preocupación.

Día 322 – No juzgues, no sea que…

“Cuando la filosofía se usa con arrogancia y terquedad, es la causa de la ruina de muchos. Deja que la filosofía elimine tus propias faltas, en lugar de usarla para criticar las faltas de los demás”, dijo Séneca.

Recuerda, la dirección correcta de la filosofía, de todas las cosas que estamos haciendo aquí, se enfoca en tu interior. Mejorarnos a nosotros mismos, y dejar que las otras personas se ocupen de sus cosas. Nuestras fallas están bajo nuestro control, por lo que recurrimos a la filosofía para ayudar a eliminarlas. ¿Las faltas de otras personas? No, eso es para que se ocupen ellos.

Deja a otras personas con sus faltas. Nada en la filosofía estoica te da poder para juzgarlos, solo para aceptarlos. Especialmente cuando tenemos tantas cosas para resolver nosotros mismos.

Día 323 – Cuatro hábitos de la mente estoica

“Nuestra naturaleza racional avanza libremente cuando:

1) no acepta nada falso o incierto;

2) dirige sus impulsos únicamente hacia actos que promueven el bien común;

3) limita sus deseos y aversiones solo a lo que está en su propio poder;

4) abraza todo lo que la naturaleza le brinda”, dijo Marco Aurelio.

Si te das cuenta, Marco se recuerda repetidamente a si mismo qué es el estoicismo. Estos puntos son útiles para aquellos de nosotros que leemos miles de años después, pero en realidad estaban destinados a ser útiles para él. Quizás ese día había aceptado una mala impresión o había actuado de forma egoísta. Tal vez había puesto sus esperanzas en algo fuera de su control, o se quejó y luchó contra algo que había sucedido. O tal vez solo había pasado un tiempo desde que pensó en estas cosas y quería un recordatorio.

Cualquiera que sea su caso, o cualquiera que sea el nuestro hoy, alineemos nuestras mentes con estos cuatro hábitos críticos:

1. Aceptar solo lo que es verdad.

2. Trabajar por el bien común.

3. Hacer coincidir nuestras necesidades y deseos con lo que está bajo nuestro control.

4. Aceptar lo que la naturaleza tiene reservado para nosotros.

Día 324 – Máximas de tres hombres sabios

“Ante cualquier desafío, debemos tener tres pensamientos a nuestro alcance:

"Guiado por Dios y el destino hacia ese objetivo fijado para mí hace mucho tiempo, seguiré y no tropezaré; incluso si mi voluntad es débil, seguiré adelante", dijo Cleantes.

“Quien acepta la necesidad es un sabio, hábil en asuntos divinos”, dijo Eurípides.

“Si agrada a los dioses, que así sea. Pueden matarme, pero no pueden lastimarme”, dijo Epícteto.

Estas tres citas nos muestran los temas de la tolerancia, la flexibilidad y, en última instancia, la aceptación. Cleantes y Eurípides evocan el destino como un concepto que ayuda a facilitar la aceptación. Cuando uno cree en un poder superior, entonces nada ocurre en contra del plan.

Incluso si no crees en una deidad, puedes consolarte con las diversas leyes del universo o incluso el círculo de la vida. Lo que nos sucede como individuos puede parecer aleatorio, perturbador, cruel o inexplicable, cuando en realidad estos eventos tienen perfecto sentido cuando nuestra perspectiva se aleja, aunque sea un poco.

Practiquemos esta perspectiva hoy. Imagina que cada evento, ya sea deseado o inesperado, fue deseado, específicamente para ti. 

No lucharías contra eso, ¿verdad?

Día 325 – Observa, ahora como siempre

"Si has visto el presente, has visto todas las cosas, desde los tiempos inmemoriales hasta la eternidad, porque todo lo que pasa está relacionado y es lo mismo”, dijo Marco Aurelio.

Los eventos que sucederán hoy son los mismos que siempre ocurrieron. Gente viviendo y muriendo, animales viviendo y muriendo, nubes entrando y saliendo, aire inspirado y espirado, como ha ocurrido durante eones. Este momento, parafraseando a Emerson, “es un ejemplo de los momentos que han ocurrido antes y de los que vendrán”.

Esta idea se expresa en el himno del cristianismo Gloria Patri: "Como fue al principio, y es ahora, y será siempre, y por los siglos de los siglos". No se supone que este pensamiento sea deprimente ni edificante. Es solo un hecho. Sin embargo, puede tener un efecto calmante y centrador. No hay necesidad de emocionarse, no es necesario esperar sobre alfileres. 

Si no ha visto esto antes, alguien más lo ha visto. Eso puede ser un alivio.

Día 326 – Una vez es suficiente, una vez es para siempre

"Un logro no aumenta con el tiempo, pero si uno es sabio aunque sea por un momento, no será menos feliz que la persona que ejerce la virtud siempre y pasa su vida en ella", dijo Crísipo.

Quizás la sabiduría y la felicidad sean como ganar una medalla en los Juegos Olímpicos. No importa si la ganaste hace treinta años o hace diez minutos, si la ganaste sólo una vez o en varios eventos. No importa si alguien supera tu tiempo en el futuro, o si nunca vuelves a competir. Siempre serás un medallista y siempre sabrás cómo se siente. 

Quizás hoy experimentes la felicidad o la sabiduría. No intentes aferrarte a eso con todas sus fuerzas. No está bajo tu control determinar cuánto dura. Disfrútalo, reconócelo, recuérdalo. 

Tenerlo por un momento es lo mismo que tenerlo para siempre.

Día 327 – La taza ya está rota

“La fortuna cae pesadamente sobre aquellos que no la esperan. El que está siempre alerta la soporta más fácilmente”, dijo Séneca.

Hay una historia de un maestro zen que tenía una taza muy preciada. El maestro se repetía a sí mismo: "La taza ya está rota". Así la disfrutó. La usó. Se la mostró a los visitantes. Pero en su mente, ya estaba rota. Y así, un día, cuando realmente se rompió, simplemente dijo: "Por supuesto".

Así piensan también los estoicos. Supuestamente hay una historia real sobre Epicteto y una lámpara. Nunca cerraba su casa, por lo que un día le robaron su costosa lámpara. Cuando la reemplazó, la reemplazó por una más barata para poder estar menos apegado si se la volvían a robar.

La devastación, esa sensación de que estamos absolutamente aplastados y conmocionados por un evento, es una muestra de cuán improbable considerábamos ese evento en primer lugar. Nadie está destrozado por el hecho de que esté nevando en invierno, porque hemos aceptado (e incluso anticipado) esa circunstancia. 

¿Qué pasa con los sucesos que nos sorprenden? Puede que no nos sorprendamos tanto si nos tomamos el tiempo para considerar la posibilidad de que ocurran.

Día 328 – Los apegos son el enemigo

"En resumen, debes recordar esto: que si te apegas a algo que está fuera de tu propia elección razonada, habrás destruido tu capacidad de elección", dijo Epícteto.

Según Anthony de Mello, “hay sólo una cosa que causa infelicidad: el apego". 

Apego a la imagen que tienes de una persona, apego a la riqueza o al estatus, apego a un lugar o tiempo determinado, a un trabajo o estilo de vida. Todas esas cosas son peligrosas por una razón: están fuera de nuestra elección razonada. No podemos controlar cuánto tiempo las tendremos.

Como se dio cuenta Epicteto unos dos mil años antes que de Mello, nuestros apegos son los que hacen que sea tan difícil aceptar el cambio. Una vez que tenemos algo, no queremos soltarlo. Nos convertimos en esclavos para mantener el status quo. Somos como la Reina Roja de Alicia en el país de las maravillas, corriendo cada vez más rápido para permanecer en el mismo lugar.

Pero todo está en constante cambio. Tenemos ciertas cosas por un tiempo y luego las perdemos. Lo único permanente es nuestra capacidad de elección razonada. Las cosas a las que estamos apegados pueden ir y venir, nuestra elección, en cambio, es resistente y adaptable. Cuanto antes nos demos cuenta de esto, mejor. Más fácil será aceptar lo que pasa y adaptarse a lo que suceda.

Día 329 – Entrénate para dejar ir lo que no es tuyo

“Siempre que experimentes la angustia de la posibilidad de perder algo, trata de verlo no como una parte de ti mismo, sino como un vaso que puede romperse, para que cuando un día se caiga lo recuerdes y no te preocupes más de lo necesario. Recuerda que ni las personas ni las cosas son tus posesiones, sino algo que puedes disfrutar por un tiempo, no para siempre. . . ", dijo Epícteto.

Cuando el ejército romano volvía después de un triunfo en una batalla, el pueblo tenía los ojos pegados al general victorioso que marchaba al frente, uno de los lugares más codiciados en aquella época. Solo unos pocos notaban al asistente que iba justo detrás del comandante, susurrándole al oído: "Recuerda, eres mortal". ¡Qué recordatorio para escuchar en la cima de la gloria y la victoria!

En nuestras propias vidas, podemos entrenar para escuchar siempre ese susurro. Cuando hay algo que apreciamos, o alguien a quien amamos, podemos susurrarnos a nosotros mismos que es frágil, mortal y no verdaderamente nuestro. No importa cuán fuerte o invencible se sienta algo, nunca lo es. Debemos recordarnos a nosotros mismos que puede romperse, puede morir, puede dejarnos.

La pérdida es uno de nuestros miedos más profundos. La ignorancia y la simulación de que no existe no mejoran las cosas. Solo harán que la pérdidas sean aún más discordantes cuando ocurran.

Día 330 – Es curioso cómo eso funciona

“En cuanto a mí, preferiría estar enfermo antes que vivir una vida de lujos, porque estar enfermo solo daña el cuerpo, mientras que el lujo destruye tanto el cuerpo como el alma, provocando debilidad e incapacidad en el cuerpo, y descontrol y cobardía en el alma. Es más, el lujo provoca injusticias, porque también genera codicia”, dijo Musonius Rufus.

Las historias de los ganadores de la Lotería tienden a compartir una lección: recibir de repente una gran cantidad de dinero suele ser una maldición, no una bendición. Apenas unos años después de recibir su gran cheque, muchos ganadores de la Lotería están en peor situación financiera que antes de ganarla. Han perdido amigos, se han divorciado. Toda su vida se ha convertido en una pesadilla como resultado de su obscena buena fortuna.

Es como esa letra de Metallica: "Y resulta que la luz relajante al final del túnel / es solo un tren de carga que viene hacia ti".

Y, sin embargo, ¿cuál es la respuesta más común de un sobreviviente de cáncer, la persona que pasó por lo que todos tememos? "Fue lo mejor que me ha pasado".

Es curioso cómo funciona eso, ¿no?

Día 331 – El altar en donde no hay diferencias

“Somos como cenizas de inciensos que caen sobre el mismo altar. Algunos caen antes, otras después, pero no hay diferencia”, dijo Marco Aurelio.

¿Cuál es la diferencia entre tú y la persona más rica del mundo? Uno tiene más de dinero que el otro. ¿Cuál es la diferencia entre tú y la persona más vieja del mundo? Uno ha existido más que el otro. Lo mismo ocurre con el más alto, el más inteligente, el más rápido, etc.

Compararnos con otras personas dificulta la aceptación, porque queremos lo que ellos tienen, o queremos que las cosas hubieran sido de otro modo, no lo que tenemos. Pero eso no hace ninguna diferencia.

Algunos ven este pensamiento de Marco Aurelio como pesimista, otros lo ven como optimista. Es apenas la verdad. Todos estamos aquí y todos vamos a dejar esta tierra, así que no nos preocupemos por las pequeñas diferencias. Tenemos mucho que hacer.

Día 332 – El placer de eliminar lo negativo

"Qué satisfactorio es descartar y bloquear las impresiones extrañas o molestas, e inmediatamente tener paz en todas las cosas", dijo Marco Aurelio.

Los estoicos, afortunadamente, se salvaron de la sobrecarga de información endémica de la sociedad actual. No tenían redes sociales, periódicos, ni charlas televisivas que los irritaran. Pero incluso en ese entonces, una persona indisciplinada habría encontrado muchas cosas por las que distraerse y molestarse.

Parte de la mentalidad estoica era una especie de ignorancia cultivada. Publilius Syrus lo expresa bien: "Evita siempre lo que te enoja". Significado: aparta tu mente de las cosas que te provocan enojo. Si hablar de política en la mesa familiar conduce a peleas, ¿por qué sigues sacando el tema? Si las elecciones de vida de tus familiares te molestan, ¿por qué no los dejas simplemente seguir su camino? Lo mismo ocurre con muchas otras cosas. No es un signo de debilidad dejarlas fuera. Por el contrario, es un signo de voluntad fuerte. Intenta decir: "Conozco la reacción que normalmente tengo en esas situaciones, y esta vez no reaccionaré así". Y luego sigue con: "También voy a eliminar este estímulo de mi vida en el futuro".

Lo que sigue es paz y serenidad.

Día 333 – No son ellos, eres tú

“Si alguien está cometiendo un error, corrígelo amablemente, señalando lo que está pasando. Pero si no puedes, échate la culpa a ti mismo, o a nadie”, dijo Marco Aurelio.

Un buen maestro sabe que cuando un estudiante falla, la culpa recae en el instructor, no en el alumno. ¿Cuánto más generosos y tolerantes seríamos si pudiéramos extender este entendimiento a otras esferas de nuestra vida? ¿Si pudiéramos ver que cuando un amigo no es confiable, tal vez sea porque no sabe qué es lo que está haciendo mal, o porque no hemos intentado ayudarlo a corregir su defecto? Si un empleado tiene un desempeño deficiente, simplemente habla con él o averigüa si le falta apoyo. Si alguien se está molesto, intenta hablar con él sobre el problema o pregúntate: ¿Por qué soy tan sensible?

Y si esto no funciona, intenta dejarlo pasar. De todos modos, podría ser un incidente aislado.

Día 334 – Estarás bien

"No te lamentes por esto y no te pongas nervioso", dijo Marco Aurelio.

Existe esa sensación que tenemos cuando sucede algo contrario a nuestros planes: ahora todo ha terminado. Todo está perdido. Lo que sigue son quejas, lástima y miseria: la lucha impotente contra algo que ya ha ocurrido.

¿Por qué molestarse? No tenemos idea de lo que nos depara el futuro. No tenemos idea de lo que se avecina a la vuelta de la esquina. Podría haber más problemas, o podría ser la oscuridad antes del amanecer.

Si somos estoicos, hay una cosa de la que podemos estar seguros: pase lo que pase, estaremos bien.

Día 335 – Sigue el Logos

"La persona que sigue la razón en todas las cosas tiene tanto tiempo libre como buena disposición para actuar; es a la vez alegre y sereno", dijo Marco Aurelio.

La razón rectora del mundo —los estoicos llamaban a esto el Logos— funciona de manera misteriosa. A veces, el Logos nos da lo que queremos, otras veces nos da precisamente lo que no queremos. 

En cualquier caso, creían que el Logos era una fuerza todopoderosa que gobernaba el universo.

Hay una analogía útil para explicar el Logos: somos como un perro atado a un carro en movimiento. La dirección del carro determinará hacia dónde vamos. Dependiendo de la longitud de la correa, podremos tener bastante espacio para explorar y determinar el ritmo, pero en última instancia, lo que cada uno de nosotros debe elegir es si iremos voluntariamente o si nos arrastraremos dolorosamente. 

¿Qué elegiremos? ¿Aceptación alegre o rechazo ignorante? 

Al final, equivalen a lo mismo.

MEDITAR SOBRE LA MORTALIDAD

Día 336 – Finge que hoy es tu último día

“Preparemos nuestras mentes como si hubiéramos llegado al final de la vida. No pospongamos nada.  A quien da los toques finales a su vida cada día, nunca le falta tiempo”, dijo Séneca.

“Vive cada día como si fuera el último” es un cliché. Muchos lo dicen, pocos realmente lo hacen. ¿Qué tan razonable sería eso de todos modos? Seguramente, Séneca no está diciendo que abandones las leyes y las consideraciones, que busques una orgía a la que unirte porque el mundo se está acabando.

Una mejor analogía sería la de un soldado que está a punto de partir para la batalla, sin saber si volverá o no, ¿Qué hace? Pone sus asuntos en orden. Les dice a sus hijos o a su familia que los ama. No tiene tiempo para peleas o asuntos insignificantes. Y luego, por la mañana, está listos para partir, con la esperanza de regresar, pero preparado para la posibilidad de no hacerlo.

Vivamos hoy de la misma manera.

Día 337 – No te preocupes por mí, estoy muriendo lentamente

"Que cada cosa que hagas, digas o intentes sea como la de un moribundo", dijo Marco Aurelio.

Alguna vez debes haber escuchado a alguien preguntar: "¿Qué harías si mañana te enteraras de que tienes cáncer?" La pregunta está diseñada para hacerte considerar cuán diferente podría ser la vida si de repente te dieran solo unos meses o semanas de vida. No hay nada como una enfermedad terminal para despertar a las personas.

Pero aquí está la cuestión: ya tienes un diagnóstico terminal. ¡Todos lo tenemos! Toda persona nace con una sentencia de muerte. Cada segundo que pasa es uno que nunca recuperarás.

No dejes que transcurra otro día sin reconocer la realidad de que vas a morir. 

¿Puede ser hoy el día en que dejemos de fingir lo contrario?

Día 338 – El filósofo como un artesano de la vida y la muerte

“La filosofía no pretende conseguirle a una persona ninguna posesión externa. Hacerlo estaría fuera de su alcance. Así como la madera es para el carpintero, y el bronce para el escultor, así nuestras propias vidas son el material apropiado para ejercitar el arte de vivir”, dijo Epícteto.

La filosofía no es una actividad ociosa, apropiada solo para académicos o ricos. Por el contrario, es una de las actividades más esenciales en las que puede participar un ser humano. Su propósito, como dijo Henry David Thoreau unos miles de años después de Epicteto, es ayudarnos a “resolver los problemas de la vida, no solo teóricamente sino prácticamente". Esto se alinea muy bien con la famosa frase de Cicerón: "Filosofar es aprender a morir".

No está leyendo estas citas y haciendo estos ejercicios de pensamiento por diversión. Aunque pueden ser agradables, su objetivo es ayudarte a esculpir y mejorar tu vida. Y, como todos tenemos una sola vida y una muerte, debemos tratar cada experiencia así como un escultor trabaja hasta que, parafraseando a Miguel Ángel, “deja libre al ángel que estaba en el mármol”.

Estamos tratando de hacer esta cosa difícil, que es vivir y morir, lo mejor que podemos. 

Y para hacer eso, debemos recordar lo que hemos aprendido y las sabias palabras que se nos han dado.

Día 339 – Eso no te pertenece

"Todo lo que se puede prevenir, quitar o coaccionar no es propiedad de una persona", dijo Epícteto.

El conservacionista Daniel O’Brien ha dicho que no es "dueño" de su rancho de varios miles de acres en Dakota del Sur, sino que simplemente vive allí mientras el banco le permita pagar la hipoteca. Es una broma sobre las realidades económicas de la ganadería, pero también insinúa la idea de que la tierra no le pertenece a un solo individuo, que durará mucho más que nosotros y nuestros descendientes. Marco Aurelio solía decir que no somos dueños de nada y que incluso nuestras vidas están en fideicomiso.

Podemos pelear y trabajar para poseer cosas, pero esas cosas nos las pueden quitar en un segundo. Lo mismo ocurre con otras cosas que nos gusta pensar que son “nuestras”, pero que son igualmente precarias: nuestro estatus, nuestra salud, nuestras relaciones. ¿Cómo pueden ser realmente nuestros si son algo distinto a nosotros yel destino, la mala suerte o la muerte, pueden despojarnos de ellos sin previo aviso?

Entonces, ¿qué poseemos? Solo nuestras vidas, y no por mucho tiempo.

Día 340 – Los beneficios de pensar con sobriedad

"Mantén la muerte y el exilio ante tus ojos todos los días, junto con todo lo que te parece terrible; al hacerlo, nunca tendrás pensamientos bajos o deseos excesivos", dijo Epícteto.

Los vientos políticos pueden cambiar en un instante, privándote de las libertades más básicas que das por sentado. O, no importa quién seas o cuán seguro haya vivido hasta ahora, hay alguien por ahí que te robaría o te mataría por un par de dólares.

Como está escrito en la eterna epopeya de Gilgamesh:

“¡El hombre se rompe como una caña en el cañaveral!

El joven apuesto, la joven bonita ...

¡Demasiado pronto, en su mejor momento, la muerte se los lleva! "

La muerte no es la única interrupción inesperada que podríamos enfrentar; nuestros planes pueden ser destrozados por un millón de cosas. 

Hoy podría ser un poco más agradable si ignoraras esas posibilidades, pero ¿a qué costo?

Día 341 – La espada cuelga sobre ti

"No te comportes como si fueras a vivir para siempre. Lo que está predestinado se cierne sobre ti. Mientras vivas y puedas, sé bueno”, dijo Marco Aurelio.

Hay una historia antigua de un cortesano que se había burlado de las responsabilidades de su rey. Para demostrar que estaba equivocado, el rey hizo arreglos para cambiar de lugar con el cortesano por un día para que pudiera experimentar lo que era ser rey. El rey hizo otra cosa: sosteniéndola con un cabello, colgó una espada sobre el trono, para ilustrar el peligro y la carga de la realeza, así como el miedo constante al asesinato. A ese recordatorio colgante de la muerte y la dificultad lo llamamos la “Espada de Damocles”.

La realidad es que una espada similar se cierne sobre todos nosotros: nos puede quitar la vida en cualquier momento. Y esa amenaza puede enviarnos en una de dos direcciones: podemos temerla, o podemos usarla para motivarnos, para hacer el bien, ser buenos. 

Porque la espada está colgando y no hay nada más de qué preocuparse. 

¿Prefieres que te encuentre en medio de un acto egoísta y vergonzoso? ¿O prefieres que te encuentre realizando un acto noble?

Día 342 – Las cartas ya fueron dadas 

“Piensa en la vida que has vivido hasta ahora como si hubiera terminado y, como hombre muerto, mira lo que te queda como si fuera un premio extra, y vívelo de acuerdo a la naturaleza. Ama las cartas que te dio el destino y juégalas como si las hubieras elegido tú, porque ¿qué podría ser más apropiado?”, dijo Marco Aurelio.

Tenemos un miedo irracional de reconocer nuestra propia mortalidad. Evitamos pensar en ello porque pensamos que será deprimente. De hecho, reflexionar sobre la mortalidad a menudo tiene el efecto contrario: nos vigoriza más de lo que nos entristece. ¿Por qué? Porque nos da claridad.

Si de repente te dijeran que sólo te queda una semana de vida, ¿qué cambios harías? Si murieras, pero resucitaras, ¿qué tan diferente sería tu perspectiva?

Cuando, como dice Próspero, el personaje de Shakespeare, "cada tercer pensamiento será mi tumba", no hay riesgo de quedar atrapado en asuntos insignificantes o distracciones. 

En lugar de negar nuestro miedo a la muerte, dejemos que nos convierta en las mejores personas que podamos ser.

Día 343 – No te escondas de tus sentimientos

"Es mejor vencer el dolor que disimularlo", dijo Séneca.

Todos hemos perdido a personas cercanas: un amigo, un colega, un padre, un abuelo. Mientras estábamos sufriendo por nuestro dolor, alguna persona bien intencionada hizo todo lo posible para distraernos o hacernos pensar en otra cosa durante un par de horas. Por amables que fueran, esos gestos están equivocados.

Se considera que los estoicos reprimían sus emociones, pero su filosofía en realidad tenía la intención de enseñarnos a enfrentar, procesar y manejar las emociones de inmediato en lugar de huir de ellas. 

Por muy tentador que sea engañarse a sí mismo o esconderse de una emoción poderosa como el dolor, diciéndose a sí mismo y a otras personas que uno está bien, la conciencia y la comprensión son mejores. La distracción puede resultar agradable a corto plazo, pero concentrarse es mejor a largo plazo.

Eso significa enfrentarlo ahora. Procesa y analiza lo que sientes. Elimina tus expectativas, tus derechos, tu sensación de haber sido agraviado. Encuentra lo positivo en la situación, pero también siéntate con tu dolor y acéptalo, recordando que es parte de la vida. 

Así es como se conquista el dolor.

Día 344 – Derrochadores de tiempo

“Si todos los genios de la historia se concentraran en este único tema, nunca podrían expresar completamente su desconcierto ante la oscuridad de la mente humana. Nadie cedería ni una pulgada de su patrimonio, sin embargo, casi todos dejamos que otros invadan nuestras vidas; lo que es peor, a menudo allanamos el camino para que lo hagan. Nadie les entrega su dinero a los transeúntes, ¡pero a cuántos les entregamos nuestra vida! Somos tacaños con la propiedad y el dinero, pero pensamos muy poco en el tiempo que perdemos, la única cosa en la que todos deberíamos avaros”, dijo Séneca.

Hoy habrá un sinfín de interrupciones: llamadas telefónicas, correos electrónicos, visitantes, eventos inesperados. Un filósofo sabe que su estado predeterminado debería ser uno de reflexión y conciencia interior. Es por eso que protege tan diligentemente su espacio personal y sus pensamientos de las intrusiones del mundo. Sabe que unos minutos de contemplación valen más que cualquier reunión o informe. También sabe el poco tiempo que se nos da en la vida.

Séneca nos recuerda que, si bien podemos ser buenos para proteger nuestra propiedad física, somos demasiado laxos para hacer cumplir nuestros límites mentales. La propiedad se puede recuperar, pero ¿el tiempo? El tiempo es nuestro activo más insustituible, no podemos comprar más. Solo podemos esforzarnos por desperdiciar lo menos posible.

Día 345 – No te vendas muy barato

"Digo, que nadie me robe ni un solo día si no me va a compensar por la pérdida", dijo Séneca.

Las personas gastan mucho más dinero cuando usan tarjetas de crédito que cuando tienen que usar dinero en efectivo. Si alguna vez te preguntaste por qué las compañías de tarjetas de crédito y los bancos las impulsan con tanta agresividad, esa es la razón. 

Cuantas más tarjetas de crédito tengas, más gastarás.

¿Tratamos los días de nuestras vidas como tratamos nuestro dinero? Como no sabemos exactamente cuántos días estaremos vivos, y porque hacemos todo lo posible por no pensar en el hecho de que algún día moriremos, somos bastante liberales con la libertad con la que gastamos nuestro tiempo. Dejamos que las personas y las obligaciones se impongan, y rara vez preguntamos: ¿Qué estoy obteniendo a cambio aquí?

La máxima de Séneca es el equivalente a cortar tus tarjetas de crédito y empezar a usar efectivo. Dice que hay que pensar seriamente en cada transacción: ¿Estoy obteniendo el valor de mi dinero aquí? ¿Es este un trato justo?

Día 346 – Dignidad y valentía

“Como dice Cicerón, odiamos a los gladiadores si se apresuran a salvar sus vidas por cualquier medio; y los favorecemos si no muestran interés en ellas”, dijo Séneca.

Los compañeros de la universidad de Lyndon Johnson solían contar una historia vergonzosa sobre él. Johnson hablaba mucho y sentía que tenía que dominar e intimidar constantemente a los demás. Sin embargo, su biógrafo, Robert Caro, deja en claro que cuando alguien se enfrentó al joven Lyndon, este demostró ser un completo cobarde. 

Más adelante en su vida, Johnson también se esforzó para evitar servir en la Segunda Guerra Mundial y vivió en California mientras otros soldados lucharon y murieron en el extranjero. Más tarde, afirmó ser un héroe de guerra. Fue una de sus mentiras más vergonzosas.

No necesitamos ignorar nuestra seguridad física o participar en actos de violencia sin sentido para ser valientes, pero nadie respeta a un cobarde. Nadie admira a una persona que pone un precio demasiado alto a su propia comodidad y necesidades.

Sé valiente. Sé digno.

Día 347 – El ritmo sigue

“Recorre la larga galería del pasado, de imperios y reinos que se sucedieron sin número. Y también podrás ver el futuro, porque seguramente será exactamente el mismo, incapaz de desviarse del ritmo actual. Todo es uno, ya sea que hayamos experimentado cuarenta años o un eón. ¿Qué más hay para ver?”, dijo Marco Aurelio.

Todas las cosas mueren. No solo personas, sino empresas, reinos, religiones e ideas. La República Romana duró 450 años. El Imperio Romano, del cual Marco Aurelio fue considerado uno de los "cinco buenos emperadores", duró 500 años. La vida más larga registrada de un ser humano es de 122 años. La esperanza de vida promedio en los Estados Unidos es un poco más de setenta y ocho años. En otros países, en otras épocas, ha sido más y ha sido menos. Pero al final, todos sucumbimos, como dijo Marco Aurelio, al ritmo de los acontecimientos, de los que siempre hay un compás final y decidido. 

No es necesario insistir en este hecho, pero tampoco tiene sentido ignorarlo.

Día 348 – Es sólo un número

“¿Te molesta el hecho de que pesas una cierta cantidad y no el doble? Entonces, ¿por qué preocuparte de que te hayan dado una cierta vida útil y no más? Así como estás satisfecho con tu peso normal, también deberías estarlo con el tiempo que te dieron”, dijo Marco Aurelio.

Dicen que la edad es solo un número, pero para algunas personas es muy importante; de lo contrario, las mujeres no dirían que son más jóvenes y los jóvenes ambiciosos no pretenderían ser mayores. Los ricos y los fanáticos de la salud gastan miles de millones de dólares en un esfuerzo por mover su fecha de vencimiento de alrededor de setenta y ocho años a, con suerte, para siempre.

No importa la cantidad de años que logremos ganar, solo de qué se componen esos años. Séneca lo expresó mejor cuando dijo: "La vida es larga si sabes cómo usarla". Lamentablemente, la mayoría de las personas no saben cómo usarla y desperdician la vida que se les ha dado. Solo cuando es demasiado tarde intentan compensar ese desperdicio esperando en vano tener un poco más de tiempo.

Úsalo hoy. Úsalo todos los días. Siéntete satisfecho con lo que te ha sido dado.

Día 349 – Lo que deberíamos saber al final

"Pronto morirás, y aún así no eres sincero, tranquilo o libre de la sospecha de que las cosas externas pueden dañarte, ni eres amable con todos, sabiendo que la sabiduría y el actuar con justicia son lo mismo", dijo Marco Aurelio.

Por lo que entendemos, Marco Aurelio escribió muchas de sus meditaciones tarde en la vida, cuando sufría de enfermedades graves. Entonces, cuando dice: "Pronto morirás", se estaba hablando con franqueza de su propia mortalidad. Qué aterrador debe haber sido eso. Estaba mirando la posibilidad real de la muerte y no le gustaba lo que veía en esos últimos minutos.

Claro, había logrado muchas cosas en su vida, pero sus emociones seguían siendo la causa de malestar, dolor y frustración. Sabía que con el tiempo limitado que le quedaba, mejores opciones le proporcionarían alivio.

Con suerte, a ti te queda mucho más tiempo, pero eso hace que sea aún más importante avanzar mientras puedas. Somos productos inacabados hasta el final, como bien lo sabía Marco Aurelio. Pero cuanto antes lo entendamos, más podremos disfrutar de los frutos del trabajo en nuestro carácter, y antes podremos ser libres (o más libres) de la insinceridad, la ansiedad, la falta de gracia y la falta de “estoicidad”.

Día 350 – Una manera simple de medir nuestros días

"Ésta es la marca de la perfección del carácter: pasar cada día como si fuera el último, sin apuro, pereza o fingimiento", dijo Marco Aurelio.

Los estoicos no creían que nadie pudiera ser perfecto. La idea de convertirse en sabio, la máxima aspiración de un filósofo, no era realista. Era sólo su ideal platónico.

Aún así, comenzaban todos los días con la esperanza de acercarse un poco más a esa marca. Había mucho que ganar intentándolo. ¿Puedes realmente vivir hoy como si fuera tu último día? ¿Es posible incluso encarnar la integridad o la perfección en nuestro carácter, haciendo lo correcto durante veinticuatro horas completas? ¿Es posible por más de un minuto?

Tal vez no, pero si intentar fue suficiente para los estoicos, también debería ser suficiente para nosotros.

Día 351 – Buena salud duradera

“Solo tienes que aprender a vivir como lo hace la persona sana. . . viviendo con total confianza. ¿Qué confianza? La única que vale la pena tener, en lo que no se te puede quitar: tu propia elección razonada”, dijo Epícteto.

Como dicen repetidamente los estoicos, es peligroso tener fe en lo que no controlas. ¿Pero tu propia elección razonada? Bueno, por ahora eso está bajo tu control. Por lo tanto, es una de las pocas cosas en las que puedes confiar. Es la única área de la salud que no puede recibir de repente un diagnóstico terminal (excepto el que todos recibimos el día que nacemos). 

Es lo único que permanece impecable y nunca se desgasta; solo el usuario puede abandonarlo; nunca dejará al usuario.

En este pasaje, Epícteto señala que tanto los esclavos como los trabajadores y los filósofos pueden vivir de esta manera. Sócrates, Diógenes y Cleantes vivieron de esta manera, incluso cuando tenían familias y eran estudiantes con dificultades.

Y tú también puedes.

Día 352 – Conócete a ti mismo antes de que sea demasiado tarde

“La muerte pesa mucho sobre quien, bien conocido por todos, no se conoce a si mismo”, dijo Séneca.

Algunas de las personas más poderosas e importantes del mundo parecen no tener casi conciencia de si mismas. Aunque el público conoce un sinfín de trivialidades sobre ellos, muchas celebridades, tal vez porque están muy ocupadas, o porque les duele demasiado, parecen saber muy poco sobre si mismas.

Podemos ser culpables del mismo pecado. Ignoramos el dicho de Sócrates de "conócete a ti mismo", dándonos cuenta a menudo de que nos hemos equivocado, años después, cuando nos despertamos un día y vemos cuán pocas veces nos hemos hecho preguntas como: ¿Quién soy yo? ¿Qué es importante para mí? ¿Que me gusta? ¿Qué necesito?

Ahora, ahora mismo, tienes tiempo para explorarte a ti mismo, para comprender tu propia mente y cuerpo. No esperes. 

Conócete a ti mismo antes de que sea tarde.

Día 353 – Lo que nos llega a todos

"Tanto Alejandro el Grande como el hombre que cuidaba sus mulas fueron llevados al mismo lugar por la muerte, o fueron recibidos por la razón omnipotente o esparcidos entre los átomos", dijo Marco Aurelio.

En un mundo que en muchos sentidos se está volviendo cada vez más desigual, no quedan muchas experiencias verdaderamente igualitarias. Cuando Benjamín Franklin observó que "en este mundo nada es seguro, excepto la muerte y los impuestos", no pudo haber sabido lo eficientes que algunas personas se volverían para evitar pagar sus impuestos. Pero, ¿la muerte? Eso sigue siendo lo único que experimentan todos.

Todos enfrentamos el mismo final. Ya sea que conquistes el mundo conocido o lustres los zapatos de las personas que lo hacen, al final la muerte los igualará. 

Shakespeare hizo que Hamlet mostrara esa lógica tanto para Alejandro como para Julio César:

"Emperador César, muerto y convertido en arcilla,

podría hoy tapar un agujero en la pared para mantener alejado al viento:

Oh, que esa tierra, que hizo temblar al mundo,

tenga que servir para protegernos del frío invernal"

La próxima vez que sientas que te está volviendo grande y poderoso, o por el contrario, te sientas pequeño e inferior, recuerda, todos terminamos de la misma manera. En la muerte, nadie es mejor, nadie es peor. 

Todas nuestras historias tienen el mismo final.

Día 354 – Escala humana

“Piense en el universo material y en lo pequeña que es tu parte. Piensa en la extensión del tiempo y en cuán breve, casi momentánea, la parte que te toca. Piensa en el funcionamiento del destino y en lo infinitesimal que es tu papel”, dijo Marco Aurelio.

La cantidad de materia en el universo es inmensa. ¿Qué porcentaje de esa materia constituye un cuerpo humano?

La Tierra, según nos dice la ciencia, tiene unos 4.500 millones de años y no da señales de ir a acabar pronto. Nuestro tiempo en la tierra, por el contrario, ¿será cuánto? ¿algunas décadas, tal vez?

A veces necesitamos tener esas cifras frente a nosotros para darnos cuenta completamente de la escala en la que los humanos existimos en el gran esquema de las cosas.

Considera esto la próxima vez que te sientas engreído o superior. 

Eres solo una persona, haciendo tu mejor esfuerzo entre muchas otras. 

Eso es todo lo que necesitas hacer.

Día 355 – Ten miedo del miedo a la muerte

“¿Has visto cómo el supremo de los males humanos, la señal más segura para identificar a los viles y los cobardes, no es la muerte, sino el miedo a la muerte? Te insto a que te disciplines contra ese miedo, a que dirijas todo tu pensamiento, tus ejercicios y tus lecturas en esa dirección, y conocerás el único camino hacia la libertad humana”, dijo Epícteto.

Para armarse de valor antes de suicidarse en lugar de someterse a la destrucción de la República romana por parte de Julio César, el gran filósofo estoico Catón leyó un fragmento del Fedón de Platón. En él, escribe Platón: "Es el niño dentro de nosotros el que tiembla antes de la muerte". La muerte da miedo porque es algo tan desconocido. Nadie puede volver y decirnos cómo es. Estamos en la oscuridad al respecto.

A pesar de que somos niños y, en última instancia, ignorantes sobre la muerte, hay muchos hombres y mujeres sabios que al menos pueden brindarnos alguna orientación. Hay una razón por la que las personas más viejas del mundo nunca parecen tener miedo a la muerte: han tenido más tiempo para pensar en ello que nosotros (y se dieron cuenta de lo inútil que era preocuparse). 

A lo largo de la filosofía hay palabras inspiradoras y valientes de hombres y mujeres valientes que pueden ayudarnos a enfrentar este miedo.

Hay otra consideración útil sobre la muerte de los estoicos. Si la muerte es realmente el final, ¿qué hay exactamente que temer? Desde sus miedos hasta sus receptores de dolor, sus preocupaciones y sus deseos restantes, perecerán con usted. 

Por más aterradora que pueda parecer la muerte, recuerde: contiene en sí el fin del miedo.

Día 356 - ¿Qué tienes para mostrar por tus años?

“Muchas veces un anciano no tiene otra evidencia que no sea su edad para demostrar que ha vivido mucho tiempo”, dijo Séneca.

¿Cuánto tiempo llevas vivo? Toma los años, multiplícalos por 365 y luego por 24. ¿Cuántas horas has vivido? ¿Qué tienes que mostrar por todos ellas?

La respuesta para muchas personas es: no mucho. Tuvimos tantas horas que las dimos por sentado. Todo lo que tenemos para mostrar son partidos de golf, años pasados en la oficina, tiempo dedicado a ver películas mediocres, una pila de libros sin sentido que apenas recordamos haber leído y tal vez un garaje lleno de juguetes. 

Un día, nuestras horas comenzarán a agotarse. Sería bueno poder decir: "Oye, realmente lo aproveché al máximo". No en forma de logros, ni de dinero, ni de estatus, ya sabes lo que piensan los estoicos de todo eso, sino en sabiduría, perspicacia y progreso real en las cosas contra las que todos los humanos luchan.

¿Qué pasaría si pudieras decir que realmente hiciste algo durante el tiempo que tuviste? ¿Qué pasaría si pudieras probar que realmente viviste [inserte el número] años? ¿Y no solo los viviste, sino que los viviste plenamente?

Día 357 – Di tu propia verdad

“Porque es una vergüenza para una persona mayor, o una que está a la vista de la vejez, tener solo el conocimiento que lleva en sus apuntes. Zeno dijo esto. . . ¿Qué dices? Cleantes dijo eso. . . ¿Qué dices? ¿Cuánto tiempo repetirás las afirmaciones de otros? Hazte cargo y di algo tuyo, algo que la posteridad llevará en sus apuntes”, dijo Séneca.

Reflexionando sobre el tema de la inmortalidad, Ralph Waldo Emerson se quejó de cómo los escritores abordan un tema difícil basándose en citas. "Odio las citas", escribió. "Dime lo que sabes..."

Séneca estaba arrojando el mismo guante unos veinte siglos antes. Es más fácil citar, confiar en las sabias palabras de los demás. ¡Especialmente cuando las personas a las que te refieres son figuras tan imponentes!

Es más difícil (y más intimidante) aventurarnos por nuestra cuenta y expresar nuestros propios pensamientos. 

Pero, ¿cómo crees que se crearon esas citas sabias y verdaderas de esas figuras imponentes en primer lugar?

Tus propias experiencias tienen valor. También has acumulado tu propia sabiduría. 

Expresa tu propia verdad. Escribe algo para las generaciones por venir, en palabras y también con tu ejemplo.

Día 358 – ¿Qué tienes tanto miedo de perder?

“Tienes miedo de morir. Pero, vamos, ¿en qué se diferencia tu vida de la muerte?”, dijo Séneca.

Séneca cuenta una historia asombrosa sobre un romano obscenamente rico que era llevado por esclavos en una litera. En una ocasión, después de que lo sacaron de un baño, el romano preguntó: "¿Ya estoy sentado?" El punto de Séneca era este: ¿Qué tipo de vida triste y patética es la tuya si estás tan desconectado del mundo que ni siquiera sabes en donde estás? ¿Cómo sabía el hombre si estaba vivo?

La mayoría de nosotros tenemos miedo de morir, pero a veces ese miedo plantea la pregunta: ¿Para proteger qué exactamente? Para mucha gente, la respuesta es: horas de televisión, chismes, desperdiciar potencial, presentarse en un trabajo aburrido, y así sucesivamente. 

¿Es eso realmente una vida? ¿Vale la pena aferrarse con tanta fuerza y tener miedo de perderla?

No parece.

Día 359 – Sin sentido… como un buen vino

“Ya conoces el sabor del vino y el licor. No importa si cien o mil botellas pasan por tu vejiga; no eres más que un filtro”, dijo Séneca.

Dada su reputación, Séneca probablemente disfrutaba de un buen trago de vez en cuando. Su punto probablemente sorprenderá a cualquiera a quien con el éxito y la adulta se haya convertido en un “conocedor” de los distintos tipos de vino (aunque la lógica se puede aplicar con la misma facilidad a los amantes de la comida, la tecnología, la música y otros).

Por divertidos, emocionantes y placenteros que sean estos gustos, vale la pena ponerlos en su lugar. No obtienes un premio al final de tu vida por haber consumido más. Eres solo un conducto, un recipiente que retuvo o interactuó temporalmente con estos artículos elegantes.

Si te sientes demasiado atraído por ellos, esta meditación podría ayudarte a reducir su brillo al menos un poco.

Día 360 – No prendas la vela por ambos extremos

“La mente necesita relajarse; volverá a funcionar mejor y más aguda después de un buen descanso. Así como los campos no deben ser forzados, porque perderán rápidamente su fertilidad si nunca se les da un descanso, el trabajo constante acabará con la fuerza de la mente. Pero recupera sus poderes si se la deja en libertad durante un tiempo. El trabajo constante da lugar a cierto tipo de embotamiento y debilidad en el alma racional”, dijo Séneca.

Uno no puede leer a Marco Aurelio y Séneca y no sorprenderse por la diferencia entre estas dos personalidades radicalmente diferentes. Cada uno tenía sus propias fortalezas y debilidades. ¿A cuál preferirías haber confiado la inmensa responsabilidad de un imperio? Probablemente a Marco Aurelio. Pero, ¿quién preferirías ser como persona? Probablemente Séneca.

Una de las razones es que Séneca parece haber tenido lo que ahora llamaríamos equilibrio entre el trabajo y la vida. Mientras que Marco Aurelio parece agotado y cansado, Séneca siempre se siente enérgico, fresco y robusto. Su filosofía de descanso y relajación, entremezclada con su estudio riguroso y otros rituales estoicos, probablemente tuvo mucho que ver con eso.

La mente es un músculo y, como el resto, puede estar tensa, sobrecargada e incluso lesionada. Nuestra salud física también se ve desgastada por el exceso de compromiso, la falta de descanso y los malos hábitos. ¿Recuerda el cuento de John Henry, el hombre que desafió a la máquina? Murió de agotamiento. No lo olvides.

Hoy, puedes enfrentarte a cosas que pongan a prueba tu paciencia, que requieren una concentración o claridad considerables, o que exijan mucha creatividad. La vida es un largo camino, habrá muchos de esos momentos. ¿Podrás manejarlos si has quemado la vela por ambos extremos? ¿Si ha estado trabajando demasiado?

Día 361 – La vida es larga, si sabes cómo usarla

“No es que la vida sea demasiado corta, sino que desperdiciamos mucho tiempo. La vida es lo suficientemente larga y se nos da en la medida suficiente para que podamos hacer muchas cosas maravillosas. Pero cuando se derrama por el desagüe del lujo y la negligencia, cuando se emplea sin un buen fin, finalmente vemos que ha pasado antes de que lo reconozcamos. No recibimos una vida corta, la hacemos así”, dijo Séneca.

Nadie sabe cuánto tiempo tiene para vivir, pero lamentablemente, podemos estar seguros de una cosa: desperdiciaremos demasiada vida persiguiendo las cosas equivocadas, negándonos a tomarnos el tiempo para preguntarnos qué es realmente importante para nosotros. 

Así que hoy, si te sientes apurado o pronuncias las palabras "No tengo tiempo suficiente", detente y tómate un segundo. ¿Es esto realmente cierto? ¿O simplemente te has comprometido con muchas cosas innecesarias? El estadounidense promedio pasa alrededor de cuarenta horas al año en el tráfico. Son meses a lo largo de una vida. Y en lugar de "tráfico", puedes pensar en otras actividades, desde pelear con otros hasta ver televisión y soñar despierto.

Tu vida es bastante larga, solo úsala correctamente.

Día 362 – No dejes que tu alma se vaya primero

"Es una vergüenza en esta vida cuando el alma se rinde antes que el cuerpo", dijo Marco Aurelio.

A pesar de sus privilegios, Marco Aurelio tuvo una vida difícil. El historiador romano Casio Dio reflexionó que Marco "no se encontró con la buena fortuna que se merecía, porque no era fuerte de cuerpo y estuvo involucrado en muchos problemas durante prácticamente todo su reinado". En un momento, estaba tan enfermo que se difundió el rumor de que había muerto, y las cosas empeoraron cuando su general de mayor confianza utilizó la oportunidad para declararse nuevo emperador.

Pero a lo largo de estas luchas —los años de guerra, las enfermedades paralizantes, su hijo atribulado— nunca se rindió. Es un ejemplo inspirador en el que pensar hoy si nos cansamos, nos frustramos o tenemos que lidiar con alguna crisis. Él tenía tantas razones para estar enojado y amargado, que podría haber abandonado sus principios y vivir en el lujo o la comodidad, o podría haber dejado de lado sus responsabilidades y concentrarse en su propia salud.

Pero nunca lo hizo. Su alma se mantuvo fuerte incluso después de que su cuerpo se debilitara. No se rindió, hasta que su cuerpo finalmente lo hizo, cuando murió cerca de Viena en 180 d.C.

Día 363 – Sobre ser recordados

"Todo dura un día, el que recuerda y el que es recordado", dijo Marco Aurelio.

Día 364 – Agradece

“En todas las cosas debemos tratar de ser lo más agradecidos que podamos. Porque la gratitud es algo bueno para nosotros, de una manera en que la justicia, que comúnmente se considera que pertenece a otros, no lo es. La gratitud se paga a si misma”, dijo Séneca.

Piensa en todas las cosas por las que puedes estar agradecido hoy. Estás vivo, vives en una época principalmente de paz, tienes suficiente salud y tiempo libre para leer estas palabras. ¿Qué pasa con las pequeñas cosas? La persona que te sonrió, la mujer que mantuvo la puerta abierta, esa canción que te gusta en la radio, el clima agradable.

La gratitud es contagiosa. Su positividad es radiante.

Incluso si hoy fuera su último día en la tierra, si supieras de antemano que la vida iba a terminar en unas pocas horas, ¿no habría mucho por lo que estar agradecido? ¿Cuánto mejor sería tu vida si comenzaras todos los días así? 

Día 365 – Quítale lo que lo hace difícil

"Soportar las pruebas con la mente tranquila despoja a la desgracia de su fuerza y carga”, dijo Séneca.

Las personas a las que admiras, las que parecen ser capaces de afrontar con éxito la adversidad y la dificultad, ¿qué tienen en común? Su sentido del equilibrio, su disciplina. En tiempos difíciles, siguen adelante. No porque sean mejores que tú. No porque sean más inteligentes, sino porque han aprendido un pequeño secreto. Puede suavizar cualquier situación difícil enfrentándola con una mente tranquila. Considerándola y meditándola de antemano.

Y esto es cierto no solo para nuestras adversidades del día a día, sino para la prueba más grande e inevitable de todas: nuestra propia muerte. Podría llegar mañana, podría llegar en cuarenta años. Podría ser rápida e indolora, o podría ser insoportable. 

Nuestra mayor aliada en esa terrible experiencia no será la religión, ni siquiera las sabias palabras de los filósofos. Será, simplemente, nuestra mente, alerta y en calma.

Día 366 – Actívate para rescatarte

“¡Deja de dar vueltas! Es improbable que leas tus propios cuadernos, historias antiguas o las antologías que has recopilado para disfrutar en tu vejez. Ocúpate con tu propósito, deja de lado las esperanzas vacías, participa activamente en tu propio rescate, si es que te preocupas por ti mismo, y hazlo mientras puedas”, dijo Marco Aurelio.

El propósito de toda nuestra lectura y estudio es ayudarnos en la búsqueda de la buena vida (y muerte), pero en algún momento, debemos dejar nuestros libros a un lado y tomar medidas. De modo que, como dijo Séneca, las "palabras se convierten en obras". Hay un viejo dicho que dice que "un erudito es un soldado mimado". 

Queremos ser tanto eruditos como soldados, soldados en la buena batalla.

Eso es lo que sigue para ti: Avanza, avanza. Otro libro no es la respuesta. Las elecciones y decisiones correctas sí. 

¿Quién sabe cuánto tiempo te queda, o qué nos espera mañana?

Palabras finales del traductor

Queridas y queridos amigos de Atracción Vital:

durante un año fui leyendo y traduciendo este libro, y publiqué acá mis traducciones para facilitarle el acceso a quienes no entienden inglés o no pueden comprarlo.

Espero que el autor Ryan Holiday me disculpe por esta traducción libre y no autorizada de su “Estoicismo cotidiano”.

Quienes puedan y quieran, consigan el original.

Yo dejo como mensaje de despedida de esta serie lo siguiente: Si ya leíste bastante y tenés una idea general de las enseñanzas que nos dejaron los que vivieron antes que nosotros, prestale especial atención al día 366: “Otro libro no es la respuesta. Las elecciones y decisiones correctas sí”.

Paz, amor y éxitos!

Ale.

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