Afirmaciones positivas: qué son y cómo usarlas

Una afirmación es una frase, hablada o pensada, consciente o inconsciente, que describe algo de lo que estamos seguros, o por lo menos creemos que estamos seguros.

"Está lloviendo", "nací en Argentina", y "mi gata se llama Pelu", son afirmaciones.

Podríamos decir que las tres anteriores son neutras, ya que describen sucesos sobre los cuales tenemos muy poco control, si es que tenemos alguno, y que por lo general no deberían afectar nuestra vida tanto como las que vamos a ver a continuación.

Para poder conversar del tema sin entrar en asuntos que podrían ser más conflictivos, como la autoestima, la pareja o el dinero, vamos a usar un ejemplo relativamente inocente: el canto.

Supongamos que por alguna u otra razón, vos llegaste a creer algo de este tipo:

"No, yo canto re mal. No puedo cantar ni en el baño."

¿Cómo llegaste a creer eso?

Tal vez una noche, cuando tenías 8 años, mientras te estabas bañando empezaste a cantar una canción que habías aprendido en la escuela, y tu madre abrió la puerta y te dijo: "no, mi amor, silencio, que papá trabajó mucho, necesita descansar." 

Como eras un niño o una niña muy inteligente, entendiste que a papá no hay que molestarlo porque trabaja mucho y que lo mejor que podés hacer para no molestarlo es quedarte en silencio.

Años después, ese concepto, que nunca fue revisado ni actualizado, sigue funcionando.

Además, en una fiesta, cuando quisiste cantar el feliz cumpleaños, lo cantaste tan mal que un pariente te dijo “che, que suerte que te dedicaste a la docencia, porque si se te hubiera dado por la música te morías de hambre… jajajaj”

Ahí la afirmación se grabó definitivamente en el cerebro: "No, yo canto re mal. No puedo cantar ni en el baño. Me lo dicen todos."

Esa es una afirmación que está trabajando 24 hs por día para que seas una buena hija o hijo que no molesta a su padre, y que si no es revisada puede mantenerte sin cantar por el resto de tu vida.

Vos que estás escuchando esto me podrías decir: "sí, pero es un hecho que canta mal, desafinó hasta en el feliz cumpleaños. Eso no se arregla con afirmaciones positivas."

A lo que yo te respondería: "sí, es un hecho que canta mal, pero eso no quiere decir que no pueda aprender. Y mientras esa persona esté convencida de que canta mal y de que cantando molesta a sus seres queridos, las posibilidades de que aprenda son casi inexistentes."

Cuando uno entiende esto, puede empezar a trabajar con afirmaciones positivas.

El primer paso es identificar la creencia limitante expresada en la forma de una afirmación negativa.

En este caso: "yo canto re mal, no puedo cantar ni en el baño."

Una vez que está identificada, si queremos cambiar la realidad que provoca, tenemos que reformularla de forma positiva.

Por ejemplo: "yo canto muy bien. Canto tan bien que en todas partes me piden que cante."

¿Eso va a hacer que empieces a cantar bien?

No, de ninguna manera. Y esto es lo que diferencia a las personas que repiten afirmaciones esperando que pase un milagro de las que repiten afirmaciones y consiguen resultados.

Por favor, si querés conseguir resultados, prestá atención.

En el mismo momento en que empezar a considerar la posibilidad que la afirmación “yo canto muy bien, canto tan bien que en todas partes me piden que cante” sea una realidad, deberías empezar a preguntarte: ¿qué tendría que pasar para que eso sea cierto? o ¿Qué podría yo hacer para transformar mi realidad actual, que es que canto muy mal, en la que yo quiero, que es que canto muy bien?

Ahí te sentás con papel y lápiz y empezás a imaginar posibles acciones. En este caso, es bastante fácil.

Lo primero, si podés pagarlo, sería encontrar un buen profesor o una buena profesora que te ayude.

Si no podés pagarlo, pero tenés acceso a Internet, cosa que puedo dar casi por descontada porque estás leyendo estas líneas, es empezar a buscar videos que den ejercicios para cantantes. 

Una vez que los encuentres, te comprometés a practicar todos los días, por lo menos media hora.

Y buscás una grabación del feliz cumpleaños y, cuando nadie te escuche, la cantás varias veces. Si te parece que te sale bien, buscás otras canciones que te gusten. 

En síntesis, entendés que cantar, o cualquier otra cosa que quieras conseguir, la mayoría de las veces tiene un componente que podríamos comparar con ir al gimnasio cuando querés tener más músculos.

No alcanza con pensar en el gimnasio o en visualizarte como modelos de ropa interior, tenés que ir y levantar peso. Tenés que alimentarte bien. Tenés que descansar bien. 

Claro, repetir una y otra vez que tenés un cuerpo maravilloso, y mirarte al espejo y ver el cuerpo que te gustaría tener, y alegrarte, va a ayudar en el proceso, pero no va a transformarte. 

Por ahora, en el estado en que está la humanidad, si queremos conseguir algo en general tenemos que trabajar para conseguirlo. 

O sea, si querés aprender a cantar, además de afirmar que cantás como tu cantante favorito, tenés que empezar a estudiar y practicar. 

Las afirmaciones te dan fuerza, te dan permiso, abren tu pensamiento a nuevas posibilidades, pero no hacen el trabajo.

Por eso yo recomiendo que no hagas afirmaciones de cosas que están fuera de tu control, como, por ejemplo: "gano la lotería, gano la lotería, gano la lotería."

Vos no podés hacer nada para ganarla más que jugar a la  lotería. 

Si fuera tan fácil ganarla, habría más ganadores, porque me imagino que hay mucho que hacen ese tipo de afirmaciones.

Yo no las recomiendo. 

Lo que yo te recomiendo es que identifiques tus problemas, que los reformules en lo que sería el exacto opuesto del problema y que empieces a imaginar que ese otro punto de vista es posible.

Y que empieces a actuar en consecuencia.

¿Repitiendo afirmaciones va a aprender a cantar en dos días? No creo. 

Además, ese no debería ser tu objetivo. 

Tu objetivo debería ser cambiar, mejorar, crecer. Si tardás dos días o dos años, ¿qué importa?. Lo importante es que entres a un camino más creativo, más gratificante y más de acuerdo a tus deseos.

¿Repitiendo afirmaciones vas a tener la voz más maravillosa de la historia? No necesariamente, y, una vez más, ese no debería ser tu objetivo. Tu objetivo debería ser cantar lo mejor que puedas, no compararte con los demás. 

Entonces, ¿para qué identificamos y repetimos afirmaciones positivas?

Para sentirnos mejor, para estimularnos a crecer y mejorar, para cambiar actitudes y conductas que no nos benefician por otras que sí nos benefician.

Mi sugerencia es que empieces con cosas chicas que estén más o menos a tu alcance. 

Por ejemplo, el asunto del canto, o algo parecido. 

Si tenés 50 años, nunca jugaste al fútbol, y se te ocurre que querés jugar en la primera del Barcelona, me
atrevo a pensar que las afirmaciones no te van a ayudar.

Tal vez puedas empezar por proponerte entrenar y jugar con tus amigos del barrio, o hasta ir a una escuela de fútbol. 

O sea, usá las afirmaciones para mejorar tu realidad. Después se verá adónde te llevan esas mejoras.

Si quedó alguna duda, dejame un comentario y conversamos. 

Abrazos y creencias liberadoras!


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