Todos los santos

Hoy es primero de noviembre y la cristiandad celebra el Día de Todos los Santos. Como a pesar de tener una formación cristiana básica no estoy muy al tanto de la liturgía de la Iglesia en general, cuando sentí el deseo de conversar sobre la eventual santidad de los muertos, tuve que ir a consultar con el sabelotodo de Google para pedirle auxilio.

Me arruinó la fiesta. 

Antes de dar un clic me dijo que "no se debe confundir el Día de Todos los Santos con el de los Fieles Difuntos".

Son dos celebraciones distintas. Y me parece bien. 

Yo ya me había levantado con ganas de decir que no por el hecho de morirse uno se convierte en santo. Morir es algo que por lo menos en apariencia es muy fácil: lo hace cualquiera. 

Parece que el gran lugar para los que quieren destacarse no es en la muerte sino la vida.

Según Wikipedia "en este día la Iglesia celebra fiesta solemne por todos los difuntos que, habiendo superado el purgatorio, se han santificado totalmente, han obtenido la visión beatífica y gozan de la vida eterna en la presencia de Dios. Por eso es el día de «todos los santos». No se festeja solo en honor a los beatos o santos que están en la lista de los canonizados y por los que la Iglesia celebra en un día especial del año; se celebra también en honor a todos los que no están canonizados pero viven ya en la presencia de Dios en su Iglesia triunfante".

La pregunta sería cómo sabe uno qué destino le ha tocado al muerto por el que uno celebra. A uno no le queda más que especular. Juan era muy bueno, muy trabajador, seguro lo supero. Marta era una madre y una Médica sin Fronteras ejemplar. Con seguridad está disfrutando de la vida eterna en presencia de Dios.

Eso es lo que le parece a uno, pero uno no sabe como Dios, que lo sabe todo, qué hacían Juan o Marta en su  tiempo libre, tal vez tenían vicios, o conductas reprochables que no le mostraban al mundo por razones obvias.

No todos los malvados son como los malos de Hollywood, que disfrutan no sólo de hacer el mal sino que también tienen cara de malvados y toda su energía dirigida a hacer el mal de la mañana a la noche.

Me gustaría llamar la atención sobre este otro párrafo que encontré en Wikipedia:

" La Iglesia primitiva acostumbraba a celebrar el aniversario de la muerte de un mártir en el lugar del martirio. Frecuentemente, los grupos de mártires morían el mismo día, lo cual condujo naturalmente a una celebración común. En la persecución de Diocleciano, el número de mártires llegó a ser tan grande, que no se podía separar un día para asignársela. Pero la Iglesia, creyendo que cada mártir debía ser venerado, señaló un día en común para todos".

Acá vemos que hasta en el cielo hay superpoblación.

Mientras los santos son pocos, no hay problema. Uno conversa con los amigos y dice "comportémonos como San José o como Santa María". Ahora cuando cada dos meses nace un santo, después de dos mil años se forma una lista en donde uno no sabe qué modelo seguir. Y ya conocerlos a todos se vuelve una tarea que sólo es posible para estudiosos portadores de una memoria prodigiosa o una disciplina fuera de lo común.

Por otro lado, la idea de que no sólo los Santos Santos son los que van al cielo, sino también los santos debarrio, el Tío Luis, la abuelita Julia, etc, es preocupante para quienes conciben a Dios como se lo representa en los cuadros del cielo. 

Si Dios es muy bueno pero está obligado a tener una forma humana, por más grande que sea, no puede abarcar la multitud de santos que debe haber en el cielo. A no ser que tengan pantalla gigante a una persona común no le quedaría más remedio que verle las uñas de los piés. 

Bueno, queridas y queridos, les ruego me disculpen estas palabras dominicales ligadas a un tema que puede ser un poco polémico y del que no tengo mucho conocimiento. Mi comentario es apenas una reflexión matinal que tiene como objetivo lanzar otra botella al mar, para no sentirme tan dichoso yo solo en esta isla desierta.

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