Presbicia

La presbicia incomoda, molesta, es como una piedra en el zapato. 

Cada vez que uno quiere leer algo tiene que empezar a buscar sus lentes, si es que los tiene cerca, o pedirle ayuda a alguien. 

Comparada con otras discapacidades oculares es un mal menor, pero comparada con una visión 20/20 es como tratar de reemplazar al champagne por vino con soda.

Yo, que siempre tuve una visión maravillosa, ahora tengo que usar anteojos y me siento levemente traicionado.

Claro, como también soy un meditador, me doy cuenta que sentirme traicionado por la presbicia es una boludez y no sufro casi nada por esa aparente traición.

Por otro lado, como me gusta enfocarme en lo positivo, voy a decir unas palabras de dos aspectos que considero maravillosos de esta condición lamentable:

1 - Es muy buena para la autoestima

Cuando voy al baño sin los anteojos (lo que ocurre el 99% de las veces), me miro al espejo y me alegro porque me veo muy joven y apuesto. 

Me siento capaz de conquistar el mundo y me parece que cualquier adolescente mayor de 18 años debería sentirse feliz de poder ir a ver un concierto de L-Gante conmigo. 

Nota: Claro, después yo iba a tener que aguantar el concierto, y no creo que el hecho de ir sin anteojos me protegiera de una circunstancia como esa. Pero ese es otro tema...

Cuando por descuido voy con los anteojos, me deprimo. Veo a un señor que no conozco y entiendo por qué las mozas de los bares adonde voy no me quieren dar su teléfono. 

2 - Es muy buena para el amor 

Siguiendo la misma línea de razonamiento, la presbicia nos permite ver a las personas que amamos como si tuvieran quince años. Qué piel tiene Patricia... Me vuelve loco.., piensa y siente uno. 

Y lo mismo le pasa a Patricia.

Ahora, cuando los dos estamos en la cama leyendo, y de repente se nos ocurre hablar de algo... Ay!.. se derrumba el universo y uno siente como si estuviera mirando a la persona que ama con un microscopio. 

Así no hay amor que aguante.

La realidad vista con microscopio puede ser fascinante en un laboratorio o en un documental, pero en la mesa o en la cama es aterradora.

Debe ser por eso que los americanos tienen esa frase que es al mismo tiempo correcta e incorrecta:

Ignorance is bliss = La ignorancia es dicha (no del verbo decir, sino de gozo, éxtasis, etc).

Cuando uno no sabe, es como un niño y todo le parece maravilloso, no está en condiciones de distinguir a un santo de un asesino.

Hasta la vista!



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