Fuera de moda
Claro, uno no puede pasarse todo el día preocupado con el cambio climático, la pobreza y la violencia. En algún momento hasta los superhéroes necesitan distraerse un poco, pero esto ya es un poco exagerado, como especie nos parecemos a alguien que está exigiendo un camarote con mejor vista mientras ve que se hunde el Titanic.
Si bien en el reino animal las jerarquías existen, y los jefes de la manada tienen acceso privilegios con los que sólo pueden soñar aquellos que están dispuestos a desafiar su poder, uno espera un poco más de nuestra especie que cuenta con un cerebro que en muchos aspectos hace que las computadoras dejen de parecernos tan maravillosas a pesar de ser capaces de hacer en un segundo cosas que a nosotros nos tomarían 10 años.
A los leones no les queda otra, se mueven por instinto. A las computadoras, al menos por ahora, tampoco. Hacen lo que fueron programadas para hacer. Nosotros, a diferencia de los árboles, condenados a vivir y morir en el mismo lugar, y de los rinocerontes, condenados a repetir una y otra vez los mismos gestos característicos de su naturaleza, podemos cambiar, podemos elegir cómo vivir.
Con esto no quiero decir que los diseñadores de moda, o los artistas que se prestan a esta payasada, no sean ciudadanos comprometidos que en otros momentos hacen mucho más que yo por el bien común. Yo no sé nada de ninguno de ellos, sólo estoy juzgando el árbol por este fruto que encontré en el diario de hoy.
No sólo hay que ser, sino también parecer, porque si no las personas piensan que uno no es y pueden verse tentadas a seguir el modelo que uno les presenta.
Por ejemplo, si yo soy un genio, pero me presento al mundo como un idiota, es muy posible que nadie se entere que soy un genio y que algunos se sientan inspirados a comportarse como idiotas porque ven que si yo puedo sobrevivir siendo uno es posible que ellos también puedan.
El genio debe tratar de brillar en su genialidad, y compartir su genio con el mundo. Si en la intimidad de su hogar se quiere comportar como un idiota, porque le gusta o lo relaja, allá él. Pero tiene una responsabilidad social, igual que el campesino, el camionero o el comerciante que hacen posible que tenga comida en su mesa sin tener que producirla.Tal vez estoy pretendiendo gestos de adultez en una especie que está en su infancia, o su adolescencia, y no sabe hacer otra cosa, pero como soy un representante de este colectivo insensato, y entiendo que estamos todos en el mismo barco, y que nuestras acciones no sólo afectan la calidad de la fiesta sino que también podrían llegar a terminar con la fiesta, elevo mi voz con estas palabras alcalinas para manifestar mi opinión que está muy lejos de poder decir algo a favor de esta payasada.
Sho ando con shin y remera, o en masha. Sha te lo dije. Vivo en una ciudad que tiene clima tropical.
Me baño todos los días. Uso ropa limpia, me afeito y me corto el pelo cada dos meses.
Es verdad, cuando camino por la calle nadie se da vuelta para mirarme y decir "mirá que bien ese hombre, cómo se viste...". Nadie. Paso totalmente desapercibido.
Tal vez eso te parezca aburrido, y es muy probable que tengas razón, porque la naturaleza hizo al pavo real, a la mariposa, a los pájaros, bueno, todo lo que hizo, con unos diseños absolutamente descabellados y por cierto muy divertidos y atractivos, pero aún así pienso que nosotros tenemos que concentrarnos.
A la naturaleza le importa todo un comino.
Fabrica cosas fantásticas y al rato manda un tsunami, o un terremoto, y acaba con todo.
No podemos confiar en ella.
Acá nosotros, que nos damos cuenta, o por lo menos nos parece que nos damos cuenta, somos los que tenemos que hacer algo.
Yo no estoy en contra de que uses un pantalón rojo, lo que te pido es que encontremos un equilibrio.
Una de cal y una de arena.
Nota: el otro día estuve trabajando con unos albañiles y les dije que yo sabía que en Argentina, además de cemento y arena, se usaba cal. Me dijeron que eso era antes, que ahora hay productos mejores que la reemplazan. Parece que está fuera de moda...
Sentido común.
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