¿Adónde está el cielo?

La mayoría de las religiones tienen como uno de sus principales argumentos de venta la promesa de una vida post mortem en algún lugar maravilloso al que genéricamente podríamos llamar "el cielo".

Naturalmente, para estimular la buena conducta e intentar evitar todo tipo de desviaciones del recto sendero, "el cielo" tiene su contraparte, "el infierno", que es un lugar en donde aparentemente serían castigados aquellos que por alguna u otra razón no se comportaron como debían durante su estancia en la Tierra.

Me acuerdo de que cuando escuché por primera vez esta teoría, en un campamento de la Asociación Cristiana de Jóvenes, pregunté adónde estaba "el cielo".

Nuestro líder, que era obvio que no sabía, pero siendo un líder no iba a dejar la pregunta sin responder, miró al cielo, así como Messi cuando hace un gol, y con una sonrisa como de quien sabe, pero no puede revelar lo que sabe, dijo: "ahí... en el cielo".

Como te podrás imaginar, todavía sigo esperando una respuesta satisfactoria, pero en el interín mis preguntas se fueron refinando.

Ahora quiero saber más o menos a qué distancia de la Tierra está "el cielo".

¿Un año luz?¿Cuatro?¿Setecientos?

La verdad es que da lo mismo, pero me gustaría saber. 

Si se descubriera la manera de viajar a la velocidad de la luz ¿podría llegar un ser humano vivo hasta el cielo en donde están los muertos que fueron buenos?

¿Y el infierno?¿Estará lejos del cielo, o estarán separados apenas por una medianera espiritual?

¿Tendrán Dios y El Diablo una relación de buenos vecinos, o serán archienemigos que ni se dirigen la palabra?

Me parece que a las personas que creen que el cielo y el infierno existen en algún lugar en el espacio les gusta pensar que está bien lejos, como si fuera algo que está tan lejos que la única manera que tenemos de conocerlo es muriéndonos y siendo teletransportados por ángeles mensajeros o por una fuerza de atracción irresistible que se activa en el mismo momento en que uno se muere y lleva nuestra alma hasta el lugar que le corresponde.

No quiero ni imaginarme la burocracia que debe haber en "el cielo", porque hay quienes sueñan con ver a su abuelita y quienes quisieran tenerla lo más lejos posible, principalmente cuando lo que se viene es ni más ni menos que la eternidad.

Y la pregunta del millón de dólares es la siguiente: La Tierra ¿adónde está? 

¿No está en el cielo?

Es como si para las religiones el Universo se dividiera en dos: La Tierra, y todo lo demás que está en "el cielo".

Yo entiendo que como no conocemos extraterrestres y estamos hace mucho encerrados en esta bola que gira alrededor del sol, es comprensible que desarrollemos un punto de vista tan antropocéntrico. Es natural. 

Desde nuestro punto de vista, somos nosotros y "el cielo". 

Es como para uno, que por el hecho de tener ojos que miran para afuera, y oídos que oyen lo que viene de fuera, etc, nos parece que el mundo es algo que ocurre afuera y que los que estamos adentro somos nosotros.

Claro, en cuanto charlamos con otro, esta teoría se derrumba, porque a todos nos pasa lo mismo. 

Todos pensamos que nosotros estamos adentro y que los otros están afuera.

Para cerrar esta primera reflexión del año, quiero enviarte mis mejores deseos de éxito, salud y prosperidad.

Espero que 2021 traiga tantas enseñanzas como 2020, pero que sea un poco más amigable, más fácil de digerir.

Ah.. y antes de que me olvide... parece que la palabra religión viene de "re ligare", volver a ligar o unir lo que está desunido (igual que Yoga, que parece que viene de yug, que era el verbo que se usaba para describir el acto de "uncir los bueyes", y de donde vienen yugo, conyugal, etc).

¿Qué tal si estamos engañados desde la etimología y acá no hay nada que religar, si la tierra está en el cielo y esto no es ni más ni menos que el mismísimo paraíso?


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