Cómo interpretar las cartas de Tarot

La interpretación de las cartas de Tarot no es una ciencia exacta. Es más bien un arte. Como todo arte, tiene sus reglas y sus tradiciones, y antes de intentar modificarlas, conviene conocerlas. 

A lo largo de los años, las cartas asumieron significados más o menos definidos, respondiendo no sólo al espíritu con que las animaron sus creadores, sino también enriqueciéndose de forma natural con el aporte que trajo a su posible significado la "sabiduría popular" de las personas que las usaron con los más diversos propósitos. 

En general, las cartas siempre presentan, como mínimo, dos posibles alternativas opuestas. La que habla de triunfo, nos alerta de la posibilidad de no volvernos soberbios, la que nos habla de nuestra gran capacidad intelectual nos advierte al mismo tiempo de la necesidad de no descuidar nuestras emociones.

De ahí viene la gran libertad de interpretación que nos ofrece una lectura de Tarot.

El frío no es algo distinto del calor. Lo que para nosotros es un día frío, a un pingüino podría darle ganas de meterse en una heladera. Frío y calor forman parte de un fenómeno único que podemos llamar temperatura y que incluye variaciones que nosotros llamamos frío y calor de acuerdo a nuestra conveniencia.

Por eso, la interpretación no depende necesariamente de las cartas que aparecen. Depende mucho de las cartas, pero también del lector, del consultante y del momento en el que se encuentran.

Cuando un árbol está cruzado en un camino, alguien que llega en auto puede interpretarlo como una señal inequívoca de que no debe transitar ese camino porque está bloqueado, un leñador puede ver en ese mismo árbol la solución para sus problemas de leña en el invierno, y un grupo de niños como una excelente oportunidad para jugar sin tener que preocuparse por los autos.

En síntesis: es muy importante conocer lo mejor posible el significado tradicional de las cartas, pero a la hora de la verdad, la intuición va a revelar posibilidades que no pueden contemplarse en los libros.

Algunos puntos a considerar:


1 - Las cartas pueden funcionar como un espejo.

2 - Todas tienen aspectos "positivos" y "negativos".

3 - Todas pueden alentarte a hacer algo o prevenirte sobre los peligros de hacerlo.

4 - No te apresures a interpretar. Si bien la primera impresión puede ser muy acertada, la carta puede seguir diciendo cosas que no dijo a primera vista.

5 - Interpretar de manera objetiva y subjetiva. Acá está pasando tal cosa, a mí me está pasando tal cosa. En la carta un grupo de personas se está peleando, ¿será posible que yo tenga conflictos internos que no estoy viendo?

6 - Las lecturas nos ofrecen posibles escenarios simbólicos, internos y externos, pero la mejor lectura es la que nos permite avanzar en el mundo concreto, tomar decisiones que nos ayuden a vivir mejor. Para pasar el tiempo, podemos hablar del clima, de moda o deporte. Cuando tomamos la decisión de enfrentar los arquetipos que nos ofrece el Tarot lo hacemos porque queremos crecer en entendimiento y en calidad de vida. Queremos conocer, entender y realizar nuestros deseos más genuinos e importantes. Queremos conocer, entender y abandonar aquellos deseos que nos llevan a caminos que no nos interesan. Por otro lado, queremos que las cartas nos ayuden a prepararnos ante eventuales problemas, pero también que nos ayuden a no ser presas de miedos innecesarios. 

7 - El Tarot es un libro de sabiduría, puede darnos consejos igual que un anciano sabio. De todas forma, a la hora de la verdad, los que tenemos que ir y vivir somos nosotros. Si el Tarot pudiera ayudarnos a ganar la Lotería, todos los tarotistas y las personas que los consultan serían millonarios. Me atrevo a sugerir que no es ese el mejor uso que se puede hacer de estas cartas maravillosas. La idea no es saber qué va a pasar mañana. La idea es conocernos mejor y mejorar nuestra conducta hoy.  



  


Comentarios

Entradas populares